jueves, 30 de junio de 2005

Para Savater


Rafael Sánchez Ferlosio
EL PAÍS - Opinión - 30-06-2005

Carta al Director contestando al anterior artículo de Savater, "el exceso moral", más que contestación es un inestimable complemento, pocas veces se puede observar este tipo de cruce de artículos , dialogantes y de gran erudición.

En vez de despachar a la Iglesia católica con un sarcasmo barato ("que vive sobre todo de la gestión de bautizos, bodas y entierros"), bien podría haber criticado lo verdaderamente resonante de su intervención en la cuestión de las leyes estatales para nuevos matrimonios: el intento de incoar entre los católicos con atribuciones administrativas concernientes al caso (alcaldes, etcétera) una especie de "objeción de conciencia obligatoria". Ya sé que "obligatoria" implicaría aquí una contradictio in adjecto, y lo pongo en cursiva -o sea con reservas- para no ser arbitrario, porque la jerga eclesiástica se ha vuelto hoy tan viscosamente equívoca que, en lugar de "decir", "deja caer". Antaño, por lo menos, cuando el populismo no lo había llevado del todo hasta la afasia, el lenguaje de la Iglesia hacía gala de hermosas distinciones, como aquellas que especificaba si una opción determinada era "de precepto" o era "de consejo". Me parece que la idea de "objeción de conciencia" connota más bien una opción "de consejo", que en nuestro caso podría formularse así: "No prohíbo a los alcaldes católicos que ejerzan la función legal de administrar el matrimonio civil entre personas del mismo sexo (que, por lo demás, para la Iglesia es nulo y ninguno como cualquier otro matrimonio civil), tan sólo quiero, paternalmente, advertirles de lo imprudente y hasta peligroso que el hacer extensivas sus atribuciones administrativas a semejante práctica podría resultar para sus conciencias, la salvación de sus almas y la ejemplaridad entre los creyentes". Si la opción fuese, en cambio "de precepto", comportaría, a mi entender, una prohibición moral cruda y desnuda -cuya infracción sería, sin más, pecado-, y, en modo alguno, podría ser objeto de un trance como el que suele llamarse "objeción de conciencia", al menos en el significado y el sentido en que yo intento interpretar todo el asunto, pues, por muy gratamente que resuene en cualquier buen oído castellano la pareja de términos "de precepto" y "de consejo", su contraposición conceptual no deja de adolecer, llevada al límite, de un toque de la tradicional y venerable logomaquia fundacional del cristianismo.Comoquiera que sea, Fernando Savater -cuyo artículo El exceso moral (EL PAÍS, 27-6-2005) es el objeto de esta carta-, tan contumaz apasionado de "la sociedad laica de garantías y libertades", bien podría haberse acordado de mejores tiempos, en los que nada menos que la Iglesia dogmática anticipaba argumentos válidos contra la actitud de la actual Iglesia del populismo publicitario. Así, del memorable pasaje de la Summa theologica (Secunda secundae, Quaest. X, Art. X), en las cuatro frases que empiezan: 1. "Alio modo possumus...", 2. "Ubi considerandum...", 3. "Ius autem diuinum..." y 4. "Ideo distinctio...", donde Santo Tomás de Aquino prefiguraba ya la separación de la Iglesia y el Estado; o, más ceñidamente a nuestro asunto, de Francisco de Vitoria, cuando admite que la deontología contractual prevalezca sobre la conciencia moral del funcionario y nada menos que con el ejemplo del verdugo: "No puede admitirse que si el verdugo duda de la justicia de la sentencia del juez dude también de si le es lícito ejecutarla, sino que, por el contrario, está obligado a hacerlo". A mí no me entusiasma la "sociedad contractual", porque la subordinación de la conciencia personal a la deontología comporta una evidente capitidisminución moral de los sujetos, pero hay que entender los motivos de Vitoria, porque el ejemplo del verdugo está puesto para discurrir sobre el deber moral de los soldados -o sea sobre lo primero que hoy se ha llamado "objeción de conciencia"-, y su buen deseo no era probablemente otro que el de aliviar las conciencias de tantos infelices como los que en su tiempo se veían obligados a tomar las armas. Sea como fuere, Vitoria se anticipaba, respecto del Estado, a la pintoresca fórmula últimamente ofrecida por el nuevo Papa: el "sano laicismo". No menos pintoresco resulta que a las derechas españolas les hayan fallado de pronto y simultáneamente sus dos máximos mentores: el Vaticano y la Casa Blanca; el primero con la dicha recomendación, y la segunda con la revelación de que lleva algún tiempo "hablando con terroristas". ¡Qué horror, querido Fernando!

El exceso moral

Uno de los peores tópicos de la ideología reaccionaria actual (a veces disfrazada de contrariado izquierdismo) es el que postula una grave crisis de valores éticos y toca a rebato para movilizar en su defensa. El diagnóstico es fraudulento, pero valioso sin duda como síntoma... aunque no de una pugna moral sino política. Porque uno de los retos políticos que tienen nuestras democracias es la institucionalización efectiva del pluralismo moral. Este pluralismo es difícil o imposible de asumir por los integristas y fanáticos de toda laya, pero también por quienes no tiene más moral que la rutina tradicional. Dentro de una sociedad democrática, las opciones morales o religiosas son derechos privados que pueden aspirar a manifestación pública... en convivencia con otras semejantes. Por el contrario, los intransigentes las consideran no derechos sino deberes, cuya imposición es inexcusable para todos so pena de catástrofe de la decencia civilizada. Es interesante subrayar que esta postura no sólo la adoptan los creyentes más aguerridos sino también quienes jamás reflexionan sobre problemas morales y no quieren que las circunstancias sociales o los cambios históricos les impongan tan fatigoso ejercicio. Gran parte de los que más vociferan sobre la crisis de los valores lo que pretenden defender es la comodidad autocomplaciente que les evita cuestionarlos, razonarlos o mantenerlos con esfuerzo propio frente a otros también respetables.
Porque en la sociedad laica de garantías y libertades que es la democracia occidental (los que prefieran un modelo más piadoso pueden acogerse a la ortodoxia de Arabia Saudí), la cuestión de la vida buena -moralmente deseable- siempre permanece abierta al libre debate y nunca alcanzará la unanimidad del eterno acuerdo sino, en el mejor de los casos, la habitable transitoriedad del desacuerdo razonable. Precisamente son las leyes civiles, distintas de las normas o preceptos morales, las que delimitarán el campo social dentro del cual podrá jugarse lícitamente la partida pluralista. Supongo que cualquiera que se denomine "liberal" en un sentido no estrictamente predatorio del término debería suscribir este elemental punto de vista pero en España vivimos de sorpresa en sorpresa. Y en los Estados Unidos de hoy, desafortunado modelo de tantos, para qué hablar: sobre este tema conviene leer Moral Politics: How liberal and conservative thinks (University Chicago Press), la obra principal de Georges Lakoff, que fue -sin que la fuerza realmente le acompañase- el mentor ideológico de la campaña demócrata de Kerry a la elección presidencial. En un punto es realmente importante el libro de Lakoff: convierte el tema de la familia en el principal campo de batalla entre los dos grandes partidos. Es decir, la familia de modelo tradicional, centrada en la autoridad del páter familias, frente a la familia asistencial del cuidado mutuo y la complementariedad en acelerada transformación social. Lo que ocurre es que en EE UU son liberales los no conservadores y conservadores los no liberales, mientras que en España lo que más abundan son los liberales en conserva. Y así la confusión sigue aumentando...
Ejemplo de lo cual se ha visto recientemente en la manifestación de Madrid contra la ley que autoriza el matrimonio entre homosexuales, denominada "En defensa de la familia". Como sabe cualquiera que se haya interesado algo por cuestiones antropológicas, tipos de familia ha habido muchos a lo largo del tiempo y a lo ancho del espacio. Y todos, hasta los más raros, compatibles con la humanidad de nuestra especie. Es lógico que la Iglesia Católica -que vive sobre todo de la gestión de bautizos, bodas y entierros- haga aspavientos si cree que van a alterar la parcela que administra desde hace tanto con astuta alternancia de tiranía y paternalismo. Pero el resto del personal sabe muy bien que los cambios en la estructura familiar provienen sobre todo de la incorporación de la mujer al mercado laboral, de las medidas de control de natalidad, del divorcio y del precio de la vivienda (que influye en su decreciente tamaño), no de las reivindicaciones de los homosexuales. No tiene por qué considerarse un atentado contra la familia el reconocimiento legal de nuevas formas de convivencia que convienen a bastantes (con sus correspondientes efectos económicos y jurídicos) sin menoscabar los derechos de nadie. Para evitar malentendidos, hubiera sido deseable no llamar "matrimonio" (que es la denominación que recibe la familia formada por una pareja de distinto sexo) a las que legítimamente quieren constituir las del mismo sexo. Invocar la igualdad de derechos en este campo es una tontería, porque las condiciones desiguales permiten derechos específicos para cada una: el de pasar revisiones ginecológicas periódicas, por ejemplo, corresponde a las mujeres pero no a los varones. A ver si después de tanto cacareo sobre el respeto a la diferencia ahora va a resultar que hay que anularla por vía institucional...
El erotismo humano es -afortunadamente- diverso y complejo: las relaciones homosexuales forman parte de él y su condena no proviene de la moral sino de la negra superstición, que odia y/o teme cuantos placeres no comparte. Pero la procreación no es un juego erótico sino un proceso natural que implica hembra y varón. Decir que tener padre y madre puede ser sustituido por tener dos papás o dos mamás es una sandez del mismo calibre que sostener que pueden tenerse dos pies izquierdos o dos pies derechos sin que el caminar se resienta en lo más mínimo. Como muchos hijos de padre y madre los pierden demasiado pronto, o son abandonados por ellos, pueden ser criados por personas bondadosas (solas o en parejas del mismo sexo) que se hagan cargo afectivo de ellos. Para determinar qué personas son aptas para tales adopciones, las preferencias eróticas son perfectamente irrelevantes porque no determinan el comportamiento decente o indecente de nadie: abundan los heterosexuales capaces de violar a las propias hijas y los homosexuales pudibundos hasta la gazmoñería, crea lo que creyere el profesor Polaino (con quien por cierto tuve ya un debate en televisión sobre este tema hace más de una década: no sé cómo me las arreglo para comerme siempre las primicias de estos frutos del bosque...). Pero a mi juicio nadie tiene derecho a programar y fabricar huérfanos en probeta para complacer a solteros o parejas de igual sexo. No sé (nadie sabe) si los niños crecen peor, mejor o igual sin padres que con padres, pero de lo que estoy seguro es de que nadie tiene derecho de privar a un semejante de su filiación azarosa en la trama intersexual. Si esto es un prejuicio, lo asumo como tal y estoy dispuesto razonadamente a sostenerlo... aunque no saldré a la calle en compañía de turbios nigromantes para que se me confunda con su parroquia.
En un estudio de interés desigual pero de ambición conjunta estimable, El pánico moral (Ed.Grasset), Ruwen Ogien propone los siguientes tres principios de ética mínima: 1) principio de consideración igual, que pide conceder el mismo valor a la voz o los intereses de cada cual; 2) principio de neutralidad respecto a las concepciones de bien personal; 3) principio de intervención limitada en caso de daños flagrantes causados a otro. Aunque a mi juicio 1 y 2 son casi equivalentes, me parece un posible programa reductor para abreviar los daños de la grandilocuencia moral. El abuso moralizante puede convertirse en un serio enemigo de las libertades y garantías en nuestras democracias. En Estados Unidos, paraíso de la silicona y los escotes vertiginosos, abundan las denuncias por "inmoralidad" contra mujeres que amamantan a sus hijos en público (una de ellas, con gracia certera, repuso que no tenía la culpa de que algunos confundiesen la función con la forma). Por supuesto en la teocracia saudí se prohíbe conducir vehículos a la mujer también con argumentaciones pseudoéticas: las pobres no tienen coche y las ricas envían a sus criados a la compra y sólo utilizarían el auto para flirtear y crear atascos... Limitemos los excesos morales cuanto se pueda, tanto los de quienes ven por todas partes atentados contra lo más santo como los de los entusiastas que convierten la consecución de cualquier capricho en un alto logro de la civilización progresista. Y recordemos al viejo erasmista que hace cinco siglos recomendaba: "En lo necesario, unidad; en lo no necesario, pluralismo; y siempre, caridad".

