miércoles, 29 de noviembre de 2017

PALABRAS

RAFAEL MOYANO 
-El diccionario Oxford ha elegido como palabra del año 2017fake news. En España hemos adoptado estos dos vocablos y los utilizamos más que noticias falsas, su traducción. En 2016 los lexicógrafos británicos se decantaron por post-truth, y esta vez hubo más suerte porque el término que caló en nuestro idioma fue su traducción, posverdad. Este juego de los ránking de palabras no hace más que constatar los cambios sociales y políticos basándose en el incremento del uso ciudadano de determinados términos. En español también tenemos nuestra palabra del año, aunque la de éste aún no ha sido elegida. Se encarga de ello la Fundación del Español Urgente, la Fundeu, que el año pasado eligió populismo, refugiado en 2015, selfie el anterior y escrache en 2013. Tan invadidos estamos por la lengua anglosajona que el término por el que todos nos referimos a las malditas autofotos fue elegido un año después de que Oxford l
o elevara a vocablo estrella en inglés. El desarrollo digital ha venido aparejado de una inflación de términos ingleses en nuestra lengua. Tantos asimilamos que en muchas ocasiones los usamos mal. En su momento nos quedamos con la palabra hacker y la RAE no tardó en incorporarla a su diccionario, como voz inglesa, con la definición de "pirata informático". Según la Real Academia, "una persona que accede ilegalmente a sistemas informáticos ajenos". Para mí, y para el resto de hispanohablantes que encumbramos esta palabra, el hacker es un tipo listo que utiliza sus conocimientos para invadir territorios cibernéticos de otros, un allanamiento de morada virtual. Un delincuente punto cero. Es entonces cuando te asustas al leer que el Ejército va a luchar contra la amenaza de los hackers, los ciberataques, la ciberpropaganda y las injerencias de otros países, haciéndose con una ciberreserva de 2.000 hackers. Ateniéndonos al diccionario, quieren contar con los mejores «chorizos informáticos» para luchar contra los "chorizos informáticos" que ponen en riesgo nuestra seguridad. Pero es que no es así, porque los auténticos hackers se reivindican como expertos cualificados que no tienen nada que ver con la delincuencia, y andan pidiendo a la RAE que cambie la definición errónea del término. Que una cosa son los hackers y otra los crackers (criminal hackers). Cuando un vocablo se abre hueco y se aúpa a la lista de los más usados es difícil cambiarle el sentido. Que se quede ahí y que busquen otro. Las palabras están vivas cuando se usan porque, como dijo el poeta, "¿a dónde van las palabras que no se quedaron?". Al fin y al cabo, el significado original de hacker en inglés es el de un hombre habilidoso con el hacha. Ya me dirán.

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