domingo, 26 de junio de 2005

El profesor chiflado

Hace algunos años, no muchos, daba sus clases en la Universidad Central de Madrid un profesor de Psiquiatría llamado Antonio Vallejo Nájera, que, además, era coronel del Ejército y autor de una serie de libros en los que explicaba que el marxismo es una enfermedad mental y hereditaria, que las personas de izquierdas resultaban peligrosas como un virus, porque tendían a propagar ideas contra la moral y contra la sociedad, y que todo ello obligaba a separarlas del resto de los ciudadanos para eliminarlas o, como mínimo, aislarlas en centros especiales.

Ese cangrejo cerebral se llama eugenesia y es la madre del fascismo, pues sus teóricos y sus legionarios no persiguen otra cosa que la selección de la raza.

El doctor Gregorio Marañón, una de esas personas a las que en España se les ha otorgado, misteriosamente, el título de "liberal", defendía principios similares en algunas de sus obras, como, por ejemplo, en la titulada Amor, conveniencia y eugenesia, donde asegura que los débiles mentales o físicos deben ser apartados del resto de las personas, quizá para ser confinados en sanatorios o granjas especializadas, y llega incluso a proponer una estrategia: a los hombres que fueran declarados inútiles para el servicio militar se les debía prohibir, por ley, contraer matrimonio: así no engendrarían hijos endebles y la especie se iría haciendo, poco a poco, perfecta.

Ahora, otro catedrático o ex catedrático de la Complutense, de cuyo nombre no pienso acordarme, acaba de ir al Senado a decir que ser homosexual también es una enfermedad, generalmente inoculada, a lo largo de una infancia difícil, por padres "hostiles, violentos, alcohólicos o distantes" y madres "sobreprotectoras, frías, necesitadas de afecto y emocionalmente vacías". En ese ambiente, tras padecer "alrededor del treinta por ciento" de los futuros gays o lesbianas abusos sexuales que, en opinión del ponente, les provocan "depresiones graves, trastornos obsesivos, crisis de ansiedad, esquizofrenia y un narcisismo patológico", la mayor parte de ellos se lanzan a la "promiscuidad" y tienen tendencias suicidas.

Menudo problema para el PP, que fue el partido que llevó a este Sócrates a la Cámara alta, porque, siguiendo sus recomendaciones, da la impresión de que habría que prohibir la familia tradicional, ese foco infeccioso. Hay que ver.

Por lo demás, el discurso del nuevo eugenista coincide, punto por punto, con el de sus maestros. Él también cree que los homosexuales padecen, como lo padecían los marxistas imaginados por Vallejo Nájera, "fobia social"; y también cree que "se les puede ayudar con terapia reparativa". ¿Se refiere, tal vez, a que los homosexuales debieran ser recluidos en manicomios, como durante el franquismo, para aplicarles, entre otros remedios, curas a base de electrochoques? Algunos supervivientes de esos experimentos han contado en qué consistía aquella tortura disfrazada de medicina: mientras les aplicaban la descarga eléctrica, sus verdugos de bata blanca proyectaban en una pantalla la imagen de un joven hermoso; cuando cesaba el martirio, en la pantalla había una mujer. Supongo que en el caso de las lesbianas el tratamiento sería igual, sólo que al revés.

En realidad, lo preocupante de todo este asunto no son sus protagonistas principales, una gente con la que, como mucho, se podría filmar El profesor chiflado 3, sino el hecho de que hayan llegado a catedráticos. Porque imagínense sus clases en la facultad y el montón de chatarra que han debido meterle en la cabeza a sus alumnos. No olviden que ese nuevo cruce entre Sócrates y Cantinflas que el otro día habló en el Senado tiene otro libro en el que asegura que las posesiones diabólicas existen y recomienda que se recurra a exorcistas para liberar el alma de los poseídos. O sea, que más peligro para el PP: ¿Se imaginan si exorcizamos a Acebes y lo que se le saca de dentro es al cardenal Rouco? Menudo escándalo.

Pero ahora que estamos en época de exámenes, quizá todo esto nos debería hacer valorar la posibilidad de echarle también un vistazo a los profesores, que por ahí hay cabezas a las que habría que mirarles la fontanería. Eso sí, me apuesto a Zaplana contra Bono a que si Sócrates habla antes de la manifestación del otro día, la mitad de la gente se queda en casa. Es que las personas normales no somos así. BENJAMÍN PRADO.EL PAÍS - 23-06-2005


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jueves, 23 de junio de 2005

La familia, bien

Digan lo que digan, al clero siempre le saldrán mejor, mucho más lucidas, las procesiones que las manifestaciones; en eso y en algunas cosas más, como la obediencia debida, la disciplina estricta, la jerarquía irrebatible y el gusto por los uniformes de fantasía, los clérigos se parecen bastante a los militares, que también lucen mucho más en los desfiles y en las procesiones que en las algaradas y los pronunciamientos.
Cuánto mejor les hubiera quedado una procesión multitudinaria, encabezada por obispos y arzobispos en hábitos de gala, con sus mitras y sus báculos, sus capas de amplio vuelo y sus vestiduras recamadas, a prueba de rasgados, con sus estandartes y sus tronos, sus cornetas y sus tambores, con sus sacristanes y monaguillos luciendo fina lencería de encaje, con sus penitentes, sus cirios y sus cánticos. En mangas de clergyman y con gorrillas de béisbol, los obispos, monseñores y curas de tropa, con pancartas por estandartes y consignas por himnos, se diluyeron en la fervorosa grey para pasar inadvertidos, o ser percibidos como unos más entre los defensores de la familia, presuntamente amenazada, esa familia a la que renunciaron voluntariamente con sus votos de castidad y a la que sin embargo pretenden representar y someter a sus obsoletos y represivos preceptos.

La Iglesia católica precisa de pecadores a los que perdonar y, por tanto, no puede suprimir, abolir ni un solo pecado de sus reglamentos, y menos en estos tiempos de laicismo feroz y dura competencia de sectas. En todo caso habría que ampliar la lista con la colaboración involuntaria de esos científicos agnósticos que inventan nuevos pecados todos los días empeñados en experimentar con la genética.

La multiplicación de los manifestantes fue el primer prodigio de la insólita manifestación, los 200.000, redondeando por lo alto, estimados por la Policía Nacional, se convirtieron milagrosamente en un millón y medio para los convocantes y sus medios afines, dos millones cantó en un momento de euforia, o de fervor, el desaforado portavoz de un autodenominado Foro de la Familia, que aprovechó la coyuntura para arremeter de paso contra el divorcio "exprés", las células madre y la educación laica.

En el tinglado de la Puerta del Sol no se enarbolaron cruces ni símbolos católicos, pero se desplegó y exhibió en el centro del escenario una bandera española, ni la constitucional ni la anticonstitucional, la hortera, con la silueta del toro de Osborne como emblema, furiosa enseña de identidad habitual en partidos de fútbol y otros eventos deportivos. El toro indultado de las carreteras no es el pacífico buey que figura a los pies de san Lucas Evangelista en la iconografía cristiana, es una res brava que se crece en el castigo y embiste hasta el martirio, el toro soberano, ritual y mítico, semental poderoso y agresivo, tótem y vestigio de una antiquísima religión táurica. Una vez más, la Iglesia católica apropiándose de los símbolos paganos.

