lunes, 29 de agosto de 2016

LIBERTAD DE EXPRESIÓN

LA LEY DEL SILENCIO


29 DE AGOSTO DE 2016
Hay una España oficial que tiene como escribanos a los grandes medios y otra real a la que le escasean los notarios. Así, cualquiera puede despertarse con los gritos de Mariano Rajoy exigiendo al PSOE "que no sea irresponsable" y le dé el gobierno de una vez. Y seguir todo el día con la misma cantinela, para amanecer cada mañana con similares versiones de la coacción. Es tener “sentido de Estado” apoyar que el PP siga mandando, y por eso Albert Rivera, cara más visible de Ciudadanos, se desdice de lo que prometió con la misma impudicia que los representantes del partido al que quería limpiar y regenerar. "Más claro no puede decir…", una cosa y su contraria. Declaraciones como ésta sonrojarían a cualquiera. Se han comido sus palabras, como avanzaba Girauta, y aún lo hacen parecer algunos como un gran servicio a la nación, ésa en la que la derecha y algunos antiguos socialistas viven. El departamento de maquillaje mediático hace maravillas con los sapos crudos.
Firmado en un pispásel "acuerdo con 150 reformas para transformar este país", dicen, tiene un sabor a teatro y continuismo de la peor calidad. Cuajado de un cinismo que, ése sí, es digno de un Oscar. El apartado de la corrupción es un puro sainete, aunque con víctimas auténticas propias de una novela negra. Ahora toca continuar apretando al Secretario General del PSOE, Pedro Sánchez, y si acaso buscar fisuras entre algunas baronías de dudosa firmeza progresista, o a quien se quiera apuntar a lo que reparten.
En el transcurso,  se ha vuelto a amañar la Mesa del Congreso para dar a Ciudadanos más representatividad de la que le corresponde por los votos obtenidos. Y 5 puestos en las primeras filas del Hemiciclo para que les pillen bien de lleno los tiros de cámara –eso que hoy importa más que lo esencial–. Baste decir que con 32 diputados les han dado 5 sillones a Ciudadanos, mientras a Podemos les han asignado 3 con 71 y al PSOE 7 con 85. Ciudadanos, la niña de los ojos del Poder, ante el que gana puntos con sus servicios a la misma velocidad que los pierde en las urnas. De los acuerdos de investidura llama la atención que se hayan apresurado a querer modificar la ley electoral, pero para cumplir el viejo deseo de Rajoy de hacer alcalde al candidato más votado aunque no tenga mayoría en el consistorio. Añadirle una prima, probablemente, contraviniendo la voluntad popular expresada. Unas veces los pactos de gobierno son un horror, otras una bendición.
¿Y qué cuenta entretanto la prensa oficial? ¿Y las radios? ¿Y las televisiones? ¿Y las tertulias de las televisiones? Lo suficiente como para que parezca casi normal que Mariano Rajoy vuelva a ser presidente. El propio líder del PP se ha atrevido a mentar los peligros que corre la economía y hasta “la vida de personas” si él no está al mando. Tras elevar la deuda pública a niveles desconocidos en un siglo, saquear la hucha de las pensiones y la seguridad social, dar un palo mortal a la sanidad o a la ayuda a la dependencia, poner trabas considerables a la educación y la ciencia o menospreciar a la cultura; tras crear una generación de trabajadores pobres, y tras expulsar del país a miles de jóvenes. Presidiendo un partido paradigma de corrupción. Y después de haber hecho de su legislatura una continuada mentira, tarea en la que ahora da la impresión de haber encontrado un gran soporte y colaborador.
