lunes, 29 de mayo de 2017

EL MACHISMO EN 100 FRASES

Ahora o nunca es un vídeo viral y lo protagoniza una adolescente que enuncia 100 frases que la mayoría de las mujeres tendrán que escuchar a lo largo de su vida.




(...) El análisis de su origen (EL MACHISMO) nos muestra que las apariencias engañan: las actitudes machistas son un disfraz de la impotencia en el hombre y la incapacidad de vivir bien la feminidad en la mujer.
Detrás de un machista se esconde un hombre que, a menudo, tiene miedo a no ser lo "bastante" hombre. Sus dudas giran en torno a su identidad masculina, es alguien que ha quedado atrapado en una sexualidad infantil, dependiendo de la madre, una mujer idealizada y poderosa y a la que, en el fondo, no puede sustituir por otra; tiene miedo y envidia a la mujer. Por su parte, la mujer machista rechaza lo femenino y quiere ser como un hombre, porque es al único que valora. (...)
Lo que la chica dice en el vídeo son frases del artículo ¡Qué niña tan bonita!de RO DE LA TORRE.

EDUCACIÓN CON MAYÚSCULAS

Las diez claves de la educación en Finlandia


El sistema educativo finlandés está considerado uno de los mejores del mundo, especialmente por sus buenos resultados en los Informes Pisa, la evaluación que realiza la OCDE cada tres años. ¿A qué se debe? Te explicamos algunas características esenciales de la educación en el país nórdico que pueden contribuir a explicar su éxito y servirnos para reflexionar sobre nuestro propio sistema de enseñanza.

DIEZ PILARES DEL SISTEMA EDUCATIVO FINLANDÉS

1. Los docentes son profesionales valorados. La educación es una profesión con prestigio y los profesores tienen gran autoridad en la escuela y en la sociedad. El equivalente a Magisterio en Finlandia es una titulación complicada, exigente y larga, que además incluye entrevistas personales, por lo que los maestros son profesionales muy bien preparados y vocacionales.  
2. La educación es gratuita y, por lo tanto, accesible a todos. El sistema educativo público establece que la educación es obligatoria y gratuita entre los 7 y los 16 años y debe ser impartida por centros públicos. Tampoco se paga por los libros ni por el material escolar, y todos los niños reciben una comida caliente al día en el colegio, también gratuita. En el caso de que el niño viva a más de 5 kilómetros del centro escolar, el municipio debe organizar y pagar el transporte
 3. El reparto del dinero público se hace de forma equitativa. Los fondos estatales se reparten de forma justa entre los centros. Hay una base de subvención común para todos pero la cifra final varía atendiendo a las necesidades de cada uno, de manera que se compense a aquellos con más carencias para equipararlos al resto. La igualdad de oportunidades es un valor esencial.
 4. El currículo es común pero los centros se organizan. Cada escuela y sus profesores diseñan y organizan el currículo (aunque tiene unas líneas generales y un marco común para todos) y se planifican para conseguir los logros establecidos como mejor consideren.
5. La educación se personaliza. Desde los primeros cursos se interviene para apoyar a los alumnos con necesidades especiales, con lo que se evita que sus dificultades aumenten con los años y se minimizan los porcentajes de fracaso escolar. Se respeta el ritmo de aprendizaje de cada niño y se huye de las pruebas y actividades estandarizadas. Además, los profesores suelen ocuparse del mismo grupo desde 1.º (7 años) hasta 6.º (12 años), lo que ayuda a que los conozcan mucho mejor.
 6. Los alumnos tienen tiempo para todo. La educación se toma en serio pero también se da importancia al juego y al descanso. Los niños no comienzan el colegio hasta los 7 años, momento en el que se les considera maduros para aprender. Además, las jornadas lectivas son más cortas. Los estudiantes de Primaria tienen solo 3 o 4 clases al día, con descansos de 15 minutos entre cada una de ellas a los que se suma el descanso para comer. Apenas hay deberes, el trabajo se hace en clase, no en casa.
7. Preparar la clase es parte de la jornada laboral. Los profesores no imparten tantas horas de clase como en otros países, sino que el tiempo que pasan en el aula es más reducido y destinan las horas restantes a preparar sus lecciones, investigar, organizarse o trabajar de forma colaborativa con otros docentes.
 8. Se evita la competencia y las cifras. Los estudiantes no hacen exámenes ni reciben calificaciones hasta 5.º curso (11 años) y los informes que el profesor elabora para los padres son descriptivos, no numéricos.
 9. Se premia la curiosidad y la participación. La imaginación y la capacidad de emprendimiento son muy apreciadas en la sociedad finlandesa, abundan los profesionales de campos artísticos y creativos y también los de tecnología e ingeniería. Esto también se fomenta en la educación, donde se valora la creatividad, la experimentación y la colaboración por encima de la memorización y las lecciones magistrales.
 10. Los padres se implican. La sociedad y las familias consideran que la educación es fundamental y la complementan con actividades culturales. A esto contribuyen las ayudas que reciben los padres para la conciliación de la vida laboral y familiar, para que dispongan de más tiempo con sus hijos.