En el ruedo de la Puerta del Sol, el toro soberano veía el espectáculo desde la barrera, entronizado como pendón y telón de fondo para los predicadores laicos de la homofobia; los obispos se limitaban a aplaudir y tal vez a corear las jaculatorias del día: "Si esto es matrimonio, yo me voy al manicomio", rezaba una pancarta que las cámaras de la televisión episcopal, TMT, y de la TM (Telemadrid) recogieron en diversas ocasiones para subrayar, se supone, el supuesto carácter lúdico-festivo de la manifestación. La postal del día estuvo en el escenario, con la bandera taurina ondeando junto a una pareja de recién casados con sus galas nupciales, obra maestra digna de la galería del coleccionista del mal gusto ibérico y del museo nacional del kitsch.

Esperanza Aguirre justificó su ausencia por fiesta familiar, pero mandó a su helicóptero y a sus cámaras. El alcalde se excusó porque está muy ocupado predicando a los infieles su sermón preolímpico. Al presidente de la Conferencia Episcopal tampoco se le vio, seguramente iría de boda o de bautizo, y el Espíritu Santo no compareció, pero allí estaba Ángel Acebes en forma de lengua de fuego, uno de los disfraces favoritos del Paráclito, echando chispas por la boca.
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sábado, 18 de junio de 2005


Las verdades absolutas Posted by Hello

viernes, 17 de junio de 2005

El Humo del Diablo

Hay escritores y articulistas que no nos caen bien, pero que escriben artículos con los que estamos de acuerdo y además están exquisitamente bien escritos, y por lo tanto queremos guardar, a mi me pasa esto con este artículo de Raul del Pozo.

“Como la derecha y la Iglesia sigan en esta alianza van a salir democristianos
que se comerán no sólo a los leones, sino también a la gaviota”


Ahora que estaba yo volviendo a creer en Dios, la Iglesia sale a la calle con el Humo del Diablo.

Cuando habíamos olvidado que la Inquisición estuvo achicharrando ninfas y mariposas hasta el siglo XIX, vuelven los obispos de caldera y chocolate. En el XX el oficio de inquisidor no lo ejercieron los católicos, sino los nazis. Hitler, que era un canciller de locas, y que fue en su juventud chapero en los refugios de mendigos, dejó hablar de Iolao, como efebo de la juventud nazi, de la Cohorte Sagrada de Tebas y empezó a decir que había que abatir la peste mediante la muerte, par evitar que toda Alemania se infectará con la lacra homosexual, judía y comunista. Pusieron triángulos rosas ( verde a los delincuentes, negro a los católicos, amarillo a los judíos) en las camisas yen las nalgas de los homosexuales, los estilizaron y quemaron. Pablo VI, que al lado de los papas que le antecedieron y sucedieron era un liberal de izquierdas, ya amenazó con el Humo del Diablo. “ De entre alguna fisura, el humo entró en el templo de Dios”. Pero puso a la Iglesia en la vanguardia de loas libertades, al contrario que Pío XII que, según Cornwell en Hitler’s Pope, era antisemita y estaba convencido de la conexión entre judíos y comunistas.

Estos obispos cañís, demócratas, hacen el té ellos mismos sin sirvientes, como monseñor Yánez que una vez me invitó a desayunar en la basílica, estos obispos, de pronto, hablan de anarquía, utilizan la alegoría de Babilonia, de Sodoma y los versículos del Apocalipsis para anunciarnos que el Dragón Colorado ( Satanás) se burla de la mujer vestida de sol y un profundo olor a chamusquina amenaza al universo.

Ya sé que la Biblia la tiene tomada contra los homosexuales y contra los zurdos y el homófobo se pregunta por qué contra los zurdos. El diablo es zurdo, el humo del Lucifer dibujó en las Torres Gemelas el rostro de Satanás, pero el caso es que en el Corán también figura Sodoma y Gomorra. Alá también persigue a los gays, aunque no con tanta saña como Yahvé. Los obispos de la España se han quedado con la copla de la nueva Roma y su discurso sobre la anarquía de matrimonio gay lles hace clamar contra la Babilonia Zapateril y contra las bodas de homosexuales.

Sigue la sequía y está a punto de llover azufre; la derecha, en vez de pedir agua desde la austeridad y la sed de centro, se va a esconder debajo de las faldas de los curas para ir contra el Parlamento. Como la derecha y la Iglesia sigan en esta convergencia, en esta alianza, en esta conexión, van a salir del armario una legión de maricones, zurdos, ateos, agnósticos, rojos, judíos, masones, gays de Génova y de Conferencia Episcopal; y lo que es peor, saldrán democratacristianos que se comerán no sólo a los leones, sino a la gaviota.

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jueves, 16 de junio de 2005

La palmera de Matusalén

Excavaciones en la montaña de
Masada, donde se encontró
la semilla

Científicos israelíes logran que germine una semilla de hace 2.000 años.

La investigadora israelí Sarah Sallon ha dado vida a un sueño: la germinación de una semilla de hace 2.000 años. Ni más ni menos. La semilla, de palmera datilera, apareció en las excavaciones que un equipo israelí llevó a cabo hace más de 30 años en la bíblica y aislada montaña de Masada, situada en el desierto de Judea, al lado del Mar Muerto. El escenario es famoso por la decisión de 960 judíos en el año 73 (D.C), que tras semanas de asedio de las fuerzas romanas, prefirieron inmolarse en masa antes que rendirse.

La semilla acabó en un cajón del director de arqueología botánica de la Universidad de Bar-Ilan, Morchedai Kislef. Sallon explicó que un día, por casualidad, le pidió la semilla a Kislef. "Estás loca', me dijo pero finalmente me dio tres semillas". Sallon, pediatra del University College de Londres y especialista en plantas medicinales de Oriente Próximo, se las llevó a su colega Elaine Solowey, experta en el cultivo de la palmera y profesora del Instituto Arava de Estudios Ambientales.

Ninguna tenía mucha fe, pero el experimento funcionó. Solowey había colocado la semilla en agua caliente para ablandar la cubierta, después la sumergió en un compuesto rico en nutrientes, enzimas y fertilizantes y la puso a una maceta. Seis semanas después, Solowey vio con sorpresa abrirse la tierra y surgir un pequeño tallo verde.

Los investigadores creen que las semillas eran restos de las provisiones de los inmolados en el fuerte de Masada. Allí mismo, sufriendo un calor infernal, los expertos israelíes afirman que "es la semilla más antigua que se ha germinado". Como no podía ser de otra forma, los padres del descubrimiento han recurrido a la Biblia para bautizar a la afortunada semilla: Matusalén, como el famoso patriarca hebreo y abuelo de Noé que, según el Antiguo Testamento, vivió 969 años.

La palmera tiene ahora una altura de 30 centímetros y ha producido siete hojas, una de las cuales esta siendo analizada concienzudamente en los laboratorios. Las pruebas de ADN indican que la semilla tenía aproximadamente 1.900 años por lo que, teniendo en cuenta posibles errores de cálculo, (50 años más o menos) la fecha de la semilla data del periodo que va del año 35 (A.C) al 65 (D.C), poco antes del asedio final romano a la fortificación de Masada.

El arqueólogo israelí Rudy Chaim explica que la importancia radica en los años: "No son muchos los casos en los que se logra germinar una semilla tan antigua. En Israel, las semillas que más abundan en excavaciones arqueológicas son de dátiles y olivas. Además, no podemos obviar el carácter antropológico debido al estrato arqueológico del que se trata".

La palmera del dátil simboliza el antiguo Israel. Históricamente, se cree que el dátil fue cultivado por primera vez hace 3.000 años en las tierras que hoy pertenecen al actual Irak. Para el Antiguo Egipto significaba la fertilidad, para los hebreos y griegos, la victoria, para los fenicios, la santidad (la famosa Diosa Palmera) y para los árabes, el árbol de la vida. Miles de años después, el dátil sigue siendo fundamental como fuente de hidratos de carbono para millones de personas de todo el mundo.