A este medio, CTXT, le han negado las acreditaciones para la sesión de investidura. Desde el Congreso explican que van a ser más restrictivos con esas autorizaciones. Algunos periodistas corroboran que cada vez cuesta más entrar en la sala en la que nos representan los diputados. Hay muchos medios, en efecto. Lo grave es que en el periodismo español son tantas las voces de su amo que parecemos estar en una cueva llena de ecos. Es curioso que se vete la presencia de un medio crítico, cuando escasean. Y más aun conociendo a quienes integran CTXT: periodistas y otros profesionales de absoluto prestigio. Viendo los esperpentos a los que se rinde lisonja, resulta aún más inverosímil. O más verosímil, precisamente.
El periodismo ha tragado mucho con Rajoy. Y son múltiples los ejemplos. La docilidad con la que asumieron tomar notas ante el plasma en el que comparecía para eludir las preguntas. O su huida por los pasillos del Senado. O el tono prepotente e insultante, que emplea cada vez con mayor asiduidad. Recuérdense los dos casos más recientes, cuando ante preguntas especialmente oportunas, se atrevió a negar que había dicho lo que sí había dicho, y zanjó de intolerable forma una pregunta sobre la corrupción. No se levantó nadie. Se es muy 'selectivo' en esas escasas reacciones.
La gente explica que tienen que comer, que al parecer comen mejor los que se desparraman en titulares editoriales tanto a favor de 'los suyos' como contra los adversarios políticos de aquellos a quienes defiende su medio o ellos. ¿Releemos el párrafo? ¿Qué tiene esto que ver con el periodismo, con la información, con la verdad, con el derecho a la información de los ciudadanos?
Y es que sí ha habido bajas, todavía han pasado más cosas. Hemos visto echar de su trabajo, realizado con total dignidad, a periodistas como Jesús Cintora, que se encuentra con una tronzante zancadilla en la plenitud de su carrera profesional. Ya empezó el PP con Ana Pastor, a la que Cospedal apercibió en los Desayunos de TVE y que se quedó sin programa nada más llegar el PP a la Moncloa. Las cadenas privadas tienen esa potestad, que en algunos casos está siendo muy reveladora. Periodistas a los y las que se retira el contrato del dorado Edén de las tertulias por haber firmado informaciones inconvenientes al poder. O asombrosamente coincidentes en el tiempo con esa circunstancia. Cuentas los tejemanejes del Ministerio del Interior y te suprimen la colaboración, como le pasó a Patricia López, del diario Público, con Espejo Público de Antena3. Y en todos los casos ha habido compañeros que se han sentado en la silla caliente. Y estos son solo los casos más visibles. También para el periodismo, la era Rajoy ha sido trágica. En muchos sentidos, basta ver en lo que han convertido a RTVE. Y se ha callado demasiado ante la censura y las restricciones a la información veraz.
Ese silencio pasa factura. Ya se está viendo en esta España enferma a la que le venden un gobierno inaceptable con gestaciones que producen vergüenza ajena. Y que, de llegar a término como con tanto ahínco se empeñan, dará los resultados que cabe esperar a tenor de la experiencia. Los problemas que no se solucionan, se enquistan. Piensan en Ctxt.es que el artículo El AVE que conecta a Cánovas del Castillo y Ana Pastor: un poder con 150 años de historia ha podido influir en la decisión de la hoy presidenta del Congreso. Tan servicial ella con los deseos de Rajoy, se apunta a quitarle de encima periodistas molestos. A ver si no incomodan a su jefe, a ella misma, o a las élites que representan. Aquí, justo en ese artículo, está la historia de la derecha española, sus lucros y sus trampas. Siempre ganan los mismos, y a costa de los mismos. A través de los años, los lustros, las décadas, los siglos… Con un balance real de víctimas. Y la ley del silencio cómplice lo ampara. En una huida hacia adelante que dejará a muchos más en la cuneta. 