Fernando Savater es catedrático de Filosofía de la Universidad Complutense de Madrid
EL PAÍS - Opinión - 27-06-2005

lunes, 27 de junio de 2005

Guantánamo territorio sin ley


Guantánamo es "la base naval más antigua de todas las de EE UU en el extranjero, y la única en un país comunista", como dice su página web oficial. EE UU se estableció allí en 1898, tras la guerra con España, y en 1903 firmó el acuerdo que consagró a perpetuidad su presencia, salvo por decisión conjunta de La Habana y Washington. Pero Guantánamo es hoy más que eso: es uno de los puntos fuertes de fricción entre EE UU y la mayor parte de la comunidad internacional. Más aún: Gitmo -la abreviatura en la que ha quedado su larga y complicada pronunciación- es también un factor de choque entre el poder judicial y el ejecutivo en Washington y un motivo de enfrentamiento en el Congreso.

En plena polémica tras la información de Newsweek sobre presuntas profanaciones del Corán en Guantánamo y la presión de varios congresistas a favor de desmantelar las instalaciones, Cheney descartó el cierre y dijo que los prisioneros reciben "bastante mejor trato" que el que tendrían bajo cualquier otro Gobierno y que la información que se ha obtenido de ellos ha sido y es muy útil. El secretario de Defensa, Donald Rumsfeld, dijo que no estaba al tanto de ningún debate sobre el futuro de la prisión, pero George W. Bush introdujo un matiz: "Estamos explorando todas las alternativas sobre cómo llevar mejor a cabo el objetivo fundamental, que es proteger a EE UU".

"Yo creo que la Administración se ha colocado en un callejón sin salida. Me da la impresión de que especialmente el vicepresidente se ha propuesto no ceder ante la presión que existe y casi ha hecho una cuestión de principio", dice José Miguel Vivanco, director para las Américas de Human Rights Watch, que cree que "el proyecto Guantánamo no es viable. Como dirían las instituciones financieras, no es sustentable. Es cuestión de tiempo: no van a dar su brazo a torcer en los próximos días, semanas o meses, pero este proyecto no es sustentable".

"El debate no es el del cierre", dice Michael O'Hanlon, de la Brookings Institution. "No necesitamos cerrar Guantánamo. Los problemas que plantea esa cárcel pueden surgir en cualquier lugar, así que no estoy muy seguro de que ganemos nada con el cierre". En otro sentido, Rumsfeld coincide: "El auténtico problema no es Guantánamo. El problema es que, en buena medida, nos movemos en un territorio inexplorado en esta lucha compleja y no convencional contra el extremismo".

Si el asunto no es el cierre, ¿qué hay que hacer? "Mejorar la transparencia del proceso independiente de revisión en curso, incluso aunque se haga en el seno del Departamento de Defensa, para que se le garantice a la gente un juicio justo incluso en tiempos de guerra". En otras palabras, añade O'Hanlon, "hacer el máximo esfuerzo para evitar detenciones de inocentes y asegurar que todos los detenidos son tratados correctamente. Y hacerlo de la forma más visible y transparente posible".

Como tantos otros debates en EE UU después del 11-S, el de Guantánamo -en realidad, el debate sobre qué hacer con los nuevos enemigos- ha estado dormido durante una larga temporada. El choque emocional de los atentados, las guerras de Afganistán e Irak y el perfil de George W. Bush como presidente de guerra galvanizaron a la opinión pública y difuminaron la oposición demócrata y el papel de los medios. El Gobierno definió a los terroristas de Al Qaeda como "combatientes enemigos ilegales" (por tanto, razonó, no necesariamente sujetos a lo que estipula la Convención de Ginebra sobre los prisioneros de guerra). Para completar, se agrupó a estos "combatientes ilegales" en la prisión de la base de Guantánamo, que antes había alojado a refugiados cubanos y haitianos. Como la soberanía de Guantánamo reside en última instancia en Cuba, el Gobierno creyó haber encontrado una solución: los detenidos no están en territorio norteamericano, con lo que en ningún caso disfrutan de los derechos constitucionales que tendrían en EE UU. A partir de 2002, el Pentágono trasladó a tres centros de detención de la base a cientos de prisioneros desde Afganistán y otros lugares.




Tribunal Supremo
Pero el Tribunal Supremo echó por tierra el argumento hace un año, en el fallo del caso Rasul versus Bush: los presos de Guantánamo, dijo el organismo, que funciona como un tribunal constitucional, deben tener acceso a los tribunales estadounidenses, porque EE UU controla la base. El 9 de noviembre, el juez James Robertson dio un paso más: si se quiere definir a los detenidos como "combatientes enemigos", hay que poner en pie tribunales para que decidan sobre su situación; "el Gobierno ha abusado de su autoridad al declararles enemigos y negarles la posibilidad de acceder a las pruebas que debería haber contra ellos". La situación actual es de compás de espera de la revisión judicial de los procedimientos.