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MALTRATADORES. LA LACRA QUE NO CESA

FIN DE SEMANA TRÁGICO. TRES MUERTAS POR VIOLENCIA DE GÉNERO.


domingo, 28 de mayo de 2017

CERCA TUYA, PEDRO

El uso "incorrecto" y desprestigiado del posesivo tras un adverbio se va extendiendo en la política.

ALEX GRIJELMO

Dijo la presidenta de Andalucía en el debate socialista del pasado 15 de mayo, dirigiéndose al ex secretario general del PSOE, Pedro Sánchez: “Cuando la gente que ha trabajado cerca tuya resulta que no se fía de ti, deberías hacértelo ver”. (Y al copiarlo así para este artículo, el corrector informático de Word modifica en un santiamén la expresión, y reescribe sin consultarme: “cerca de ti”).
Parece que el uso de los posesivos aplicados a los adverbios se va extendiendo entre la clase política española. Le pasó esta vez a Susana Díaz, pero el propio Sánchez, como otros muchos, tiene antecedentes en esto. (Tele 5, miércoles 3 de febrero de 2016: “Agradezco que el partido esté detrás mío”).
Tanto “cerca” como “detrás” o “delante” son adverbios y no asumen la misma abstracción de propiedad o pertenencia que permite un sustantivo. O sea: podemos decir “su casa”, pero no “su detrás”.
En la oración “ha trabajado cerca tuya”, esta última palabra evoca la posesión de “cerca”, lo cual sí tendría sentido si se tratara de un vallado: “Esa cerca tuya está muy deteriorada”, por ejemplo. (Y ahora el corrector de Word también pone “cerca de ti” donde yo había escrito “cerca tuya”, pese a ser adecuado en este caso).
Sobre esas construcciones, el Diccionario panhispánico de dudas académico señala en la entrada “cerca”: “Por su condición de adverbio, no se considera correcto su uso con posesivos: cerca mío, cerca suyo, etcétera (debe decirse cerca de mí, cerca de él…)”.
Por tanto, este idioma que los hablantes construyeron con finura durante siglos ha determinado que los posesivos “tuyo”, “suya”, “vuestro”, “nuestro”… puedan ir detrás de un sustantivo, pero no de un adverbio. De ese modo, se puede decir “al lado suyo” porque se puede decir “a su lado”, y se usa “a costa suya” porque cabe expresar “a su costa”. Lo mismo sucede con “alrededor mío” y “a mi alrededor”, ya que se percibe “alrededor” como sustantivo que tiene variación de número (“los alrededores”).
Sin embargo, no se debería decir “delante mío” porque no se puede decir “en mi delante”. Y por la misma razón no valen “detrás suyo”, “encima mío”, “debajo suyo”, “enfrente mío”, “lejos tuyo”…, puesto que no decimos “en mi detrás”, “en mi encima”, “en tu lejos”… La Nueva gramática de la Academia (página 1.361) precisa que tales usos no son recomendables en un lenguaje culto, y que en esos casos el pronombre debe expresarse en su forma personal y con la preposición de: “debajo de ti”, “encima de mí”, “cerca de él”, “enfrente de mí”, “lejos de ella”…
Díaz aplicó además la concordancia en femenino, pese a que los adverbios son invariables (es decir, no tienen género ni número). Dijo “cerca tuya”.
Y la Academia endurece ahí su juicio, precisamente para calificar esta concordancia en femenino como “más desprestigiada” aún que la anterior.
Tal vez algún día se diluyan ésta y otras sutilezas que ha ido formando la evolución del idioma, sobre todo si los políticos insisten en ello. Y esto sería consecuencia de lo que parece sucedernos hoy: el lenguaje culto no se divulga, sino que se vulgariza.