AUTOR

Batalla de flores de Laredo 2016


sábado, 20 de agosto de 2016

CUENTOS DE LA ALHAMBRA




ESCAPAR DEL PENSAMIENTO DOMINANTE SIN CAER EN LA MARGINACIÓN

Una Europa normal
Juan José Millás 14.08.2016 | 05:00

Hace tiempo, en el curso de un reportaje sobre las inteligencias singulares, entrevisté a una profesora de la Universidad Autónoma de Madrid que, a una de mis preguntas, respondió que la función de la escuela era «normalizar, producir personas normales». La respuesta me estremeció, pues sabía desde qué idea de normalidad hablaba. De acuerdo con su concepto de la educación, los talentos que no se adaptaran al pensamiento dominante debían ser expulsados del sistema. Y así ocurre: el alumno que no acepta los estrechos cauces que se le ofrecen, se convierte en un fracasado escolar. Lo más curioso de todo esto es que las únicas personas capaces de provocar cambios en la dirección del progreso son precisamente las que logran escapar de esos límites sin caer en la marginación. Difícil equilibrio este, el de permanecer dentro del sistema sin aceptar sus reglas. Tal es espacio de los creadores en el sentido amplio de la palabra, pues también la física o las matemáticas requieren, para avanzar, de grandes dosis de imaginación.
Lo normal, la gente normal, las actitudes normales. La normalidad, en suma. He ahí una condición que funciona más como jaula que como incentivo. La tele nos sirve veinticuatro horas al día, siete días a la semana, como los altos hornos, ejemplos de normalidad que ponen los pelos de punta. De hecho, las mayores atrocidades son perpetradas por personas normales.
–Era muy normal –dicen los vecinos del tipo que ha matado a su madre y se ha paseado con su cabeza debajo del brazo por la calle.

Pero tampoco es preciso llegar a esos extremos. La normalidad más dañina es la cotidiana, la del día a día, la del minuto que tarda el microondas en calentar la taza de café con leche. La normalidad atroz de las noticias políticas, de los concursos de televisión. Las conductas que se nos ofrecen como modelos de normalidad. Los niños que nos muestran como normales en las guarderías y colegios (quizá futuros secretarios de Estado o ministros de Interior). Las relaciones laborales vigentes como ejemplo de normalidad en el trabajo. Los atascos normales de la hora punta. Las acelgas normales, la paella normal. La Europa normal. Qué miedo da todo.

miércoles, 10 de agosto de 2016

LA GUERRA EXPLICADA PARA QUE QUEDE SIN EXPLICAR

La absurda guerra de Pérez-Reverte
El escritor despolitiza en su último libro la contienda española como si el pueblo español, "en guerra constante contra sí mismo, hubiera iniciado una guerra por su vocación de no saber convivir en paz"


Cuando Gulliver naufraga en Lilliput y con el tiempo llega más o menos a integrarse en la vida social de ese pueblo habitado por seres diminutos, se sorprende al descubrir que esas personas en apariencia inofensivas se encuentran en guerra permanente con sus iguales que viven en una isla vecina, en Blefuscu. El enfrentamiento tiene su causa en el modo en que cascan los huevos: unos deciden hacerlo por la parte gruesa, mientras que los otros lo hacen por la parte superior del huevo, más estrecha. A los ojos de Gulliver, el motivo que desencadena la guerra resulta absurdo. Como absurdas -extrapola el lector- son todas las guerras; las causas son siempre ridículas en comparación con las nefastas consecuencias de un conflicto bélico.
Sin embargo, lo que no cuenta la novela de Jonathan Swift es que seguramente si Lilliput se enfrenta a Blefuscu no es por la forma de cascar los huevos; la causa se encontraría en la necesidad de conquistar el territorio vecino y expoliar sus riquezas. Los huevos no son más que el pretexto para iniciar la guerra, el discurso ideológico -o la trampa- que toda clase dominante requiere para legitimar una guerra. Las guerras no son absurdas; al contrario, son siempre políticas.


'La Guerra Civil contada a los jóvenes', de Arturo Pérez-Reverte.
'La Guerra Civil contada a los jóvenes', de Arturo Pérez-Reverte.
'La Guerra Civil contada a los jóvenes', de Arturo Pérez-Reverte-publicada por Alfaguara e ilustrada por Fernando Vicente-, les hace a sus lectores la misma trampa que los liliputienses le hicieron a Gulliver. Despolitiza la Guerra Civil convirtiéndola en un absurdo, como si el pueblo español, en guerra constante contra sí mismo, hubiera iniciado una guerra por su vocación sempiterna de no saber convivir en paz. La Guerra Civil se describe como un absurdo, como si en vez de causas políticas –la agresión del fascismo contra un Gobierno legítimo y democrático– encontrara su motivo en la forma de cascar los huevos.