Solowey afirma que "normalmente las plantas que crecen de semillas muy antiguas suelen morir muy pronto". "Si Matusalén prospera con fuerza, esperamos que esta palmera nos revele los secretos de su pasado", sueñan en voz alta los científicos. Para Sallon, no es ningún sueño: "¿Quién iba a imaginar que tras 2000 años brotara de la tierra una semilla como ésta?".

SAL EMERGUI - Jerusalén. EL PAÍS - Sociedad - 14-06-2005.


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miércoles, 15 de junio de 2005

¿Animales o plantas?

Eumicetozoos (REAL JARDÍN BOTÁNICO)Varios tipos de eumicetozoos, a medio camino
entre los hongos y los protozoos

INVENTARIO DE LOS ENIGMÁTICOS HONGOS MUCILAGINOSOS


La gran asignatura pendiente para quienes estudian la biodiversidad en la Tierra es la vida a escala microscópica, de la que se estima que se conoce menos del 1%. Un ejemplo de las rarezas que pueblan el mundo invisible a simple vista son los hongos mucilaginosos, llamados tradicionalmente así porque los micólogos los han estudiado siempre como hongos, aunque no lo son; su nombre preciso es eumicetozoos, y están a medio camino entre los hongos y los protozoos. Son de los organismos considerados tipo enigma, aún muy poco estudiados. Se cree que las 1.500 especies catalogadas hasta ahora en todo el planeta son sólo el 70% de las que debe de haber. Las que faltan están en los continentes donde se han buscado menos: Suramérica, Asia y África. Encontrar estas especies y hacer un inventario a escala mundial de eumicetozoos es el objetivo principal de un equipo internacional de investigadores reunidos hasta el pasado lunes en el Real Jardín Botánico, en Madrid.

Los hongos mucilaginosos viven en cualquier parte donde haya materia vegetal en descomposición y se alimentan de otros microorganismos como bacterias, levaduras y esporas de otros hongos. Los investigadores creen que cumplen un papel ecológico muy importante en la formación de humus del suelo. Existen desde hace más de 1.000 millones de años, antes de que aparecieran los primeros seres pluricelulares. La mayor parte de su vida son seres unicelulares heterótrofos que se reproducen asexualmente, pero cuando el organismo está a punto de morir, por ejemplo al agotarse los recursos alimenticios, las células se dividen y acuerdan generar una fructificación y producir esporas, como los hongos. "Las esporas son muy resistentes, así que es una manera de asegurarse la supervivencia", explica Carlos Lado, del Real Jardín Botánico.
En los detalles del proceso hay muchas sorpresas. Hay tres tipos de eumicetozoos, con nombres verdaderamente difíciles: mixomicetes, dictyostélidos y protostélidos. Los mixomicetes son los de mayor tamaño; sus células poseen finísimas prolongaciones que llegan a medir metros y, a veces, pueden verse a simple vista. Su gran peculiaridad es que como organismo unicelular se mueve como un protozoo, y tiene muchísimos núcleos.

"Es impresionante", dice Lado, especialista en mixomicetes. "Son como una célula gigante con más de un millón de núcleos que se están dividiendo sincrónicamente, algo rarísimo". Cuando llega el momento de formar esporas, y sólo entonces, esa macrocélula con infinidad de núcleos se fragmenta, y cada núcleo, con un fragmento de protoplasma, queda encerrado en una espora.
Las otras dos clases de eumicetozoos son más pequeños que los mixomicetes, y más normales durante su fase unicelular, puesto que tienen un sólo núcleo. Pero, de nuevo, cuando su vida se ve amenazada todas estas células independientes se agregan y empiezan a funcionar como un solo organismo, que fructifica y produce esporas. Los dictyostélidos generan decenas y hasta centenares de esporas; los protostélidos, apenas una o dos. Los mixomicetes y los dictyostélidos se conocen desde hace varios siglos, pero los protostélidos, los más simples y pequeños, desde hace apenas cuatro décadas.

Todas estas peculiaridades están convirtiendo a los eumicetozoos en un objetivo cada vez más atractivo para los investigadores. En las últimas décadas están siendo usados "como excelentes modelos biológicos, ya que no son patógenos, se cultivan fácilmente en los laboratorios y poseen formas de vida aparentemente muy sencillas", dice Lado, que colabora con varios grupos del CSIC que usan los eumicetozoos como organismo modelo. En el caso de los mixomicetes su mero tamaño ya les hace interesantes: "El que una sola célula pueda llegar a verse a simple vista es muy útil, porque permite observar algunos de los procesos que tienen lugar en las células sólo con una lupa".

Pero además, el estudio de las señales que se mandan las células entre sí durante la fase de reproducción "es muy interesante desde el punto de vista biológico. Conocer las señales puede ser útil para entender otros muchos procesos que desconocemos, por ejemplo cómo se multiplican las células cancerosas". Prueba de este interés es la secuenciación del genoma de uno de estos organismos, el Dictyostelium dicsoideum, publicada hace unas semanas en Science.
El proyecto de búsqueda de los eumicetozoos aún no catalogados comenzó en septiembre de 2003 y durará cinco años. Está financiado por la Fundación Nacional de la Ciencia estadounidense a través del programa Inventario de Biodiversidad Planetaria (PBI). Cuenta con cinco investigadores principales, dos europeos -Lado es uno de ellos- y tres estadounidenses, y en él participan cerca de un centenar de expertos de diversos países.
"El objetivo es hacer un inventario mundial con la distribución geográfica de los eumicetozoos", explica Frederick W. Spiegel, de la Universidad de Arkansas, coordinador del programa. "Hasta ahora los hemos encontrado en todos los ecosistemas en que hemos buscado, tanto en selvas tropicales como en desiertos, o en el Ártico".

MÓNICA SALOMONE - Madrid-EL PAÍS - 15-06-2005

martes, 7 de junio de 2005

José María Díez-Alegría



LA FECUNDIDAD DE UN TEÓLOGO REBELDE



Todos le llaman Alegría. Es José María Díez-Alegría (Gijón 1911), el jesuita sin papeles a causa de sus libros, ex profesor de la imponente Universidad Pontificia Gregoriana de Roma y, sobre todo, el cura del Pozo del Tío Raimundo, la mísera barriada de chabolas en el Madrid de la posguerra donde miembros de la Compañía de Jesús pusieron en práctica una doctrina social rompedora en la época. Se celebran ahora los 50 años de la llegada de los jesuitas al Pozo, hoy más famoso por haber sido un lugar escogido por el fanatismo terrorista el 11 de marzo del año pasado.
El teólogo Díez- Alegría, que cumple pronto los 94 años, publica un nuevo libro: Fiarse se Dios, reírse de uno mismo, en la editorial PPC. También espera con regocijo la aparición de su biografía, escrita por Pedro Miguel Lamet, con el título Jesuita sin papeles. Recientemente, participó hasta la medianoche en un coloquio sobre su vida y obra, organizado por una comunidad de cristianos de base del barrio de Tetuán, en Madrid.
Díez- Alegría fue un apellido famoso en la España de los años sesenta-setenta del pasado siglo: los generales Díez- Alegría, Luis, ex director general de la Guardia Civil y senador real; Manuel, ex jefe del Alto Estado Mayor del Ejército, y el jesuita José María. Un día, ya jubilado, el general Luis Díez- Alegría cometió una infracción de tráfico y el agente que le tomaba nota para la multa, al ver su apellido en el carnet, le preguntó si era familiar del "famoso teólogo Díez- Alegría". El general, perplejo, dijo que sí, y no hubo sanción. Fue una de las anécdotas que animaron una conversación de casi tres horas donde, entre humor y carcajadas, Díez- Alegría hizo repaso a su vida y pensamientos, con voz enérgica, leyendo sin gafas, una memoria prodigiosa y esa cultura enciclopédica que tanto ponderan sus amigos. " La cultura es lo que le queda a uno cuando ya se olvida de lo que ha estudiado", les dijo Alegría.

