El Gobierno debe volver a la propuesta concertada en el Estatuto anulado y
el Govern a la legalidad constitucional vigente. Cuando haya acuerdo, ambos
entenderán que hubieran ganado más con una negociación hace diez años que con
el enfrentamiento
El tiempo se acelera desordenadamente, estamos perdiendo el compás, el ritmo y la política de las emociones y de la improvisación se está apropiando del juego. Nos sentimos más vulnerables y claro, cuando nos ofrecen una bandera la tomamos con más facilidad y nos hacemos nacionalistas, españolistas, catalanistas, madridistas o barcelonistas… Banderas e insignias que representan una de nuestras dos mitades o identidades, la que nos mantiene unidos a la tierra, a la familia, a unos amigos, a la lengua y a una nación, frente a la otra mitad que reclama el “yo soy” y garantiza nuestra personalidad, nuestras diferencias, la mejor autodefensa frente al gen fanático que llevamos dentro.
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