miércoles, 6 de marzo de 2019

TOREANDO A LA CENSURA FRANQUISTA

ANA ALFAJEME

FRANCO DANDO DE MAMAR O AHORCADO: LO QUE EL QUIJOTE O UN LIBRO SOBRE GOYA ESCONDÍAN.

Los exiliados en Francia usaban libros de apariencia inocua para enviar a España ataques al franquismo. Una exposición muestra la gran producción editorial de los desplazados.
España. Años cincuenta del pasado siglo. Al abrir un librillo que publicita los aguafuertes de Goya aparentemente destinado a estudiantes de arte, alguien se topa con... caricaturas del dictador Francisco Franco dando de mamar a un bebé coronado (¡Chupa, Carlitos!, ¡Chupa, rey mío!, se lee al pie); con bata de cola y castañuelas bailando al ritmo de la guitarra del Tío Sam (¡Bien pagá!) o apaleado por obreros y estudiantes, transmutado en rata. Si cayese en manos del régimen, el censor no hallaría rastro de la editorial, llamada muy gráficamente Pulgón Iberia.

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