"Guantánamo nace del subterfugio de afirmar que no es territorio norteamericano, pero la intención es retener a los presos indefinida y arbitrariamente, sin responder a ninguna autoridad interna ni internacional y al margen del control judicial", sintetiza Vivanco, para el que, una vez desautorizada judicialmente la teoría de la excepcionalidad, "el tema no tiene misterios: si se trata de combatientes de una fuerza regular que lucha contra EE UU o cualquier Estado, cae en lo previsto en las Convenciones de Ginebra para conflictos armados y prisioneros de guerra. Y si se trata de miembros de Al Qaeda, la propia Ginebra dice que en caso de duda, un tribunal independiente debe decidir con la mayor celeridad la condición jurídica de esas personas". En otras palabras, "si cometieron crímenes de guerra o pertenecieron a células terroristas responsables de hechos atroces, hay que procesarlos: acumular las pruebas, garantizarles un juicio justo y llevarlos a un tribunal. Si sólo se les puede atribuir haber pertenecido a una fuerza irregular armada, sin pruebas de participación en un crimen de guerra, Ginebra establece que deben ser puestos en libertad tan pronto como cesen las hostilidades. Y las hostilidades han cesado en Afganistán".

Desde el 11 de enero de 2002 y según datos del Departamento de Defensa, 234 prisioneros han sido puestos en libertad y 520 -pertenecientes a más de 40 países- siguen encerrados. El coste de las instalaciones construidas supera los 100 millones de dólares y el presupuesto anual de funcionamiento oscila entre 90 y 95 millones. Y a pesar de las decisiones judiciales y de la polémica, el pasado 16 de junio el Pentágono anunció que una empresa perteneciente al conglomerado Halliburton construirá un nuevo centro para reclusos de 30 millones de dólares.

Sitio lógico
Stuart Taylor, un experto constitucional que conoce muy bien el Tribunal Supremo, dice sí a Guantánamo, pero con garantías. "Yo no creo que tenga mucho sentido cerrar la cárcel de la base, porque algunos de los prisioneros son aparentemente terroristas y potenciales asesinos que no deberían ser puestos en libertad, aunque será difícil probar su culpabilidad. Si tienen que estar encarcelados en alguna parte, Guantánamo es un sitio lógico". Por otra parte, continúa, "creo que hay que dar a los presos mayores garantías procesales, incluyendo abogados, para evitar que se clasifique erróneamente como 'combatientes enemigos' a gente que podrían ser civiles inocentes. Y pienso también que el Gobierno tiene que vigilar mucho más para que los presos sean tratados humanamente, tiene que demostrárselo al mundo y tiene que dar respuestas mucho más creíbles a las frecuentes acusaciones de trato inhumano".

"La cuestión no es si están bien o mal, aunque sea muy importante; estoy seguro de que, en líneas generales, están bien tratados. La cuestión es por qué están ahí, de qué se les acusa", dice un observador europeo en Washington, que evoca la resolución del Europarlamento en la que se dice que Guantánamo supone "un profundo desacuerdo" con EE UU que "genera tensiones en las relaciones transatlánticas". "Es algo que alimenta el antiamericanismo y complica la vida a los atlantistas europeos. La cuestión no es si esta gente debe estar en la cárcel o no; me parece obvio que sí deben estar. Yo no dudo de que hayan hecho barbaridades, pero la cuestión es que les acusen, les juzguen y les condenen, y que tengan un mínimo de derechos. Si se les considera soldados, ya hay esos derechos; si se considera que no, que se creen otras normas". El mismo observador cree que se podría aceptar el reto lanzado el lunes por Bush e ir a Guantánamo: "Puede ir un grupo de eurodiputados, alguien del equipo de Javier Solana, un representante de la Comisión... ¿por qué no aceptar el guante?".

Taylor dice que hay dos clases de combatientes enemigos: "Los ilegales y los prisioneros de guerra. Ambos están protegidos por Ginebra y por la Convención contra la Tortura, pero algunos de los detenidos en Guantánamo son especiales, y ahí el Gobierno tiene razón; por otra parte, puede haber civiles encarcelados por error". Por eso, añade, "he criticado el arrogante rechazo del Gobierno de reconocer esta posibilidad o, hasta la decisión del Supremo, de proporcionar asistencia a estos detenidos".

Sólo parte de los estadounidenses están preocupados por el debate. El Centro Pew dice que la mitad de la población ha oído hablar de malos tratos a prisioneros, y que dos tercios creen que se trata de incidentes aislados. Es la posición que refleja el senador republicano Jon Kyl: "Es importante lo que el resto del mundo piense de EE UU, pero es aún más importante que nos defendamos". Los detenidos "no están en un limbo legal; las leyes internacionales permiten a cualquier país detener a los combatientes enemigos mientras dura el conflicto, para que no maten a más y para obtener información útil". Para Kyl, las críticas sobre el Corán en Guantánamo "deben haber hecho que Osama Bin Laden se parta de la risa; nadie se ha preocupado mucho por los malos tratos de musulmanes a manos de otros musulmanes, como pasa cada día en Irak (...), y los presos en Guantánamo están bien tratados si se comparan con los occidentales capturados por terroristas en Irak, que suelen acabar decapitados".

Vivanco es relativamente optimista: "Las autoridades judiciales de EE UU no pueden permitir que los detenidos, en Guantánamo o donde sea, estén al arbitrio del poder ejecutivo y del poder militar, porque es un símbolo brutal del ejercicio del poder absoluto, el poder sin límites". Es cuestión de tiempo, dice, "porque, felizmente, aquí rige el Estado de derecho". Hay, además, una razón de eficacia: "Si se quiere tener autoridad moral para pedir cuentas -y es algo que yo aplaudo- a Rusia, a Egipto, a Siria o a Corea, no se puede socavar esa autoridad". El problema, añade, es que "por orgullo y porque están a la defensiva, tratan de retrasar todo". Otra poderosa razón para aplazar las reglas de juego claras para los detenidos "es que saben que será difícil que los casos pasen la prueba de los tribunales militares, y qué mejor ejemplo de lo que es una detención arbitraria que una corte militar no encuentre nada. Esos tribunales serán los principales aliados del respeto a los principios de Ginebra: sabemos -porque hemos hablado con ellos- que lo que más les importa a los militares americanos es que se erosione el principio del respeto a los prisioneros de guerra, porque ellos son la carne de cañón de mañana".

Un precio caro
Taylor entiende que el actual sistema tiene la ventaja de que "puede salvar vidas, al neutralizar a potenciales terroristas y obtener información útil que evite futuros atentados". Pero "es evidente que el sistema ha costado muy caro a EE UU: daña nuestra exigencia de que se cumplan los derechos humanos y nuestra imagen, y puede facilitar el reclutamiento de yihadistas para operaciones suicidas". Habría, concluye Taylor, "un montón de antiamericanismo xenófobo e hipócrita en Europa y en el mundo árabe incluso aunque el trato a los sospechosos de terrorismo hubiera sido impecable, pero es que, además, ha estado muy lejos de ser impecable. Y las comunicaciones modernas magnifican el impacto de ciertas cosas, incluso cuando sólo afectan a un pequeño porcentaje de presos y aunque los malos tratos no se puedan ni comparar con los que cometieron, en guerras anteriores, los que ahora critican a Estados Unidos".

Un debate estrangulado


EL MALTRATO A LOS PRESOS en Guantánamo, especialmente durante los dos primeros años, ha sido reflejado por la Cruz Roja Internacional, pero también por el FBI a partir de declaraciones de ex presos. El pasado jueves, expertos de la ONU dijeron que Washington no había respondido a su solicitud de ir a la base, y que tenían en su poder relatos de detenidos que aseguran haber sido sometidos a torturas. En varias ocasiones las autoridades estadounidenses han dicho que los militantes de Al Qaeda que quedan en libertad tienen esa consigna. Tras la publicación en Newsweek -luego rectificada- de que se había tirado un Corán por el retrete en Guantánamo, Defensa investigó y admitió varios casos -voluntarios e involuntarios- de trato incorrecto del libro sagrado musulmán y de humillaciones diversas a los presos. Poco después, Amnistía Internacional (AI) dijo que Guantánamo es "el gulag de nuestro tiempo".