Pero también cabe que ocurra lo contrario: que mucha gente instruida identifique como indoctos y vulgares, y quizás indignos de su confianza, a quienes al hablar en público desdeñan habitualmente el registro culto de la lengua y, por tanto, no son conscientes de lo que eso puede dar a entender.
VISTO EN EL PAÍS

MADONNA - IMPRESIONANTE

TODO EMPEZÓ EN SUMERIA

sábado, 27 de mayo de 2017

viernes, 26 de mayo de 2017

ALGUNAS DE LAS RAZONES POR LAS QUE NO HAY UN PARTIDO DE ULTRADERECHA EN ESPAÑA.

La más importante es que ya hay uno que dice que es de centro derecha, el PP, Antes Alianza Popular y antes los del Generalisimo, algo que lo explica  muy bien es ese dibujo que…no lo digo lo pongo














Lo que en Román Paladino viene a ser los mismos perros con diferentes collares.


Memoria, dignidad y lucha
25 May 2017


Alfonso ‘Alfon’ Fernández Ortega
Que el presidente del país en el que vivo, del Estado en el que se me somete a un marco jurídico determinado y amparado en la violencia legal, último responsable de cuestiones tan fundamentales como la formación y educación en escuelas e institutos donde hoy se forjan las conciencias del futuro, diga que los crímenes del franquismo en España son algo del pasado, a lo sumo un asunto histórico que puede ser tratado desde el estudio y el análisis por mera erudición, demuestra que en este país quienes vencieron en el treintainueve  –la clase social de aristócratas, banqueros, terratenientes, grandes empresarios, alto clero y élite militar– han conservado desde entonces el poder, y aprovechándose de la dominación de las condiciones materiales de la sociedad han impuesto su dominio ideológico, en el cual se incluye el total desprecio por cualquier posición contraria a sus intereses, incluidos los miles de hombres y mujeres asesinadas en nombre de Dios y de la propiedad privada.
Sin embargo, frente a sus aspiraciones de dominación y sometimiento de una masa social que se desangra cíclicamente entre precariedad, plusvalía, falsas esperanzas de movilidad social y una profunda crisis de identidad colectiva, siempre habrá quienes se planten y les digan que no, que no en su nombre, que no con su consentimiento. Y hoy es uno de esos días en los que nos plantamos ante sus ofensas y su falta de escrúpulos y les decimos a los señores y las señoras del gobierno, al señor presidente y a todos esos con los que gustan codearse en lujosos despachos y restaurantes que no, que los crímenes del fascismo en España no son una cuestión del pasado. No, porque somos demasiados los que no tenemos donde honrar a nuestros muertos; porque privasteis a nuestros padres y a nuestras madres, a nuestros abuelos y a nuestras abuelas, de crecer junto a los suyos y de ver crecer a los suyos, y, aunque vosotros seáis incapaces de comprenderlo, todo el dolor que se instaló en estas miles de familias no se quedó en el pasado, pervive en nosotros y nosotras, sus nietos, nietas, bisnietos y bisnietas. Y este dolor se hace más agudo a medida que las nietas y los nietos de quienes nos arrebataron a nuestros antepasados continúan despreciando a nuestros muertos, negándoles la dignidad que merecen como combatientes voluntariosos de la libertad.
Pero os diremos más, pues si seguís tratando de convencernos de que la barbarie fascista pertenece al pasado, os contaremos que con 16 años enterramos ahora hace diez años a un joven asesinado en nombre del fascismo. Y si aun así os quedan ganas de persistir en vuestro intento de convencernos de semejante falacia, no tenéis que hacer más que mirar a vuestro alrededor. Veréis a vuestros compañeros, colegas y amiguetes justificando el uso de pelotas de goma que asesinaron a migrantes en nuestras fronteras; ocultando a torturadores que truncaron la vida de miles de  personas para que puedan vivir y morir impunemente. También os veréis haciendo uso de la maquinaria del Estado para perseguir a la oposición política, mientras que por otro lado de espaldas al pueblo y en un ejercicio constante de cinismo y cobardía, os guardáis las espaldas con toda esa maquinaria para no pagar por todos los crímenes que habéis cometido y seguís cometiendo contra el pueblo.
Si, señores y señoras que nos dominan desde aquellos días que decís son del pasado, mirad en vuestras agendas de teléfono, en vuestras cuentas bancarias, en vuestros libros de familia y en el bonito espejo de vuestro aun más bonito cuarto de baño; comprobarán que los crímenes de fascismo no son cosa del pasado.