TODO EN: EL CONFIDENCIAL
DRIVE
OTROS REPORTAJES INTERESANTES: MORADIELLOS
NI LA GUERRA EMPEZÓ EN EL 34 NI LA REPÚBLICA FUE UNA DICTADURA COMUNISTA

domingo, 7 de agosto de 2016

COUNTING STARS





Lately I've been, I've been losing sleep Dreaming about the things that we could be But baby I've been, I've been praying hard Said no more counting dollars
We'll be counting stars
Yeah, we'll be counting stars
I see this life
Like a swinging vine
Swing my heart across the line
In my face's flashing sun
Seek it out and you shall find
Old, but I'm not that old
Young, but I'm not that bold
And I don't think the world is sold
I'm just doing what we're told
I feel something so right
But doing the wrong thing
I feel something so wrong
But doing the right thing
I could lie, could lie, could lie
Everything that kills me makes me feel alive
Lately I've been, I've been losing sleep Dreaming about the things that we could be But baby I've been, I've been praying hard Said no more counting dollars
We'll be counting stars
Lately I've been, I've been losing sleep Dreaming about the things that we could be Baby I've been, I've been praying hard
Said no more counting dollars
We'll be, we'll be counting stars
I feel the love And I feel it burn
Down this river every turn
Hope is a four letter word
Take that money
Watch it burn
Old, but I'm not that old
Young, but I'm not that bold
And I don't think the world is sold
I'm just doing what we're told
And I feel something so wrong
But doing the right thing
I could lie, could lie, could lie
Everything that drowns me makes me wanna fly
Lately I've been, I've been losing sleep Dreaming about the things that we could be But baby I've been, I've been praying hard Said no more counting dollars
We'll be counting stars
Lately I've been, I've been losing sleep Dreaming about the things that we could be Baby I've been, I've been praying hard
Said no more counting dollars
We'll be, we'll be counting stars
Take that money and watch it burn
Sink in the river the lessons I learned
Take that money and watch it burn
Sink in the river the lessons I learned
Take that money and watch it burn
Sink in the river the lessons I learned
Take that money and watch it burn
Sink in the river the lessons I learned Everything that kills me makes me feel alive
Lately I've been, I've been losing sleep Dreaming about the things that we could be But baby I've been, I've been praying hard
Said no more counting dollars
We'll be counting stars
Lately I've been, I've been losing sleep
Dreaming about the things that we could be
Baby I've been, I've been praying hard
Said no more counting dollars
We'll be, we'll be counting stars
Take that money and watch it burn
Sink in the river the lessons I learned
Take that money and watch it burn
Sink in the river the lessons I learned
Take that money and watch it burn
Sink in the river the lessons I learned
Take that money and watch it burn
Sink in the river the lessons I learned
Ultimamente he estado, he estado perdiendo el sueño,
soñando sobre las cosas que podríamos ser, pero cariño he estado, he estado rezando mucho,
dije: se acabó contar dólares,
estaremos contando estrellas,
sí, estaremos contando estrellas.
Veo esta vida,
como una balanceante parra (vine), balancea mi corazón cruzando la línea,
en mi cara se proyecta el sol,
búscalo y lo encontrarás.
Viejo, pero no soy tan viejo,
joven, pero no soy tan descarado (bold),
y no creo que el mundo esté en venta,
solo estoy haciendo lo que nos han dicho, siento algo tan bueno,
 pero haciendo la cosa incorrecta.
 Siento algo tan malo,
 pero haciendo la cosa correcta.
Podría mentir podría mentir, podría mentir, todo lo que me mata me hace sentir vivo. Ultimamente he estado, he estado perdiendo el sueño,
soñando sobre las cosas que podríamos ser, pero cariño he estado, he estado rezando mucho,
dije: se acabó contar dólares,
estaremos contando estrellas.
 Ultimamente he estado, he estado perdiendo el sueño,
soñando sobre las cosas que podríamos ser, pero cariño he estado, he estado rezando mucho, dije: se acabó contar dólares, estaremos, estaremos contando estrellas. Siento el amor, y lo siento arder, bajando por este río, cada giro. Esperanza es una palabra de cuatro letras, coge ese dinero, míralo arder. Viejo, pero no soy tan viejo, joven, pero no soy tan descarado, y no creo que el mundo esté en venta, solo estoy haciendo lo que nos han dicho, siento algo tan malo, pero haciendo la cosa correcta. Podría mentir podría mentir, podría mentir, todo lo que me ahoga me hace querer volar. Ultimamente he estado, he estado perdiendo el sueño, soñando sobre las cosas que podríamos ser, pero cariño he estado, he estado rezando mucho, dije: se acabó contar dólares, estaremos contando estrellas. Ultimamente he estado, he estado perdiendo el sueño, soñando sobre las cosas que podríamos ser, pero cariño he estado, he estado rezando mucho, dije: se acabó contar dólares, estaremos, estaremos contando estrellas. Coge ese dinero y míralo arder, hunde en el río las lecciones que aprendí. Coge ese dinero y míralo arder, hunde en el río las lecciones que aprendí. Coge ese dinero y míralo arder, hunde en el río las lecciones que aprendí. Coge ese dinero y míralo arder, hunde en el río las lecciones que aprendí. Todo lo que me mata me hace sentir vivo.
Ultimamente he estado, he estado perdiendo el sueño, soñando sobre las cosas que podríamos ser, pero cariño he estado, he estado rezando mucho, dije: se acabó contar dólares, estaremos contando estrellas.
Ultimamente he estado, he estado perdiendo el sueño, soñando sobre las cosas que podríamos ser, pero cariño he estado, he estado rezando mucho, dije: se acabó contar dólares, estaremos,
estaremos contando estrellas.
Coge ese dinero y míralo arder, hunde en el río las lecciones que aprendí.
Coge ese dinero y míralo arder, hunde en el río las lecciones que aprendí.
Coge ese dinero y míralo arder, hunde en el río las lecciones que aprendí. Coge ese dinero y míralo arder, hunde en el río las lecciones que aprendí.