Michael O'Hanlon, de la Brookings Institution y que fue miembro activo de AI, cree que es "un comentario equivocado, que enciende los ánimos contra EE UU y sus amigos y aliados, y perjudica a Amnistía y a sus objetivos en todo el mundo". José Miguel Vivanco, de Human Rights Watch, coincide en que "la analogía no es feliz" porque "en el gulag murieron deliberadamente cientos de miles de personas".

Pavel Litvinov, un disidente que sufrió la represión en la antigua URSS y recibió la ayuda de AI, escribió en The Washington Post que un responsable de Amnistía le pidió que apoyara la declaración. "¿No crees que hay una diferencia enorme entre el gulag y Guantánamo?", le dijo el ex disidente a su amigo. "Claro, pero es una manera de llamar la atención". Litvinov cree que hay que exigir a EE UU "un comportamiento acorde con la Constitución, la ley y las tradiciones" que impida "detener indefinidamente a gente sin darles garantías", pero que las palabras son importantes: "Al usar el término gulag se permite al Gobierno de Bush desestimar críticas justificadas y se socava la autoridad de Amnistía, una organización que vale demasiado como para que esté secuestrada por líderes políticamente sectarios".

Varios congresistas demócratas y algunos republicanos no necesitaron la semana pasada que nadie les llamara la atención. La situación "es causa de embarazo internacional para nuestro país y nuestros ideales", según el demócrata Patrick Lehay; Bush "no tiene credibilidad", según Joseph Biden; "en muchas partes del mundo no nos ven como la nación de Jefferson, Hamilton y Madison, sino como un país que aprisiona a gente sin juicio y les degrada y tortura", dijo Ted Kennedy; para el republicano Mel Martínez, igual que para John McCain, "Bush debe considerar el cierre de Guantánamo"; según su compañero Chuck Hagel, "EE UU está perdiendo la batalla de la imagen en el mundo".

Pero un exceso complicó el debate: el demócrata Richard Durbin dijo que si no fuera porque se trataba de un informe del FBI sobre Guantánamo, "podría uno creer que era algo hecho por los nazis, los soviéticos en sus gulags o regímenes enloquecidos como el de Pol Pot". La que se armó en días posteriores fue espectacular: "Un ataque premeditado y monstruoso contra los militares", dijo el tejano Tom DeLay, líder republicano en la Cámara. "Creo que es una vergüenza decir que hay hombres y mujeres en el Ejército que actúan así", aseguró Richard Daley, alcalde demócrata de Chicago y amigo de Durbin, que intentó una especie de disculpa inicial "por el malentendido". Pero la tormenta siguió y empeoró debido a la televisión por cable, la radio e Internet, con comentarios como éste, extraído de un blog: "Nueve millones de personas, incluidos seis millones de judíos, murieron en los campos de la muerte de Hitler; 2,7 millones murieron en los gulags de Stalin y 1,7 millones de camboyanos murieron cuando Pol Pot arrasó el país. Nadie ha muerto en Guantánamo. Que te jodan, Dick Durbin. A lo mejor tu familia debería acabar en un campo de concentración terrorista para que no hicieras esas comparaciones. ¿Por qué no te pudres en el infierno, hijo de puta?".

El pasado martes, Durbin, casi con lágrimas en los ojos y voz entrecortada, pidió perdón en el Senado. Aparte del chaparrón, el senador quizá tuvo acceso al sondeo de la firma Rasmussen en el que se dice que sólo el 20% de los norteamericanos cree que los presos de Guantánamo han sido tratados injustamente. Para el 36% reciben un trato "mejor del que merecen", y para el 34%, el trato es "correcto". Un 14% está de acuerdo con lo que dijo Durbin, y un 69%, en contra.

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domingo, 26 de junio de 2005

El profesor chiflado

Hace algunos años, no muchos, daba sus clases en la Universidad Central de Madrid un profesor de Psiquiatría llamado Antonio Vallejo Nájera, que, además, era coronel del Ejército y autor de una serie de libros en los que explicaba que el marxismo es una enfermedad mental y hereditaria, que las personas de izquierdas resultaban peligrosas como un virus, porque tendían a propagar ideas contra la moral y contra la sociedad, y que todo ello obligaba a separarlas del resto de los ciudadanos para eliminarlas o, como mínimo, aislarlas en centros especiales.

Ese cangrejo cerebral se llama eugenesia y es la madre del fascismo, pues sus teóricos y sus legionarios no persiguen otra cosa que la selección de la raza.

El doctor Gregorio Marañón, una de esas personas a las que en España se les ha otorgado, misteriosamente, el título de "liberal", defendía principios similares en algunas de sus obras, como, por ejemplo, en la titulada Amor, conveniencia y eugenesia, donde asegura que los débiles mentales o físicos deben ser apartados del resto de las personas, quizá para ser confinados en sanatorios o granjas especializadas, y llega incluso a proponer una estrategia: a los hombres que fueran declarados inútiles para el servicio militar se les debía prohibir, por ley, contraer matrimonio: así no engendrarían hijos endebles y la especie se iría haciendo, poco a poco, perfecta.

Ahora, otro catedrático o ex catedrático de la Complutense, de cuyo nombre no pienso acordarme, acaba de ir al Senado a decir que ser homosexual también es una enfermedad, generalmente inoculada, a lo largo de una infancia difícil, por padres "hostiles, violentos, alcohólicos o distantes" y madres "sobreprotectoras, frías, necesitadas de afecto y emocionalmente vacías". En ese ambiente, tras padecer "alrededor del treinta por ciento" de los futuros gays o lesbianas abusos sexuales que, en opinión del ponente, les provocan "depresiones graves, trastornos obsesivos, crisis de ansiedad, esquizofrenia y un narcisismo patológico", la mayor parte de ellos se lanzan a la "promiscuidad" y tienen tendencias suicidas.

Menudo problema para el PP, que fue el partido que llevó a este Sócrates a la Cámara alta, porque, siguiendo sus recomendaciones, da la impresión de que habría que prohibir la familia tradicional, ese foco infeccioso. Hay que ver.

Por lo demás, el discurso del nuevo eugenista coincide, punto por punto, con el de sus maestros. Él también cree que los homosexuales padecen, como lo padecían los marxistas imaginados por Vallejo Nájera, "fobia social"; y también cree que "se les puede ayudar con terapia reparativa". ¿Se refiere, tal vez, a que los homosexuales debieran ser recluidos en manicomios, como durante el franquismo, para aplicarles, entre otros remedios, curas a base de electrochoques? Algunos supervivientes de esos experimentos han contado en qué consistía aquella tortura disfrazada de medicina: mientras les aplicaban la descarga eléctrica, sus verdugos de bata blanca proyectaban en una pantalla la imagen de un joven hermoso; cuando cesaba el martirio, en la pantalla había una mujer. Supongo que en el caso de las lesbianas el tratamiento sería igual, sólo que al revés.

En realidad, lo preocupante de todo este asunto no son sus protagonistas principales, una gente con la que, como mucho, se podría filmar El profesor chiflado 3, sino el hecho de que hayan llegado a catedráticos. Porque imagínense sus clases en la facultad y el montón de chatarra que han debido meterle en la cabeza a sus alumnos. No olviden que ese nuevo cruce entre Sócrates y Cantinflas que el otro día habló en el Senado tiene otro libro en el que asegura que las posesiones diabólicas existen y recomienda que se recurra a exorcistas para liberar el alma de los poseídos. O sea, que más peligro para el PP: ¿Se imaginan si exorcizamos a Acebes y lo que se le saca de dentro es al cardenal Rouco? Menudo escándalo.

Pero ahora que estamos en época de exámenes, quizá todo esto nos debería hacer valorar la posibilidad de echarle también un vistazo a los profesores, que por ahí hay cabezas a las que habría que mirarles la fontanería. Eso sí, me apuesto a Zaplana contra Bono a que si Sócrates habla antes de la manifestación del otro día, la mitad de la gente se queda en casa. Es que las personas normales no somos así. BENJAMÍN PRADO.EL PAÍS - 23-06-2005


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jueves, 23 de junio de 2005

La familia, bien

Digan lo que digan, al clero siempre le saldrán mejor, mucho más lucidas, las procesiones que las manifestaciones; en eso y en algunas cosas más, como la obediencia debida, la disciplina estricta, la jerarquía irrebatible y el gusto por los uniformes de fantasía, los clérigos se parecen bastante a los militares, que también lucen mucho más en los desfiles y en las procesiones que en las algaradas y los pronunciamientos.
Cuánto mejor les hubiera quedado una procesión multitudinaria, encabezada por obispos y arzobispos en hábitos de gala, con sus mitras y sus báculos, sus capas de amplio vuelo y sus vestiduras recamadas, a prueba de rasgados, con sus estandartes y sus tronos, sus cornetas y sus tambores, con sus sacristanes y monaguillos luciendo fina lencería de encaje, con sus penitentes, sus cirios y sus cánticos. En mangas de clergyman y con gorrillas de béisbol, los obispos, monseñores y curas de tropa, con pancartas por estandartes y consignas por himnos, se diluyeron en la fervorosa grey para pasar inadvertidos, o ser percibidos como unos más entre los defensores de la familia, presuntamente amenazada, esa familia a la que renunciaron voluntariamente con sus votos de castidad y a la que sin embargo pretenden representar y someter a sus obsoletos y represivos preceptos.