Prisión de Navalcarnero, Mayo de 2017

visto en PÚBLICO

miércoles, 24 de mayo de 2017

LA INSEGURIDAD

IMPOSTORES
LUCÍA GONZÁLEZ

Pongamos que tienes trabajo y disfrutas de una etapa de éxito, doblemente afortunado. Por tus logros profesionales acudes a una fiesta con invitados apasionantes: científicos, artistas, investigadores, escritores… ¡Incluso gente que ha descubierto cosas! Llegas al sarao y empiezas a sentir que en cualquier momento alguien se va a dar cuenta de que tú ahí no pintas nada. Empiezas a charlar con otro invitado. Os hace gracia que sois tocayos y, hablando un poco de todo, te suelta: “Miro a toda esta gente y pienso, ¿qué diablos hago yo aquí? Esta gente ha hecho cosas extraordinarias. Yo sólo fui donde me mandaron”.
El escritor Neil Gaiman ha rescatado en un post esta anécdota  del día que conoció al astronauta Neil Armstrong. Contestaba así a un fan que le preguntaba si alguna vez había sentido el llamado Síndrome del impostor, la sensación de achacar un reconocimiento personal a la suerte y no a méritos propios. El miedo a que los demás confirmen tu sospecha de que no estás a la altura.
Puede sonar a falta de autoestima adolescente o a exceso de timidez, pero es algo frecuente entre adultos. A muchas mujeres nos pasa en entornos laborales masculinos, en parte por los estereotipos de género que aún arrastramos. Gaiman añade que se quedó más tranquilo porque si esto le pasaba al primer humano en pisar la Luna es normal que nos ocurra a todos. O a muchos. Como Martín Scorsese, que también se ha sentido impostor. No hace falta acumular el vértigo de un puñado de Oscar o de libros de éxito. La inseguridad es algo muy humano.

VISTO EN EL PAÍS 

jueves, 18 de mayo de 2017

LOS INDIGNADOS DE SUSANA

La líder andaluza retrata a los “cabreados” con el PSOE como 

personas que no son tan pobres, sino que tenían demasiadas

 expectativas



La descripción del grupo humano al que te diriges es una de las bases de la política: delimitarla.
Susana Díaz lo tiene claro, y el resto nos hemos enterado gracias a que la periodista Miriam Ruiz Castro ha colgado en las redes esta semana un discurso que la líder socialista ofreció a sus correligionarios el pasado mes de enero. En su arenga, tras enumerar lo bien se vivía con Felipe González y con José Luis Rodríguez Zapatero, la andaluza afirma que el problema no es que la población esté muy empobrecida –bajar “10 escalones”, lo llama—, sino que sus expectativas eran tan altas, que habiendo “bajado uno” solamente, se “cabrean”. Acto seguido, para ilustrar tal afirmación, asegura que creyeron que “iban a poder tener su casita en la playa”, y de ahí su cabreo. 