Ø La vocación. "Me confesaba con un jesuita. Debía pensar que yo era una vocación, pero nunca me dijo nada. Un día me pregunté: ¿ Por qué no voy a ser yo un seguidor de Jesús?. Fue mi descubrimiento: siempre he estado enamorado de Jesús, de su fuerza, de su valentía. En las crisis, luchaba por conservar mi fe porque no quería romper con Jesús. Así que pregunté a mi confesor qué era la vocación. "lo que tú tienes" me dijo. Y o tenía entonces 17 años, y era un chico normal, de una familia normal, todo sumamente pudibundo, donde los chicos que alternaban con chicas eran considerados unos calaveras. El celibato no me parecía un sacrificio, la cosa de casarme me parecía muy lejana, pero me daba una cierta pereza dejar mis pequeñas comodidades".

Ø La compañía de Jesús. " Empecé el noviciado el 15 de agosto de 1930, pero en 1931 empiezan con la quema de conventos y, muy pronto, la República decretó la disolución de l a Compañía, de modo que mi noviciado transcurrió en cinco casas distintas y en muchos países. Fue emocionante".

Ø La ruptura. "El Concilio Vaticano II lo viví en Roma, adonde me destinaron como profesor de doctrina social de la Pontificia Gregoriana. Pero en 1972, después de una grave operación en mi cuello, la editorial Desclée( de Bilbao) me invitó a escribir un libro para su colección El Credo que da Sentido a mi vida. En ese libro- Yo creo en la esperanza- recogía una fuerte crítica del cristianismo real por su traición tremenda a Jesús. Yo había estado muy cerca de la muerte, y me dije: " Voy a escribir por una vez sin más autocensura que la de mi propia conciencia y la de mi propia fe". En el Vaticano se enfadaron muchísimo y, tras conversaciones con el padre Arrupe [prepósito general de la Compañía], finalmente tuve que pedir la exclaustración y salir de la Universidad Gregoriana".

Ø El Pozo. " Regresar a España significó irme a vivir al Pozo del Tío Raimundo, junto al padre Llanos. Yo ya había colaborado con él desde 1965 yendo los fines de semana al Pozo y un mes en verano. Al salir de Roma, fue una elección fácil el Pozo. En aquel tiempo, el que un sacerdote hablara con gente del pueblo- y además de los vencidos en la Guerra Civil-, de persona a persona, era una cosa realmente difícil. El paso que había dado José María de Llanos al vivir la misma suerte que los desheredados era muy fuerte. Aquel choque me proporcionó más vigor para tomarme en serio una actitud crítica que no paró de crecer. Me fui feliz de Roma, llegué feliz al Pozo y allí estuve muy contento".

Ø Jesús y los pobres. " En mi fe, Jesús es el prototipo del pobre y del justo inicuamente atropellado. Me quedo con tres expresiones de Jesús: el reino de Dios es de los pobres; no se puede servir a Dios y al dinero, y amad a vuestros enemigos, haced el bien a los que os odien, bendecid a los que os maldigan, rogad por los que os difamen, y lo que queráis que os hagan los hombres, hacédselo vosotros igualmente. Estas tres expresiones tienen la máximas probabilidades de ser auténticamente palabras de Jesús de Nazaret, se encuentran tanto en el Evangelio de Mateo como en el de Lucas. Jesús dice otras cosas inauditas: bienaventurados los pobres porque de ellos es el reino de los cielos; bienaventurados los afligidos porque serán consolados; bienaventurados los hambrientos porque serán saciados... El espíritu de Jesús es de una alegría profunda, desconcertante, paradójica. Nos transporta a un mundo de libertad interior que nos impacta".

Ø El poder eclesiástico. " Un acontecimiento de una desgracia enorme para el cristianismo fue su alianza de poder con el Imperio Romano. Después de la época de persecuciones, que termina con la más tremenda, la de Diocleciano, llega Constantino, que no sólo dio libertad a la Iglesia, sino que le dio protección, y convirtió a aquella Iglesia martirial en una Iglesia con afán de dominio a través de la creación de Estados confesionales. Por su complejidad y tamaño, la Iglesia católica necesita una base económica que, de manera inexcusable, le hace solidaria con los intereses del gran capitalismo aunque con sinceridad denuncie en ocasiones los abusos del capitalismo, no puede estar existencialmente implicada en una denuncia estructural de manera permanente".

Ø La doctrina social. "La doctrina social de la Iglesia es una broma comparada con la doctrina que aprendí en algunos de los Santos Padres. San Juan Crisóstomo dice: "Todo rico, o es injusto, o es el heredero de un injusto" . si argumentas: " Yo heredé de mi padre" el santo te replica: " Y tu padre,¿ de quién heredó? Si indagas, al final encontrarás algo que no ha sido justo". Sostiene Crisóstomo: “Demos que tu padre se lo encontró nacido de la tierra, ¿ ya por eso va a ser justa la riqueza? Sólo si la usas bien y, por tanto, si la repartes, porque sino, no". También hay un texto de san Jerónimo que me sé de memoria en latín. Está comentando los hechos de los apóstoles cuando Pedro y Juan encuentran a un paralítico que les pide limosna, y Pedro le dice: "Plata y oro no tengo, pero lo que tengo te lo doy: en nombre del señor Jesús, levántate y anda".San Jerónimo tenía muy mal genio y fue el secretario del papa Dámaso, que era español. Cuando muere éste, el bueno de san Jerónimo se va de eremita cerca de Jerusalén, al desierto, y en fin, comentando ese texto, dijo: "Pedro dijo al paralítico: oro y plata no tengo, pero lo que tengo te lo doy”; ahora muchos clérigos, se refiere a los romanos, dirían: "Fe y caridad no tengo, pero lo que tengo, oro y plata, eso no te lo doy".

Ø La muerte. " Sería espantoso vivir siempre. A la muerte hay que aceptarla como un bien. Si esta vida no se acabara nunca, sería algo horroroso; si no hubiera noches no se podría vivir. Atisbo en mí una muerte plácida con una tranquilidad enorme porque mi entrego en manos de Dios".



miércoles, 1 de junio de 2005

UN HECHO REAL [II]

-Un niño es lo más vulnerable del mundo. Sobre todo, en medio de una guerra. Esta carta pone de manifiesto muchas cosas que aún no se han explicado: lo que ocurrió con algunos pequeños que fueron separados de su familia y que nunca pudieron dar con ella. También se pone de relieve como se comporto el régimen con los vencidos y como colaboraba el estamento eclesial en el “ reciclaje” de los niños “rojos”-.


casas bombardeadas, aviones...son los dibujos de los
Ø Nos encarcelaron a todos.