La Iglesia católica precisa de pecadores a los que perdonar y, por tanto, no puede suprimir, abolir ni un solo pecado de sus reglamentos, y menos en estos tiempos de laicismo feroz y dura competencia de sectas. En todo caso habría que ampliar la lista con la colaboración involuntaria de esos científicos agnósticos que inventan nuevos pecados todos los días empeñados en experimentar con la genética.

La multiplicación de los manifestantes fue el primer prodigio de la insólita manifestación, los 200.000, redondeando por lo alto, estimados por la Policía Nacional, se convirtieron milagrosamente en un millón y medio para los convocantes y sus medios afines, dos millones cantó en un momento de euforia, o de fervor, el desaforado portavoz de un autodenominado Foro de la Familia, que aprovechó la coyuntura para arremeter de paso contra el divorcio "exprés", las células madre y la educación laica.

En el tinglado de la Puerta del Sol no se enarbolaron cruces ni símbolos católicos, pero se desplegó y exhibió en el centro del escenario una bandera española, ni la constitucional ni la anticonstitucional, la hortera, con la silueta del toro de Osborne como emblema, furiosa enseña de identidad habitual en partidos de fútbol y otros eventos deportivos. El toro indultado de las carreteras no es el pacífico buey que figura a los pies de san Lucas Evangelista en la iconografía cristiana, es una res brava que se crece en el castigo y embiste hasta el martirio, el toro soberano, ritual y mítico, semental poderoso y agresivo, tótem y vestigio de una antiquísima religión táurica. Una vez más, la Iglesia católica apropiándose de los símbolos paganos.

En el ruedo de la Puerta del Sol, el toro soberano veía el espectáculo desde la barrera, entronizado como pendón y telón de fondo para los predicadores laicos de la homofobia; los obispos se limitaban a aplaudir y tal vez a corear las jaculatorias del día: "Si esto es matrimonio, yo me voy al manicomio", rezaba una pancarta que las cámaras de la televisión episcopal, TMT, y de la TM (Telemadrid) recogieron en diversas ocasiones para subrayar, se supone, el supuesto carácter lúdico-festivo de la manifestación. La postal del día estuvo en el escenario, con la bandera taurina ondeando junto a una pareja de recién casados con sus galas nupciales, obra maestra digna de la galería del coleccionista del mal gusto ibérico y del museo nacional del kitsch.

Esperanza Aguirre justificó su ausencia por fiesta familiar, pero mandó a su helicóptero y a sus cámaras. El alcalde se excusó porque está muy ocupado predicando a los infieles su sermón preolímpico. Al presidente de la Conferencia Episcopal tampoco se le vio, seguramente iría de boda o de bautizo, y el Espíritu Santo no compareció, pero allí estaba Ángel Acebes en forma de lengua de fuego, uno de los disfraces favoritos del Paráclito, echando chispas por la boca.
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sábado, 18 de junio de 2005


Las verdades absolutas Posted by Hello

viernes, 17 de junio de 2005

El Humo del Diablo

Hay escritores y articulistas que no nos caen bien, pero que escriben artículos con los que estamos de acuerdo y además están exquisitamente bien escritos, y por lo tanto queremos guardar, a mi me pasa esto con este artículo de Raul del Pozo.

“Como la derecha y la Iglesia sigan en esta alianza van a salir democristianos
que se comerán no sólo a los leones, sino también a la gaviota”


Ahora que estaba yo volviendo a creer en Dios, la Iglesia sale a la calle con el Humo del Diablo.

Cuando habíamos olvidado que la Inquisición estuvo achicharrando ninfas y mariposas hasta el siglo XIX, vuelven los obispos de caldera y chocolate. En el XX el oficio de inquisidor no lo ejercieron los católicos, sino los nazis. Hitler, que era un canciller de locas, y que fue en su juventud chapero en los refugios de mendigos, dejó hablar de Iolao, como efebo de la juventud nazi, de la Cohorte Sagrada de Tebas y empezó a decir que había que abatir la peste mediante la muerte, par evitar que toda Alemania se infectará con la lacra homosexual, judía y comunista. Pusieron triángulos rosas ( verde a los delincuentes, negro a los católicos, amarillo a los judíos) en las camisas yen las nalgas de los homosexuales, los estilizaron y quemaron. Pablo VI, que al lado de los papas que le antecedieron y sucedieron era un liberal de izquierdas, ya amenazó con el Humo del Diablo. “ De entre alguna fisura, el humo entró en el templo de Dios”. Pero puso a la Iglesia en la vanguardia de loas libertades, al contrario que Pío XII que, según Cornwell en Hitler’s Pope, era antisemita y estaba convencido de la conexión entre judíos y comunistas.

Estos obispos cañís, demócratas, hacen el té ellos mismos sin sirvientes, como monseñor Yánez que una vez me invitó a desayunar en la basílica, estos obispos, de pronto, hablan de anarquía, utilizan la alegoría de Babilonia, de Sodoma y los versículos del Apocalipsis para anunciarnos que el Dragón Colorado ( Satanás) se burla de la mujer vestida de sol y un profundo olor a chamusquina amenaza al universo.

Ya sé que la Biblia la tiene tomada contra los homosexuales y contra los zurdos y el homófobo se pregunta por qué contra los zurdos. El diablo es zurdo, el humo del Lucifer dibujó en las Torres Gemelas el rostro de Satanás, pero el caso es que en el Corán también figura Sodoma y Gomorra. Alá también persigue a los gays, aunque no con tanta saña como Yahvé. Los obispos de la España se han quedado con la copla de la nueva Roma y su discurso sobre la anarquía de matrimonio gay lles hace clamar contra la Babilonia Zapateril y contra las bodas de homosexuales.

Sigue la sequía y está a punto de llover azufre; la derecha, en vez de pedir agua desde la austeridad y la sed de centro, se va a esconder debajo de las faldas de los curas para ir contra el Parlamento. Como la derecha y la Iglesia sigan en esta convergencia, en esta alianza, en esta conexión, van a salir del armario una legión de maricones, zurdos, ateos, agnósticos, rojos, judíos, masones, gays de Génova y de Conferencia Episcopal; y lo que es peor, saldrán democratacristianos que se comerán no sólo a los leones, sino a la gaviota.

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jueves, 16 de junio de 2005

La palmera de Matusalén

Excavaciones en la montaña de
Masada, donde se encontró
la semilla

Científicos israelíes logran que germine una semilla de hace 2.000 años.

La investigadora israelí Sarah Sallon ha dado vida a un sueño: la germinación de una semilla de hace 2.000 años. Ni más ni menos. La semilla, de palmera datilera, apareció en las excavaciones que un equipo israelí llevó a cabo hace más de 30 años en la bíblica y aislada montaña de Masada, situada en el desierto de Judea, al lado del Mar Muerto. El escenario es famoso por la decisión de 960 judíos en el año 73 (D.C), que tras semanas de asedio de las fuerzas romanas, prefirieron inmolarse en masa antes que rendirse.

La semilla acabó en un cajón del director de arqueología botánica de la Universidad de Bar-Ilan, Morchedai Kislef. Sallon explicó que un día, por casualidad, le pidió la semilla a Kislef. "Estás loca', me dijo pero finalmente me dio tres semillas". Sallon, pediatra del University College de Londres y especialista en plantas medicinales de Oriente Próximo, se las llevó a su colega Elaine Solowey, experta en el cultivo de la palmera y profesora del Instituto Arava de Estudios Ambientales.

Ninguna tenía mucha fe, pero el experimento funcionó. Solowey había colocado la semilla en agua caliente para ablandar la cubierta, después la sumergió en un compuesto rico en nutrientes, enzimas y fertilizantes y la puso a una maceta. Seis semanas después, Solowey vio con sorpresa abrirse la tierra y surgir un pequeño tallo verde.