Todo el artículo enCTXT, contexto y acción

domingo, 7 de mayo de 2017

ANTIGUO TERRORISMO DE ESTADO

La niña ‘robada’ adoptada por un juez franquista

A Inés se la quedó un juez franquista después de que fusilaran a su padre, según denuncia la familia. Ahora, con 85 años, busca a su padre en una fosa común en Álora (Málaga).
01 Mayo 2017



Después de que su padre fuera fusilado, a la niña Inés se la queda un juez franquista, Manuel Carrión Bracho, quien, según denuncia la familia, se la apropia como una cosa más. Igual que las pocas pertenencias que tenían, una casa y un trozo de tierra. Inés Franco tenía cinco años. Ahora, con 85, busca los huesos de su padre, Andrés Franco, en una fosa común en Álora (Málaga).
42 nombres y una orden: “Han de ser ejecutados en las primeras horas del día de mañana”. La sentencia de muerte establece la secuencia. “El encargado del Depósito Municipal entregará a las fuerzas del Ejército Nacional a los reos que se encuentran a mi disposición”. Está firmada por “el Capitán Juez Militar”, sin especificar el nombre. Y así se cumple. De madrugada, el 5 de abril de 1937, caen muertos a balazos.
Los fascistas suman aquella noche un puñado de presos más a la ejecución. Las balas atraviesan la carne. Los rebeldes arrojan 60 cuerpos al agujero excavado en el castillo del pueblo. Andrés yace inerte. Asesinado a sangre fría, cubierto de tierra. Sin juicio ni defensa. Solo un papel del Juzgado Militar de Álora que marca el destino.
Para los descendientes de Inés y Andrés pudo haber otro final. Consideran que el magistrado que se quedó con Inés pudo haber impedido la muerte de su padre. “Estaba en el bando franquista y era amigo de la familia”, relata Susana Cintado Franco, hija y nieta de estas víctimas. “Debería haber hecho algo si realmente le preocupaban sus hijos”, apunta. A cambio, prosigue Cintado, se acaba llevando a la pequeña Inés, a la que adopta legalmente “cuando tiene 22 años”. Por eso “la califico como niña robada”, recalca. El juez aludido no dejó familia directa a la que poder preguntar por el caso.
“Por favor, no me llevéis que tengo tres niños pequeños”, gritaba Andrés el día que es capturado, según relata la familia. La escena queda sepultada. Hasta el año 2012 en que Inés regresa, por primera vez, a la calle Rosales en Álora. “Cuando llegamos, ella recordó los gritos de su padre… es como si su mente lo hubiera borrado todo, hasta ese día que vuelve a estar al lado de la que era su casa”, rememora su hija. “Y tenía miedo, pensaba que la iban a acusar por haberse ido con un fascista”, dice.
Los padres de Inés eran un hijo de ‘los cuchilleas’ y una hija de ‘los moñigos’. Familias conocidas en el pueblo. Su madre, María Arjona, había muerto años antes, en el 34. El matrimonio dejó tres huérfanos: Juan, José y la pequeña Inés.
“Se lleva a mi madre con él porque ese matrimonio no podía tener hijos” y, de paso, asegura, “se queda también con el pequeño patrimonio familiar, una casa y unas tierras”. Vivirán en Málaga, Barcelona. El juez franquista “adopta legalmente” a Inés cuando ésta tiene 22 años. Y cuando la mujer del magistrado fallece, le dice “que está enamorado de ella”. Que deben casarse. “Mi madre le dice que es antinatural, que es su hija, y como no quiere casarse con él, la echa de casa”.
Inés investiga, a partir de ahí, y acaba por conocer el paradero de sus hermanos. “Con Juan se volvió a ver en 1968, en Holanda, y José se murió de leucemia”, cuenta Cintado.
“Víctimas del terrorismo de Estado”
80 años después de su muerte, ha comenzado la búsqueda de los restos óseos de Andrés. Y de José, Cristóbal, Antonio, Francisco, Alonso, Martín… La exhumación en el Castillo de Álora, a cargo de la Dirección General de Memoria Democrática de la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía, busca “una gran fosa que apunta a una gran saca”, en palabras del director arqueológico de la intervención, Andrés Fernández.
“A mi abuelo lo mataron en la noche de los 60 fusilados”, relata Susana Cintado. Son “víctimas del terrorismo de Estado”, dice sin tapujos. Quizás bajo tierra aparezcan más de aquellas seis decenas, más de un centenar es posible, enterrados a casi metro y medio de profundidad. Entre ellos, Andrés Franco. Lo espera su hija, Inés, la niña que se quedó un juez franquista.
“Y que devuelvan a mi familia lo robado”
Los viajes de ida y vuelta de la memoria dejan rastro en los nombres implicados. La secuencia empieza en la propia Inés, que arrastra la tragedia en sus apellidos. “Cuando la robó”, el juez no elimina los originales de la niña “pero coloca su apellido delante del resto”. E Inés Franco Arjona pasa a ser Inés Carrión Franco Arjona. Cuando Inés es madre, hace años que conoce su adopción y logra prescindir del apellido prestado para dejar el rastro familiar en el nombre de su propia hija: Susana Cintado Franco.
Con la apertura de la fosa aparece la opción de cerrar el duelo para la familia Franco. De restañar la herida abierta una vida entera. Inés, hoy, sufre una enfermedad degenerativa que le impide hablar y tener autonomía propia. Pero sigue ahí, pendiente a su modo. “No sé si vamos a tener los restos exactos de mi abuelo en mis manos”, dice Susana. “Casi que daría igual, quiero decir, si los sacan, lloraría a cualquiera de los que hay ahí”.
Susana Cintado Franco quiere una reparación que alcance “un homenaje a las víctimas”, un informe histórico, una placa en el castillo que recuerde a los ejecutados “y que se le devuelva a mi familia lo robado”. Lucha contra la impunidad de los crímenes del franquismo. Llegará, dice, “hasta el final” del caso.
* Fe de errores del autor: este artículo ha sido actualizado tras detectar un error en la identificación  del juez militar y tras haber contactado nuevamente con la familia denunciante. Disculpen las molestias 