Cuando llegamos a España, a mi tío se lo llevaron a hacer trabajos forzados y a nosotras nos metieron en unas cárceles que había para mujeres en las que también estaban sus hijos.
De ahí tengo algunos pocos recuerdos, todos horribles. Era un lugar húmedo, pasaba mucha hambre y muchos niños de mi edad morían. Se ve que estuve enferma muchas veces, pero al final me repuse. Todo el mundo que conoce mi historia se queda sorprendido de que sobreviviera. Las condiciones eran durísimas y muchísimos niños murieron allí, en los brazos de sus madres. Cuando entrabas en la prisión, no se apuntaba el nombre de los niños y, por tanto, es como si no existiéramos. Esa irregularidad sirvió para que pudieran esconder todos los atropellos que cometieron.
Un día, me dijeron que me iban a trasladar. Mi tía se negaba, pues no quería que se me llevaran. Recuerdo perfectamente que escribió en un papel mi nombre y me dijo que lo escondiera. Así, pasara lo que pasara, siempre sabría quién era. Y siempre podría buscar a mi familia más adelante.
Se me llevaron, junto a otros niños, mientras todas las madres gritaban y lloraban. Me metieron en un tren y llegamos a una finca perdida en un pueblo de Castilla. Las condiciones no habían mejorado y encima no teníamos a nadie que cuidara de nosotros. La comida era escasa, hacía siempre mucho frío y las monjas nos trataban fatal. Yo apenas comía y me castigaban a servir a las niñas del colegio de pago. Veía todos aquellos alimentos que tenían y no entendía por qué yo era tan desgraciada. Las monjas nos decían que la culpa era de nuestros padres, que eran unos asesinos y que no nos querían.

Ø De una casa a otra.

Un día me dijeron que mis padres me habían encontrado y que me habían venido a buscar. Mi tía me había enseñado fotos de mis padres y, cuando vi a unos señores que no conocía, me puse a llorar.
Recuerdo que la monja me dio un bofetón y me dijo que era una desagradecida.
Me fui con aquellos señores. Aún no entiendo mucho por qué. supongo que era algo así como una adopción. Pero ellos tenían dos hijos más y a mí me trataban como a la criada.
Lo peor de todo es que al cabo de un tiempo(en ese momento no sabía cuándo, los papeles dicen que un año) me devolvieron al orfanato. Se ve que era normal que te adoptasen y, cuando se cansaban de ti, te llevaran de vuelta al centro. ¿cómo se puede tratar así a un niño?
Pues no lo entiendo, pero no fueron sólo ellos los que lo hicieron. En aquel tempo estuve con tres diferentes familias más. Intenté siempre comportarme bien, pero a la larga siempre me acababan devolviendo al orfanato. Me sentía rechazada, triste y pensaba que nunca jamás podrían amarme. Creo que buena parte de los problemas de autoestima que he tenido vienen de ahí.
Con 16 años, me pusieron a trabajar en una fábrica. Al poco me dijeron que el Estado ya no podía hacerse cargo de mí. Durante unos meses estuve en una pensión con otras chicas del orfanato. Entonces decidí que debía encontrar a mi familia. Conservaba todavía el papel de mi tía y mi sueño era volver a Barcelona, donde se suponía que estaba mi familia.

El niño con la muleta y el hombre de la derecha son la misma persona. Amadeo Gracia Bamala nos indicó que él es el pequeño de la fotogarafía. No sólo perdió su pierna, perdió sus padres, su hermana invalida y su niñez, lo recuerda con dolor e impotencia

Ø El reencuentro con mi madre

Pero no era fácil no podía dejar el trabajo y tampoco tenía dinero para viajar. En la fábrica conocí a una amiga que tenía un novio en Barcelona. Estaba dispuesta a ir allá, colándose en los trenes. Y pensé que era la única manera. Me fui con ella y, cuando llegué a Barcelona, sin un duro, ella me tuvo en casa de unos tíos suyos. Esta gente era muy buena y me ayudaron a buscar a mi madre.
Al final di con ella. no podíamos parar de llorar, abrazándonos, besándonos, diciéndonos que nos queríamos... Fue el mejor momento de mi vida. Y ella siempre dijo que también de la suya.
Mi madre no sabía que su hermana y yo habíamos vuelto a España. A mi padre lo habían fusilado y ella malvivía como podía. Estaba enferma de tuberculosis. Sólo pude disfrutar tres años de su compañía. Y, en ese tiempo, intentamos buscar a su hermana, pero fue en vano. El día en que ni madre murió, algo se rompió en mí. ¡Toda mi vida era tan injusta!
Nunca he podido volver a saber de mis tíos. Durante mi búsqueda, me he dado cuenta de que no estoy sola. Hay muchas familias que fueron divididas y nadie ha explicado nuestra historia ni el dolor que hemos pasado.¿Por qué? Estamos en una democracia y creo que se tendría que hacer más para que los niños perdidos pudiéramos, al menos, recuperar nuestra historia.
UN HECHO REAL [I]

UN HECHO REAL [I]

Ø Fui una niña perdida de la guerra

-Un niño es lo más vulnerable del mundo. Sobre todo, en medio de una guerra. Esta carta pone de manifiesto muchas cosas que aún no se han explicado: lo que ocurrió con algunos pequeños que fueron separados de su familia y que nunca pudieron dar con ella. También se pone de relieve como se comporto el régimen con los vencidos y como colaboraba el estamento eclesial en el “ reciclaje” de los niños “rojos”-.


Huida. Llegada de niños españoles al puerto de Southampton (Gran Bretaña) durante la guerra civil
Me ha costado muchos años saber quién soy, quiénes fueron mis padres y por qué he vivido una vida que no era la mía . ahora que finalmente he conseguido recabar mi historia personal quiero compartirla.
Estoy a punto de cumplir 70 años y me he pasado toda una vida buscando mis raíces. Ha sido un proceso largo y he contado con la ayuda de muchas personas. Parece irónico que a mi edad, por fin, haya recuperado mi infancia. Por eso, quiero dar las gracias a todos los que me han ayudado en esta búsqueda. Y decir a los que tienen el poder que deberían poner más ayudas para que este proceso no fuera tan largo y costoso.,

Ø La Guerra Civil

Nací justo en 1936, cuando estalló la Guerra Civil española. Mis padres se habían casado hacía un año y, como muchos en aquel momento, pensaron que el alzamiento sería sofocado rápidamente.
Por lo que me ha explicado todo el mundo, mis padres eran muy buena gente y no eran militantes de ningún partido. Pero, cuando la guerra empezó, todo el mundo tuvo que posicionarse y ellos escogieron el bando republicano. Mi madre le dijo a una amiga suya que quería que su hija tuviera oportunidades y que estaba segura de que la vida sería más fácil si los republicanos acababan ganando la guerra.
Mi padre fue a la guerra. Como tenían estudios, rápidamente fue subiendo de grado en el Ejército. Mi madre lo pasó fatal, temiendo por la vida del hombre al que amaba y cuidando de una hija recién nacida. Estaba en Barcelona y conseguir alimentos en aquella época no era fácil. Por lo visto, de pequeña tuve muchas enfermedades típicas de la desnutrición. Mi madre temió perderme muchas veces, pero se las ingenió para que nada me faltara. Ella estaba esquelética y apenas tenía fuerzas.
Tras tres años de guerra, las esperanzas republicanas se esfumaron. Todos sabían que iban a perder la guerra y que los vencedores no serían piadosos con los vencidas. Ella era la mujer de un alto cargo del Ejército republicano y sabía que sería represaliada. Había tenido noticia de que mi padre había sido apresado y que, seguramente, lo fusilarían. Así que tomó una decisión. Sabía que su hermana y su marido iban a huir a Francia por los Pirineos. Ella intentaría huir más adelante, si no podía, al menos, sabría que su hija estaba a salvo.
Yo tenía tres años y no recuerdo nada de todo aquello. A veces me vienen a la mente imágenes del viaje, pero no sé si, de tanto explicármelo, lo he acabado reconstruyendo a de verdad me queda algún recuerdo real.
Mi tía consiguió llevarme hasta París, donde teníamos más familia. Nos acogieron en una casa en la que vivimos algunos meses. Yo de ahí sí que tengo algún recuerdo, pero muy vago.
Lo que nadie se esperaba es que en esos momentos París cayera en poder de Hitler y que tuviéramos que aguantar otra terrible guerra.
la letra con sangre entra. Esta escena era corriente en los colegios religiosos de principios del siglo XX, como refleja una fotografía anónma, tomada en Reus (Tarragona) EN 1910
Ø En Francia viví el horror nazi