Los investigadores creen que las semillas eran restos de las provisiones de los inmolados en el fuerte de Masada. Allí mismo, sufriendo un calor infernal, los expertos israelíes afirman que "es la semilla más antigua que se ha germinado". Como no podía ser de otra forma, los padres del descubrimiento han recurrido a la Biblia para bautizar a la afortunada semilla: Matusalén, como el famoso patriarca hebreo y abuelo de Noé que, según el Antiguo Testamento, vivió 969 años.

La palmera tiene ahora una altura de 30 centímetros y ha producido siete hojas, una de las cuales esta siendo analizada concienzudamente en los laboratorios. Las pruebas de ADN indican que la semilla tenía aproximadamente 1.900 años por lo que, teniendo en cuenta posibles errores de cálculo, (50 años más o menos) la fecha de la semilla data del periodo que va del año 35 (A.C) al 65 (D.C), poco antes del asedio final romano a la fortificación de Masada.

El arqueólogo israelí Rudy Chaim explica que la importancia radica en los años: "No son muchos los casos en los que se logra germinar una semilla tan antigua. En Israel, las semillas que más abundan en excavaciones arqueológicas son de dátiles y olivas. Además, no podemos obviar el carácter antropológico debido al estrato arqueológico del que se trata".

La palmera del dátil simboliza el antiguo Israel. Históricamente, se cree que el dátil fue cultivado por primera vez hace 3.000 años en las tierras que hoy pertenecen al actual Irak. Para el Antiguo Egipto significaba la fertilidad, para los hebreos y griegos, la victoria, para los fenicios, la santidad (la famosa Diosa Palmera) y para los árabes, el árbol de la vida. Miles de años después, el dátil sigue siendo fundamental como fuente de hidratos de carbono para millones de personas de todo el mundo.

Solowey afirma que "normalmente las plantas que crecen de semillas muy antiguas suelen morir muy pronto". "Si Matusalén prospera con fuerza, esperamos que esta palmera nos revele los secretos de su pasado", sueñan en voz alta los científicos. Para Sallon, no es ningún sueño: "¿Quién iba a imaginar que tras 2000 años brotara de la tierra una semilla como ésta?".

SAL EMERGUI - Jerusalén. EL PAÍS - Sociedad - 14-06-2005.


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miércoles, 15 de junio de 2005

¿Animales o plantas?

Eumicetozoos (REAL JARDÍN BOTÁNICO)Varios tipos de eumicetozoos, a medio camino
entre los hongos y los protozoos

INVENTARIO DE LOS ENIGMÁTICOS HONGOS MUCILAGINOSOS


La gran asignatura pendiente para quienes estudian la biodiversidad en la Tierra es la vida a escala microscópica, de la que se estima que se conoce menos del 1%. Un ejemplo de las rarezas que pueblan el mundo invisible a simple vista son los hongos mucilaginosos, llamados tradicionalmente así porque los micólogos los han estudiado siempre como hongos, aunque no lo son; su nombre preciso es eumicetozoos, y están a medio camino entre los hongos y los protozoos. Son de los organismos considerados tipo enigma, aún muy poco estudiados. Se cree que las 1.500 especies catalogadas hasta ahora en todo el planeta son sólo el 70% de las que debe de haber. Las que faltan están en los continentes donde se han buscado menos: Suramérica, Asia y África. Encontrar estas especies y hacer un inventario a escala mundial de eumicetozoos es el objetivo principal de un equipo internacional de investigadores reunidos hasta el pasado lunes en el Real Jardín Botánico, en Madrid.

Los hongos mucilaginosos viven en cualquier parte donde haya materia vegetal en descomposición y se alimentan de otros microorganismos como bacterias, levaduras y esporas de otros hongos. Los investigadores creen que cumplen un papel ecológico muy importante en la formación de humus del suelo. Existen desde hace más de 1.000 millones de años, antes de que aparecieran los primeros seres pluricelulares. La mayor parte de su vida son seres unicelulares heterótrofos que se reproducen asexualmente, pero cuando el organismo está a punto de morir, por ejemplo al agotarse los recursos alimenticios, las células se dividen y acuerdan generar una fructificación y producir esporas, como los hongos. "Las esporas son muy resistentes, así que es una manera de asegurarse la supervivencia", explica Carlos Lado, del Real Jardín Botánico.
En los detalles del proceso hay muchas sorpresas. Hay tres tipos de eumicetozoos, con nombres verdaderamente difíciles: mixomicetes, dictyostélidos y protostélidos. Los mixomicetes son los de mayor tamaño; sus células poseen finísimas prolongaciones que llegan a medir metros y, a veces, pueden verse a simple vista. Su gran peculiaridad es que como organismo unicelular se mueve como un protozoo, y tiene muchísimos núcleos.

"Es impresionante", dice Lado, especialista en mixomicetes. "Son como una célula gigante con más de un millón de núcleos que se están dividiendo sincrónicamente, algo rarísimo". Cuando llega el momento de formar esporas, y sólo entonces, esa macrocélula con infinidad de núcleos se fragmenta, y cada núcleo, con un fragmento de protoplasma, queda encerrado en una espora.
Las otras dos clases de eumicetozoos son más pequeños que los mixomicetes, y más normales durante su fase unicelular, puesto que tienen un sólo núcleo. Pero, de nuevo, cuando su vida se ve amenazada todas estas células independientes se agregan y empiezan a funcionar como un solo organismo, que fructifica y produce esporas. Los dictyostélidos generan decenas y hasta centenares de esporas; los protostélidos, apenas una o dos. Los mixomicetes y los dictyostélidos se conocen desde hace varios siglos, pero los protostélidos, los más simples y pequeños, desde hace apenas cuatro décadas.

Todas estas peculiaridades están convirtiendo a los eumicetozoos en un objetivo cada vez más atractivo para los investigadores. En las últimas décadas están siendo usados "como excelentes modelos biológicos, ya que no son patógenos, se cultivan fácilmente en los laboratorios y poseen formas de vida aparentemente muy sencillas", dice Lado, que colabora con varios grupos del CSIC que usan los eumicetozoos como organismo modelo. En el caso de los mixomicetes su mero tamaño ya les hace interesantes: "El que una sola célula pueda llegar a verse a simple vista es muy útil, porque permite observar algunos de los procesos que tienen lugar en las células sólo con una lupa".

Pero además, el estudio de las señales que se mandan las células entre sí durante la fase de reproducción "es muy interesante desde el punto de vista biológico. Conocer las señales puede ser útil para entender otros muchos procesos que desconocemos, por ejemplo cómo se multiplican las células cancerosas". Prueba de este interés es la secuenciación del genoma de uno de estos organismos, el Dictyostelium dicsoideum, publicada hace unas semanas en Science.
El proyecto de búsqueda de los eumicetozoos aún no catalogados comenzó en septiembre de 2003 y durará cinco años. Está financiado por la Fundación Nacional de la Ciencia estadounidense a través del programa Inventario de Biodiversidad Planetaria (PBI). Cuenta con cinco investigadores principales, dos europeos -Lado es uno de ellos- y tres estadounidenses, y en él participan cerca de un centenar de expertos de diversos países.
"El objetivo es hacer un inventario mundial con la distribución geográfica de los eumicetozoos", explica Frederick W. Spiegel, de la Universidad de Arkansas, coordinador del programa. "Hasta ahora los hemos encontrado en todos los ecosistemas en que hemos buscado, tanto en selvas tropicales como en desiertos, o en el Ártico".

MÓNICA SALOMONE - Madrid-EL PAÍS - 15-06-2005

martes, 7 de junio de 2005

José María Díez-Alegría



LA FECUNDIDAD DE UN TEÓLOGO REBELDE



Todos le llaman Alegría. Es José María Díez-Alegría (Gijón 1911), el jesuita sin papeles a causa de sus libros, ex profesor de la imponente Universidad Pontificia Gregoriana de Roma y, sobre todo, el cura del Pozo del Tío Raimundo, la mísera barriada de chabolas en el Madrid de la posguerra donde miembros de la Compañía de Jesús pusieron en práctica una doctrina social rompedora en la época. Se celebran ahora los 50 años de la llegada de los jesuitas al Pozo, hoy más famoso por haber sido un lugar escogido por el fanatismo terrorista el 11 de marzo del año pasado.
El teólogo Díez- Alegría, que cumple pronto los 94 años, publica un nuevo libro: Fiarse se Dios, reírse de uno mismo, en la editorial PPC. También espera con regocijo la aparición de su biografía, escrita por Pedro Miguel Lamet, con el título Jesuita sin papeles. Recientemente, participó hasta la medianoche en un coloquio sobre su vida y obra, organizado por una comunidad de cristianos de base del barrio de Tetuán, en Madrid.
Díez- Alegría fue un apellido famoso en la España de los años sesenta-setenta del pasado siglo: los generales Díez- Alegría, Luis, ex director general de la Guardia Civil y senador real; Manuel, ex jefe del Alto Estado Mayor del Ejército, y el jesuita José María. Un día, ya jubilado, el general Luis Díez- Alegría cometió una infracción de tráfico y el agente que le tomaba nota para la multa, al ver su apellido en el carnet, le preguntó si era familiar del "famoso teólogo Díez- Alegría". El general, perplejo, dijo que sí, y no hubo sanción. Fue una de las anécdotas que animaron una conversación de casi tres horas donde, entre humor y carcajadas, Díez- Alegría hizo repaso a su vida y pensamientos, con voz enérgica, leyendo sin gafas, una memoria prodigiosa y esa cultura enciclopédica que tanto ponderan sus amigos. " La cultura es lo que le queda a uno cuando ya se olvida de lo que ha estudiado", les dijo Alegría.