sábado, 6 de mayo de 2017

SI ES QUE SON GILIPOLLAS....DICEN ELLAS

HEROÍNAS 

Javier Pérez de Albéniz | Cuarto Poder | 0


No nos habíamos recuperado del brutal descojone que nos provocó Esperanza Aguirre con su frase para la historia (Yo destapé la trama Gürtel) cuando aparece Cristina Cifuentes y suelta otra consigna para enmarcar: "Mi Gobierno denunció el caso Canal ante la Fiscalía hace casi un año" ¡Vaya par de agentes anticorrupción!
Vestidas de paisano, Prada y Versace, se infiltraron en la red mafiosa más poderosa de España. Y desde las mismísimas entrañas del monstruo, ese edificio de la calle Génova reformado con dinero negro, nos engañaron a todos: no solo no eran miembros del hampa, para nada, sino que ayudaron a la justicia a descubrir a la banda que estaba robando el dinero público del país.
Heroínas. Eso es lo que son Cifuentes y Aguirre. Heroínas con más peligro que el opioide derivado de la adormidera. Heroínas de la ley y el orden, supervivientes de un mundo podrido, reinas de la camorra y del descaro, ambiciosas sin límites, mentirosas sin freno. Heroínas cortadas, tóxicas, que están acabando con el futuro de una generación de madrileños. Escuchándolas, podría parecer que el Partido Popular no ha gobernado nunca en Madrid, que estamos ante dos incasables defensoras de la política honrada.
Cifuentes no solo denunció el caso Canal, sino que ahora rompe los lazos con Aguirre y pide al resto de partidos ayuda contra la deshonestidad: “El tiempo de los corruptos en Madrid ha llegado a su fin”, dice, sin sonrojarse lo más mínimo, desde el nido del buitre. Como lo oye. La número uno del PP de la capital de España no sabía nada de la Gürtel, ni de la Púnica, ni de Pokémon, ni siquiera de financiación ilegal o sobresueldos. Es evidente que en sus manos está no solo el fin de la corrupción, sino la unidad de España, el futuro de este país. ¡Tiembla Rajoy!
Y mientras tanto Aguirre, lamiéndose las heridas tras la derrota, insiste en su limpieza inmaculada, en no haber olido jamás el tufo que le rodeaba, en que el lenguaje de la España actual necesita términos que, como sucede con “invigilando”, fomenten la confusión y faciliten el caos.
Nos roban, pero eso no es lo peor. Lo peor es que lo hacen con una sonrisa en el rostro: “si es que son gilipollas…”.
VISTO EN INICIATIVA DEBATE