Y volvió el hambre, la destrucción, la gente sin casa, las persecuciones... La guerra no se para ante nada: ni ante los niños ni ante la gente como mi familia, que sólo quiere vivir en paz.
Franco quería recuperar a todos los niños españoles que estaban en el extranjero( esto es algo de lo que los historiadores han hablado muy poco), pero estaba convencido de que teníamos “sangre roja” y que a la larga acabaríamos conspirando contra su Gobierno. Había incluso científicos que habían elaborado teorías sobre ello. Pretendían que volviéramos a España para “reeducarnos”.
Así que no sé cómo ocurrió, pero consiguieron deportarnos a España a mis tíos y a mí. Mi tía, que era muy buena persona, no quería que me separaran de ella. Así que dijo que yo era su hija. Tenía la esperanza de que en España la dejaran libre y pudiera encontrar a su hermana y devolverme a ella. pero el plan que nos esperaba era otro muy diferente. Continua en un hecho real [II]


lunes, 30 de mayo de 2005

LOS ALEMANES VAGOS

Los estereotipos vigentes coinciden en que los alemanes son un pueblo laborioso, formado por adictos el trabajo, adornados de virtudes con el orden, la puntualidad y el cumplimiento del deber. Las estadísticas y la vida cotidiana en la Alemania actual contradicen esta imagen.


Con un ataque de pánico han reaccionado los dueños de las plantaciones de espárragos de la región de Brandeburgo ante las propuestas de algunos políticos y de la Oficina Federal de Empleo de enviar alemanes parados de larga duración a la recogida de la cosecha, en vez de los tradicionales trabajadores temporeros procedentes de Polonia. “ ¡Alemanes no, por favor!”, clamaba ante las cámaras de televisión un propietario de una plantación de espárragos y añadía: “ Los que vinieron la última vez trabajaron un día y se dieron de baja porque les dolía la espalda”.

Según una encuesta de la Asociación de Agricultores, las oficinas de empleo enviaron a la cosecha del espárrago a 3.761 alemanes que buscaban trabajo. Se presentaron 761 a trabajar y, de éstos, sólo un tercio soportó la primera semana. No cabe duda de que los magníficos espárragos de Brandeburgo se pudrirían en la tierra sin los miles de temporeros polacos que por 5,42 euros por hora trabajan en la cosecha.

Las estadísticas de la OCDE sobre el promedio de horas trabajadas al año en 30 países de los más desarrollados otorgan a Alemania la medalla de bronce de los más vagos. Con 1.438 horas, los alemanes son los que menos trabajan, sólo superados a la baja por noruegos y holandeses. Comparadas con las 1.775 horas de media anual de España y sobre la base de una jornada de ocho horas diarias, un alemán medio trabaja casi 40 días menos al año que un español. Mientras tanto, Alemania se ha convertido ya en el farolillo rojo de la UE ampliada a 25 países en la estadística de crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB), con una economía en la práctica estancada desde hace tres o cuatro años.

Obras eternas

No tiene nada de extraño que en Alemania las obras públicas se conviertan en algo eterno. En la primavera de 1994 llegué a Bonn tras una estancia de nueve años en América Latina. A la entrada de Bad Godesberg estaba en marcha la construcción de un paso subterráneo para evitar que los coches atravesaran esa ciudad que se había convertido ya en un barrio más de Bonn. Cuando a finales de 1997 abandoné Alemania. Las obras del túnel de Bad Godesberg todavía no estaban concluidas. En octubre de 2003, viajé a Munich y traté de tomar un autobús municipal que tardaba en llegar. Un aviso en el poste de la parada advertía: “Queridos usuarios de la línea 89: Por la construcción de un túnel en la calle Richard Strauss pueden producirse desviaciones en las horas anunciadas en el horario de salida. Duración prevista de las obras: hasta octubre de 2009. Les pedimos comprensión”.

¡Seis años para construir un túnel en una calle! En ocho años se construyeron en Madrid 142 kilómetros de líneas de metro. Claro que, en la Alemania actual, a la caída en horas de trabajo hay que añadir las procelosas trabas burocráticas que eternizan las obras. Hace unos meses, el primer ministro de Sajonia, el democristiano Georg Milbradt (CDU), se lamentaba ante un grupo de corresponsales extranjeros de que para sacar adelante los trabajos de una carretera de circunvalación, su gobierno, por exigencia de los ecologistas, tuvo que comprometerse a construir un paso subterráneo para los sapos.
En los debates políticos de la década de l o9s ochenta, el díscolo socialdemócrata Oskar Lafontaine(SPD) acusó al entonces canciller de su propio partido, Helmut Schmidt, de preconizar las llamadas virtudes secundarias: “Schmidt habla de nuevo de sentimiento del deber, fiabilidad, factibilidad y firmeza. Éstas son virtudes secundarias. Para decirlo de una forma más precisa: con ellas se puede también dirigir un campo de concentración”. Una argumentación similar empleaba días atrás un amigo alemán. Ante mis quejas sobre el mal funcionamiento de la Alemania actual, mi amigo replicó: “ No sé por qué los extranjeros os quejáis, en vez de alegraros. Con los alemanes de hoy sería imposible construir de nuevo Auschwitz porque no funcionaría”. No cabe duda de que es un gran consuelo.

José Comas. El País 29-5-05. volver al duende de los extravíos

viernes, 27 de mayo de 2005

El satélite que divisó el ladrillo

cuadro de GARCIA I MIRO, TOXOS
Xerardo Estévez es arquitecto.
EL PAÍS - Opinión - 13-04-2005

Ahora, y no antes, cuando audaces promotores de ladrillo, propietarios de suelo y administraciones liberalizadoras se concertaron para hacer realidad la canción "viviendo en mi casita de papel".


Ahora que un satélite del Instituto Geográfico Nacional observó desde las alturas el hormigonado de buena parte de la costa y el entorno de las ciudades, suenan las alarmas ante el estropicio ocasionado en nuestra geografía en los últimos años. En sólo una década, el suelo urbanizado ha aumentado en un 25 por ciento, y en algunas comunidades llega al 50 por ciento; un tercio de la costa mediterránea está cementado, datos éstos que contrastan con un crecimiento de la población cuatro veces inferior al de la superficie edificada. Ahora suenan las alarmas, y no antes, cuando se podían haber armonizado economía y urbanismo; lo imposible es hacerlo con el velocímetro a más de setecientas mil viviendas por año, que ha convertido a España en el país de Jauja del alojamiento. A título de referencia, cabe mencionar que si hace dos años el número de viviendas construidas en España superó al total de Francia y Alemania, que nos duplicaban en población, hoy ya pasamos a Francia, Alemania e Italia juntas. Así hemos llegado a disponer de un parque de viviendas desocupadas de en torno a tres millones. Ésa puede llegar a ser la ciudad de las persianas bajas, donde todos son propietarios, pero hay pocos vecinos.