Ø La vocación. "Me confesaba con un jesuita. Debía pensar que yo era una vocación, pero nunca me dijo nada. Un día me pregunté: ¿ Por qué no voy a ser yo un seguidor de Jesús?. Fue mi descubrimiento: siempre he estado enamorado de Jesús, de su fuerza, de su valentía. En las crisis, luchaba por conservar mi fe porque no quería romper con Jesús. Así que pregunté a mi confesor qué era la vocación. "lo que tú tienes" me dijo. Y o tenía entonces 17 años, y era un chico normal, de una familia normal, todo sumamente pudibundo, donde los chicos que alternaban con chicas eran considerados unos calaveras. El celibato no me parecía un sacrificio, la cosa de casarme me parecía muy lejana, pero me daba una cierta pereza dejar mis pequeñas comodidades".

Ø La compañía de Jesús. " Empecé el noviciado el 15 de agosto de 1930, pero en 1931 empiezan con la quema de conventos y, muy pronto, la República decretó la disolución de l a Compañía, de modo que mi noviciado transcurrió en cinco casas distintas y en muchos países. Fue emocionante".

Ø La ruptura. "El Concilio Vaticano II lo viví en Roma, adonde me destinaron como profesor de doctrina social de la Pontificia Gregoriana. Pero en 1972, después de una grave operación en mi cuello, la editorial Desclée( de Bilbao) me invitó a escribir un libro para su colección El Credo que da Sentido a mi vida. En ese libro- Yo creo en la esperanza- recogía una fuerte crítica del cristianismo real por su traición tremenda a Jesús. Yo había estado muy cerca de la muerte, y me dije: " Voy a escribir por una vez sin más autocensura que la de mi propia conciencia y la de mi propia fe". En el Vaticano se enfadaron muchísimo y, tras conversaciones con el padre Arrupe [prepósito general de la Compañía], finalmente tuve que pedir la exclaustración y salir de la Universidad Gregoriana".

Ø El Pozo. " Regresar a España significó irme a vivir al Pozo del Tío Raimundo, junto al padre Llanos. Yo ya había colaborado con él desde 1965 yendo los fines de semana al Pozo y un mes en verano. Al salir de Roma, fue una elección fácil el Pozo. En aquel tiempo, el que un sacerdote hablara con gente del pueblo- y además de los vencidos en la Guerra Civil-, de persona a persona, era una cosa realmente difícil. El paso que había dado José María de Llanos al vivir la misma suerte que los desheredados era muy fuerte. Aquel choque me proporcionó más vigor para tomarme en serio una actitud crítica que no paró de crecer. Me fui feliz de Roma, llegué feliz al Pozo y allí estuve muy contento".

Ø Jesús y los pobres. " En mi fe, Jesús es el prototipo del pobre y del justo inicuamente atropellado. Me quedo con tres expresiones de Jesús: el reino de Dios es de los pobres; no se puede servir a Dios y al dinero, y amad a vuestros enemigos, haced el bien a los que os odien, bendecid a los que os maldigan, rogad por los que os difamen, y lo que queráis que os hagan los hombres, hacédselo vosotros igualmente. Estas tres expresiones tienen la máximas probabilidades de ser auténticamente palabras de Jesús de Nazaret, se encuentran tanto en el Evangelio de Mateo como en el de Lucas. Jesús dice otras cosas inauditas: bienaventurados los pobres porque de ellos es el reino de los cielos; bienaventurados los afligidos porque serán consolados; bienaventurados los hambrientos porque serán saciados... El espíritu de Jesús es de una alegría profunda, desconcertante, paradójica. Nos transporta a un mundo de libertad interior que nos impacta".

Ø El poder eclesiástico. " Un acontecimiento de una desgracia enorme para el cristianismo fue su alianza de poder con el Imperio Romano. Después de la época de persecuciones, que termina con la más tremenda, la de Diocleciano, llega Constantino, que no sólo dio libertad a la Iglesia, sino que le dio protección, y convirtió a aquella Iglesia martirial en una Iglesia con afán de dominio a través de la creación de Estados confesionales. Por su complejidad y tamaño, la Iglesia católica necesita una base económica que, de manera inexcusable, le hace solidaria con los intereses del gran capitalismo aunque con sinceridad denuncie en ocasiones los abusos del capitalismo, no puede estar existencialmente implicada en una denuncia estructural de manera permanente".

Ø La doctrina social. "La doctrina social de la Iglesia es una broma comparada con la doctrina que aprendí en algunos de los Santos Padres. San Juan Crisóstomo dice: "Todo rico, o es injusto, o es el heredero de un injusto" . si argumentas: " Yo heredé de mi padre" el santo te replica: " Y tu padre,¿ de quién heredó? Si indagas, al final encontrarás algo que no ha sido justo". Sostiene Crisóstomo: “Demos que tu padre se lo encontró nacido de la tierra, ¿ ya por eso va a ser justa la riqueza? Sólo si la usas bien y, por tanto, si la repartes, porque sino, no". También hay un texto de san Jerónimo que me sé de memoria en latín. Está comentando los hechos de los apóstoles cuando Pedro y Juan encuentran a un paralítico que les pide limosna, y Pedro le dice: "Plata y oro no tengo, pero lo que tengo te lo doy: en nombre del señor Jesús, levántate y anda".San Jerónimo tenía muy mal genio y fue el secretario del papa Dámaso, que era español. Cuando muere éste, el bueno de san Jerónimo se va de eremita cerca de Jerusalén, al desierto, y en fin, comentando ese texto, dijo: "Pedro dijo al paralítico: oro y plata no tengo, pero lo que tengo te lo doy”; ahora muchos clérigos, se refiere a los romanos, dirían: "Fe y caridad no tengo, pero lo que tengo, oro y plata, eso no te lo doy".

Ø La muerte. " Sería espantoso vivir siempre. A la muerte hay que aceptarla como un bien. Si esta vida no se acabara nunca, sería algo horroroso; si no hubiera noches no se podría vivir. Atisbo en mí una muerte plácida con una tranquilidad enorme porque mi entrego en manos de Dios".



miércoles, 1 de junio de 2005

UN HECHO REAL [II]

-Un niño es lo más vulnerable del mundo. Sobre todo, en medio de una guerra. Esta carta pone de manifiesto muchas cosas que aún no se han explicado: lo que ocurrió con algunos pequeños que fueron separados de su familia y que nunca pudieron dar con ella. También se pone de relieve como se comporto el régimen con los vencidos y como colaboraba el estamento eclesial en el “ reciclaje” de los niños “rojos”-.


casas bombardeadas, aviones...son los dibujos de los
Ø Nos encarcelaron a todos.

Cuando llegamos a España, a mi tío se lo llevaron a hacer trabajos forzados y a nosotras nos metieron en unas cárceles que había para mujeres en las que también estaban sus hijos.
De ahí tengo algunos pocos recuerdos, todos horribles. Era un lugar húmedo, pasaba mucha hambre y muchos niños de mi edad morían. Se ve que estuve enferma muchas veces, pero al final me repuse. Todo el mundo que conoce mi historia se queda sorprendido de que sobreviviera. Las condiciones eran durísimas y muchísimos niños murieron allí, en los brazos de sus madres. Cuando entrabas en la prisión, no se apuntaba el nombre de los niños y, por tanto, es como si no existiéramos. Esa irregularidad sirvió para que pudieran esconder todos los atropellos que cometieron.
Un día, me dijeron que me iban a trasladar. Mi tía se negaba, pues no quería que se me llevaran. Recuerdo perfectamente que escribió en un papel mi nombre y me dijo que lo escondiera. Así, pasara lo que pasara, siempre sabría quién era. Y siempre podría buscar a mi familia más adelante.
Se me llevaron, junto a otros niños, mientras todas las madres gritaban y lloraban. Me metieron en un tren y llegamos a una finca perdida en un pueblo de Castilla. Las condiciones no habían mejorado y encima no teníamos a nadie que cuidara de nosotros. La comida era escasa, hacía siempre mucho frío y las monjas nos trataban fatal. Yo apenas comía y me castigaban a servir a las niñas del colegio de pago. Veía todos aquellos alimentos que tenían y no entendía por qué yo era tan desgraciada. Las monjas nos decían que la culpa era de nuestros padres, que eran unos asesinos y que no nos querían.