jueves, 4 de agosto de 2016

¿COMO PUEDE SER QUE RAJOY SIGA SIENDO PRESIDENTE DE ESPAÑA?

Este artículo intenta explicar por qué todavía hoy Mariano Rajoy y el Partido Popular tienen muchas posibilidades de continuar gobernando España. El artículo analiza las alternativas que tanto en 2015 como ahora en 2016 existirían para evitar que ello ocurriera, señalando que es el aparato del PSOE, así como las figuras históricas de este partido, los que son responsables de que Mariano Rajoy siga teniendo esas posibilidades.
Vicenç Navarro
Autor del libro Ataque a la democracia y al bienestar. Crítica al pensamiento económico dominante. Anagrama, 2015
Es vergonzoso que una persona que ha mostrado semejante tolerancia con la corrupción en su propio partido, con tan escasa sensibilidad democrática (utilizando los aparatos del Estado para destruir a sus adversarios políticos, a algunos de los cuales considera en la práctica como sus enemigos), responsable de la imposición de las políticas públicas más reaccionarias y represivas que la población en España haya sufrido desde que tiene democracia, y que han deteriorado enormemente la calidad de vida y bienestar de la población, pueda llegar a continuar gobernando este país como presidente del gobierno español, dirigiendo uno de los partidos políticos más corruptos de Europa. ¿Cómo puede ser esto?
La respuesta a esta pregunta incluye diversas dimensiones, y muchas de ellas se remontan a la manera en cómo se hizo (la mal llamada modélica) transición de la dictadura a la democracia, que perpetuó el enorme dominio que las fuerzas conservadoras que controlaban el Estado dictatorial continuaran teniendo en el periodo democrático, tanto sobre el Estado como sobre la gran mayoría de los medios de información y persuasión. Ni que decir tiene que hubo cambios significativos e importantes, sobre todo en la década de los ochenta durante el gobierno del PSOE, que introdujo lo poco que España tiene de Estado del Bienestar. Pero estos cambios, aunque importantes, no han alterado el dominio de aquellas fuerzas conservadoras, como lo muestran tres indicadores, entre otros muchos. Uno de ellos es que el gasto público social por habitante (gasto que cubre las transferencias públicas, como las pensiones, y los servicios públicos, como la sanidad, la educación, los servicios sociales, la vivienda social, las escuelas de infancia –mal llamadas guarderías en España-, los servicios domiciliarios a las personas con dependencia y la prevención de la exclusión social, entre otros) es de los más bajos de la UE-15 (el grupo de países de semejante nivel de desarrollo económico al español). Dicho gasto es mucho más bajo (hay 60.000 millones de déficit en el gasto público) de lo que España debería gastarse en su Estado del Bienestar por su nivel de riqueza económica (véase mi libro El subdesarrollo social de España. Causas y consecuencias. Anagrama, 2006).