Ahora, y no antes, cuando audaces promotores de ladrillo, propietarios de suelo y administraciones liberalizadoras se concertaron para hacer realidad la canción "viviendo en mi casita de papel". A cambio de este anhelo, la juventud de este país se encuentra atrapada en lo mejor de la vida con un esfuerzo financiero insostenible -nada menos que el 57 por ciento del salario medio bruto, según el Banco de España- que le impide el acceso a otras tareas de la cultura, el ocio y el intercambio, colocándole ante los ojos una proposición perversa: tomar prestado dinero barato, con las consiguientes deducciones por la compra del piso, para concurrir en un mercado netamente alcista, entre otras razones, porque la vivienda protegida cayó 17 puntos en menos de diez años.

Al hilo de esta pasión inmobiliaria y este esfuerzo individual, parece oportuno traer a colación las advertencias de las instituciones financieras mundiales sobre el peso excesivo en el PIB de un sector que empieza a dar señales de cansancio, debido a que la demanda extranjera de segunda residencia reclama ya una buena práctica urbanística. Por ello, más valdría que el flamante Ministerio de Vivienda, en vez de marcar como objetivo la contención de precios, labor que no puede realizar por la escasez de competencias, se dedicara a desarrollar programas de vivienda protegida concertados con las ciudades y a la promoción de la calidad arquitectónica, y dejara al ministerio competente el impulso de una economía más sostenible, con una representación equilibrada del sector construcción.

Se impone repensar adónde conduce esta pauta, más que modelo, cuyo paradigma son los llamados PAU, basados en la ilimitada proliferación de inmuebles rodeados de inmensos espacios públicos, que no lugares, donde es difícil encontrar y conocer al vecino de enfrente, y que en muchos casos llevan consigo la destrucción del entorno medioambiental para luego reconstruirlo con planes y programas específicos. Conviene tener en cuenta que los costes de mantenimiento y servicios de las nuevas calles, plazas y jardines, así como los de reparación de los errores ocasionados por este patrón de crecimiento extensivo y fragmentario, suelen gravitar sobre las administraciones públicas, que tienen que acometer a posteriori costosas infraestructuras y equipamientos y que no van a seguir disponiendo indefinidamente de los fondos europeos que tanto han dado de sí. ¿Quién le echa las cuentas a todo esto? ¿Quién se hace responsable de las repercusiones económicas de tal euforia constructora?

En el terreno práctico, vale la pena destacar, sin el menor atisbo de nostalgia de un jacobinismo pasado, el enredo legislativo en que nos encontramos sumidos entre tanta sentencia y normativa en permanente cambio. Confusión que culmina con el duro golpe que la reforma de la Ley del Suelo de 1998 propina a la concepción de la ciudad cuando, creyendo que una oferta masiva de suelo conseguiría controlar el precio de la vivienda, suprime el principio organizador del planeamiento, al dictaminar que todo suelo que no es protegible debe ponerse a disposición para ser urbanizado. Justamente ha sucedido lo contrario: nunca se ha construido tanto y el precio nunca había alcanzado tales cotas de escándalo.

Los legisladores autonómicos, cada uno a su manera, han ido desarrollando de forma minuciosa un rosario de articulados, con estándares y parámetros de todo tipo que, en el fondo, han ido esquinando el planeamiento, de forma y manera que hoy las ciudades se diseñan más con leyes y reglamentos que con planos.

En sólo una década, el suelo urbanizado ha aumentado en un 25 por ciento, y en algunas comunidades llega al 50 por ciento; un tercio de la costa mediterránea está cementado, datos éstos que contrastan con un crecimiento de la población cuatro veces inferior al de la superficie edificada.

Especialistas prestigiosos llegan incluso a proponer la desaparición del trámite de avance, única oportunidad para dar a conocer en un documento previo la articulación conceptual entre lo público y lo privado. Suprimirlo equivaldría a decir adiós a la compresión o la filosofía urbana de cada plan general. La ciudad como conjunto dejará de tener sentido y se verá reducida a un monopoly de interés exclusivamente inmobiliario, donde cada uno va a lo suyo, mientras la convivencia se diluye al carecer de una educación ciudadana, y se extiende la sospecha ante una administración local que dedica sus mayores esfuerzos al crecimiento masivo y no al desarrollo sostenible. El urbanismo pasará de ser la ciencia, la técnica y el arte de hacer bien la ciudad a convertirse en instrumento al servicio exclusivo del negocio, con unos profesionales de los que se espera que vayan por detrás, con el lápiz o la herramienta de CAD, sin hacer mucho ruido. Y, mientras tanto, el ciudadano de a pie, sumido en estas presiones, se tiene que dedicar fundamentalmente a la cuantificación de las superficies que compra, de las fisuras y humedades de su edificio, sin poder entrar en la calidad y la racionalidad de la actividad constructiva.

Ahora, gracias al satélite que divisó el ladrillo, resulta evidente que hace falta una mirada hacia atrás, una reflexión que parta de la premisa de que ni la economía ni el planeamiento por sí solos son capaces de resolver el problema del desarrollo urbano. Una vez más, hay que afirmar que el equilibrio es fundamental y que la práctica exige poner sobre la mesa todos los vectores. Mientras alguna comunidad autónoma ha llegado a descatalogar por vía de ley parques naturales para hacerlos edificables, la Conselleria de Política Territorial de la Generalitat de Cataluña propone que paisaje, arquitectura, economía, suelo, infraestructuras, viviendas, mantenimiento, gestión, sean entendidos como un todo. Para ello es imprescindible que estas variables se articulen territorialmente mediante los planes, las infraestructuras y una nueva organización administrativa, políticamente con la gobernación y económicamente con una evaluación seria de las repercusiones del crecimiento.
Y no se trata sólo de un problema de sostenibilidad, sino también de pensar que el legado de nuestra época no alcanzará la consideración de patrimonio, como aconteció de hecho con la ciudad construida hasta la mitad del siglo pasado. En este aspecto, estamos rompiendo con el sentido de la tradición, que en última instancia significa transmisión, y que supone, junto con la innovación, el pas de deux del crecimiento de la ciudad del futuro.

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domingo, 22 de mayo de 2005

¿ADIOS A LA FILOSOFÍA?

Ya sé, ya sé que vivimos un periodo excesivamente abundante en truculencias y alarmas, soliviantado en demasía. Y yo no quisiera contribuir a empeorarlo..., por lo menos no más de lo imprescindible. De modo que en lugar de titular este artículo ¿Quién teme a la filosofía?, como pensé al principio, un rótulo que suena a denuncia y quizá hasta desafío, he preferido encabezarlo en un tono más dubitativo y melancólico. Pero el asunto de fondo no varía: el anteproyecto de la LOE parece implicar algo así como el aniquilamiento de la filosofía en el bachillerato, o por lo menos su reducción a un tamaño compatible con el de las cabezas patentadas por los jíbaros. Lo cual produce lógica inquietud entre quienes somos profesores de la materia desdeñada y podría sobresaltar también a otros ciudadanos con aficiones culturales, que alguno habrá. De modo que no queda más remedio que hablar un poco del asunto.