Ø De una casa a otra.

Un día me dijeron que mis padres me habían encontrado y que me habían venido a buscar. Mi tía me había enseñado fotos de mis padres y, cuando vi a unos señores que no conocía, me puse a llorar.
Recuerdo que la monja me dio un bofetón y me dijo que era una desagradecida.
Me fui con aquellos señores. Aún no entiendo mucho por qué. supongo que era algo así como una adopción. Pero ellos tenían dos hijos más y a mí me trataban como a la criada.
Lo peor de todo es que al cabo de un tiempo(en ese momento no sabía cuándo, los papeles dicen que un año) me devolvieron al orfanato. Se ve que era normal que te adoptasen y, cuando se cansaban de ti, te llevaran de vuelta al centro. ¿cómo se puede tratar así a un niño?
Pues no lo entiendo, pero no fueron sólo ellos los que lo hicieron. En aquel tempo estuve con tres diferentes familias más. Intenté siempre comportarme bien, pero a la larga siempre me acababan devolviendo al orfanato. Me sentía rechazada, triste y pensaba que nunca jamás podrían amarme. Creo que buena parte de los problemas de autoestima que he tenido vienen de ahí.
Con 16 años, me pusieron a trabajar en una fábrica. Al poco me dijeron que el Estado ya no podía hacerse cargo de mí. Durante unos meses estuve en una pensión con otras chicas del orfanato. Entonces decidí que debía encontrar a mi familia. Conservaba todavía el papel de mi tía y mi sueño era volver a Barcelona, donde se suponía que estaba mi familia.

El niño con la muleta y el hombre de la derecha son la misma persona. Amadeo Gracia Bamala nos indicó que él es el pequeño de la fotogarafía. No sólo perdió su pierna, perdió sus padres, su hermana invalida y su niñez, lo recuerda con dolor e impotencia

Ø El reencuentro con mi madre

Pero no era fácil no podía dejar el trabajo y tampoco tenía dinero para viajar. En la fábrica conocí a una amiga que tenía un novio en Barcelona. Estaba dispuesta a ir allá, colándose en los trenes. Y pensé que era la única manera. Me fui con ella y, cuando llegué a Barcelona, sin un duro, ella me tuvo en casa de unos tíos suyos. Esta gente era muy buena y me ayudaron a buscar a mi madre.
Al final di con ella. no podíamos parar de llorar, abrazándonos, besándonos, diciéndonos que nos queríamos... Fue el mejor momento de mi vida. Y ella siempre dijo que también de la suya.
Mi madre no sabía que su hermana y yo habíamos vuelto a España. A mi padre lo habían fusilado y ella malvivía como podía. Estaba enferma de tuberculosis. Sólo pude disfrutar tres años de su compañía. Y, en ese tiempo, intentamos buscar a su hermana, pero fue en vano. El día en que ni madre murió, algo se rompió en mí. ¡Toda mi vida era tan injusta!
Nunca he podido volver a saber de mis tíos. Durante mi búsqueda, me he dado cuenta de que no estoy sola. Hay muchas familias que fueron divididas y nadie ha explicado nuestra historia ni el dolor que hemos pasado.¿Por qué? Estamos en una democracia y creo que se tendría que hacer más para que los niños perdidos pudiéramos, al menos, recuperar nuestra historia.
UN HECHO REAL [I]

UN HECHO REAL [I]

Ø Fui una niña perdida de la guerra

-Un niño es lo más vulnerable del mundo. Sobre todo, en medio de una guerra. Esta carta pone de manifiesto muchas cosas que aún no se han explicado: lo que ocurrió con algunos pequeños que fueron separados de su familia y que nunca pudieron dar con ella. También se pone de relieve como se comporto el régimen con los vencidos y como colaboraba el estamento eclesial en el “ reciclaje” de los niños “rojos”-.


Huida. Llegada de niños españoles al puerto de Southampton (Gran Bretaña) durante la guerra civil
Me ha costado muchos años saber quién soy, quiénes fueron mis padres y por qué he vivido una vida que no era la mía . ahora que finalmente he conseguido recabar mi historia personal quiero compartirla.
Estoy a punto de cumplir 70 años y me he pasado toda una vida buscando mis raíces. Ha sido un proceso largo y he contado con la ayuda de muchas personas. Parece irónico que a mi edad, por fin, haya recuperado mi infancia. Por eso, quiero dar las gracias a todos los que me han ayudado en esta búsqueda. Y decir a los que tienen el poder que deberían poner más ayudas para que este proceso no fuera tan largo y costoso.,

Ø La Guerra Civil

Nací justo en 1936, cuando estalló la Guerra Civil española. Mis padres se habían casado hacía un año y, como muchos en aquel momento, pensaron que el alzamiento sería sofocado rápidamente.
Por lo que me ha explicado todo el mundo, mis padres eran muy buena gente y no eran militantes de ningún partido. Pero, cuando la guerra empezó, todo el mundo tuvo que posicionarse y ellos escogieron el bando republicano. Mi madre le dijo a una amiga suya que quería que su hija tuviera oportunidades y que estaba segura de que la vida sería más fácil si los republicanos acababan ganando la guerra.
Mi padre fue a la guerra. Como tenían estudios, rápidamente fue subiendo de grado en el Ejército. Mi madre lo pasó fatal, temiendo por la vida del hombre al que amaba y cuidando de una hija recién nacida. Estaba en Barcelona y conseguir alimentos en aquella época no era fácil. Por lo visto, de pequeña tuve muchas enfermedades típicas de la desnutrición. Mi madre temió perderme muchas veces, pero se las ingenió para que nada me faltara. Ella estaba esquelética y apenas tenía fuerzas.
Tras tres años de guerra, las esperanzas republicanas se esfumaron. Todos sabían que iban a perder la guerra y que los vencedores no serían piadosos con los vencidas. Ella era la mujer de un alto cargo del Ejército republicano y sabía que sería represaliada. Había tenido noticia de que mi padre había sido apresado y que, seguramente, lo fusilarían. Así que tomó una decisión. Sabía que su hermana y su marido iban a huir a Francia por los Pirineos. Ella intentaría huir más adelante, si no podía, al menos, sabría que su hija estaba a salvo.
Yo tenía tres años y no recuerdo nada de todo aquello. A veces me vienen a la mente imágenes del viaje, pero no sé si, de tanto explicármelo, lo he acabado reconstruyendo a de verdad me queda algún recuerdo real.
Mi tía consiguió llevarme hasta París, donde teníamos más familia. Nos acogieron en una casa en la que vivimos algunos meses. Yo de ahí sí que tengo algún recuerdo, pero muy vago.
Lo que nadie se esperaba es que en esos momentos París cayera en poder de Hitler y que tuviéramos que aguantar otra terrible guerra.
la letra con sangre entra. Esta escena era corriente en los colegios religiosos de principios del siglo XX, como refleja una fotografía anónma, tomada en Reus (Tarragona) EN 1910
Ø En Francia viví el horror nazi

Y volvió el hambre, la destrucción, la gente sin casa, las persecuciones... La guerra no se para ante nada: ni ante los niños ni ante la gente como mi familia, que sólo quiere vivir en paz.
Franco quería recuperar a todos los niños españoles que estaban en el extranjero( esto es algo de lo que los historiadores han hablado muy poco), pero estaba convencido de que teníamos “sangre roja” y que a la larga acabaríamos conspirando contra su Gobierno. Había incluso científicos que habían elaborado teorías sobre ello. Pretendían que volviéramos a España para “reeducarnos”.
Así que no sé cómo ocurrió, pero consiguieron deportarnos a España a mis tíos y a mí. Mi tía, que era muy buena persona, no quería que me separaran de ella. Así que dijo que yo era su hija. Tenía la esperanza de que en España la dejaran libre y pudiera encontrar a su hermana y devolverme a ella. pero el plan que nos esperaba era otro muy diferente. Continua en un hecho real [II]