Decían los antiguos griegos que cuando los dioses nos son favorables ignoran nuestros deseos y cuando nos son adversos los cumplen. Por lo visto las autoridades educativas siguen el ejemplo olímpico. Y los que anhelamos una educación ciudadana temática y no meramente transversal parece que finalmente vamos a tenerla, pero a costa de perder la filosofía y la ética por el camino. El error sería grave y esperamos que aún pueda enmendarse.
Empezaré, quizá innecesariamente, por aclarar que de ningún modo comparto los hiperbólicos encomios que convierten a la asignatura de filosofía en la única fuente para los alumnos de reflexión argumentada y pensamiento crítico. Basta recordar que todos los actuales responsables de educación o cultura la han cursado para no exagerar sus virtudes intelectualmente fortificantes. Sin embargo, es difícil imaginar una asignatura de formación ciudadana realmente útil que prescinda de su apoyo. Veámoslo.
Los críticos de la asignatura cívica señalan que puede convertirse en una mera ocasión de adoctrinamiento partidista, un catecismo de urbanidad política al gusto de los dirigentes del momento. Las buenas intenciones no logran mejorar estas proclamas edificantes: hace bien poco oímos al ministro de Defensa ufanarse de que prefiere "morir que matar", opción tan infrecuente como respetable, pero que casa mal con el cargo que ocupa; por su parte, el presidente Zapatero lanzó en Mauthausen una elogiable diatriba contra la guerra que sin embargo hubiera sonado mejor fuera del campo de concentración cuyas puertas se abrieron precisamente gracias a una guerra. La verdad es que los clichés de la corrección política de cualquier signo sirven para poco. Aun así, confieso que no me horroriza tanto como a otros la palabra "adoctrinamiento": la creo implícita en todo propósito educativo democrático, en la medida en que siempre optamos a la hora de enseñar por ciertos presupuestos básicos apenas discutidos, a partir de los cuales rechazamos sin mayores debates el exterminio de los adversarios ideológicos, la discriminación entre los humanos por raza o sexo, la utilización abusiva del prójimo como mera herramienta para nuestros fines y cosas por el estilo. No obstante, comprendo que tiene un uso alarmante: sería "adoctrinar" perversamente convertir la educación cívica en un recetario de respuestas inamovibles para controversias históricas, sociales o políticas cuya diversidad de presupuestos no se ha brindado de manera abierta y suficiente. Por eso precisamente es imprescindible sustentar tal disciplina en la filosofía y la reflexión ética.
En último término, preparar para la ciudadanía es pensar lo que supone la acción en libertad. Es decir, establecer los valores de humanidad que deben sustentarla, tanto en el terreno personal (lo que llamamos virtudes) como en el colectivo e institucional (leyes que garantizan derechos y deberes). Se trata de explicar razonadamente que vivir en una sociedad democrática pretende ser distinto a la vida en el medio directamente natural: en éste predominan en toda su crudeza la necesidad y el azar, mientras que la comunidad social intenta corregir o paliar tales condicionamientos con instituciones que favorezcan la libertad de todos y la solidaridad entre todos. Ahora bien, tanto la necesidad como la libertad, el azar y la solidaridad, los valores, las virtudes y las leyes son algunas de las cuestiones que ocupan a la filosofía, especialmente en su vertiente ética o moral. Es el enfoque filosófico el que previene contra dictar doctrinariamente soluciones que olvidan el proceso deliberativo fundamental que las precede y sobre todo se distancian de la formación de un carácter cívico, capaz de persuadir y de ser persuadido, que es el verdadero objetivo de la preparación para la ciudadanía. No se trata de lograr que todos compartamos la misma idea de "vida buena", sino que aceptemos las pautas mejor justificadas para que nuestros desacuerdos puedan convivir sin atropellos...
No faltará quien sostenga que tales objetivos docentes pueden lograrse sin mantener obligatoriamente el nombre de "filosofía" para ninguna asignatura, utilizando rótulos más postmodernos y menos sobrecargados de referencias gremiales bastante apolilladas: es decir, sin recurrir a los servicios de esos "filósofos nutridos de sopa de convento" que "contemplan impasibles el amplio firmamento", según dijo Antonio Machado. Pero ello supondría olvidar que, más allá de lo que los indignos profesores hagamos a veces con ella, el nombre mismo de "filosofía" es importante porque conserva una comunidad de origen y destino con otra expresión que nos importa: "democracia". Nacieron juntas y la una expresa en el terreno del conocimiento lo mismo que la otra en el campo de la política: discusión racional, disolución de las jerarquías establecidas por la veneración acrítica de la tradición, atención igual a la palabra de todos (aunque sean distintos, aunque vengan de lejos) y, sobre todo, depósito del sentido último de ideas o instituciones en la voz de las personas y no en genealogías colectivas.
Los ciudadanos deben saber que serlo implica ser demócratas y también ser a ratos filósofos. Es decir, deben aprender a vivir y pensar igualitaria y racionalmente, pero siempre en común. Y no parece ocioso que conozcan también la evolución histórica de la que provienen ambos derechos y ambas obligaciones...
En último término, ni la filosofía ni la ética -en su temario actual- son vacas sagradas. Pero tampoco estorbos de los que pueda educativamente prescindirse sin más, en nombre de dudosos criterios de eficacia. Se diría que vamos hacia programas educativos cada vez más dictados por el rendimiento laboral, mientras los valores humanistas cuyo debate nos hermana son abandonados al autismo de caprichos privados o a la intransigencia irrefutable de los dogmas. De seguir así, pronto será el beneficio económico el único interés que todos compartiremos..., pero como rivales en una carrera rapaz. Y todo ello en una sociedad en la que la expectativa de vida se prolonga cada vez más, mientras el espacio compartido se reduce: es decir, donde cada vez es más importante ser capaz de crecer y viajar hacia adentro para cuidar de nosotros mismos sin depender del supermercado o pisar a otros. Por favor, aún estamos a tiempo: no mandemos hoy al desguace los instrumentos intelectuales que mañana mismo echaremos en falta... o, aún peor, que quizá lleguemos a olvidar junto a lo mejor de lo que hemos sido.

Fernando Savater es catedrático de Filosofía de la Universidad Complutense de Madrid. EL PAÍS - Opinión - 19-05-2005

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miércoles, 18 de mayo de 2005

Mirian, Toñi y Desireé. Ni olvido ni perdón

EL TRIPLE CRIMEN DE ALCASSER ¿Verdad o mentira de estado?


El 27 de enero de 1993, dos apicultores encontraron los cadáveres de tres niñas semienterrados en las cercanías del pantano valenciano de Tous. Los cuerpos que ya se encontraban en estado de putrefacción porque llevaban tres meses enterrados pertenecían a Miriam García, Antonia (Toñi) Gómez y Desirée Hernández, desaparecidas el 13 de noviembre de 1992 en Alcàsser, cuando se dirigían a una discoteca a la que iban habitualmente en la localidad vecina de Picassent. Al parecer hicieron auto-stop y el coche que les paró llevaba a gente que presumiblemente conocían, según atestigua una vecina que las vio subir al coche con tranquilidad (no forzosamente). Esta mujer fue la última que las vio con vida sin contar a sus asesinos y aún recuerdo la imagen de la señora, asomada a su ventana, señalando con el dedo hacia una calle, dónde fueron recogidas.
Los "culpables":

ANTONIO ANGLÉS

/ Nacido en Sao Paulo, Brasil, tenía 35 años cuando sucedió todo. Desapareció antes de que cantara el gallo, imposible cazarlo, sin embargo se supo rápidamente que este tipo había tenido secuestrada, encadenada y apaleada a una ex novia, Nuria Pera, según su hermana ‘Kelly’, toxicómana (por este hecho cumplió 6 años de condena en la cárcel y precisamente fue el testimonio de su “gran amigo Ricart” el que lo encarceló).
Su madre, cargada de hijos, trabajó deslomándose en lo que podía para mantener a su familia. A cambio tenía hijos conflictivos que entraban y salían de cuarteles de policía, trapicheaban con droga, se ganaban la vida con prostitución o la golpeaban.
Antonio huyó ante los ojos de la policía. Se habló mucho de ello, de la facilidad con la que había huído, eso mosqueó al país entero. Pero no fue el único investigado. Su hermana ‘Kelly’, dedicada a la prostitución, su hermano pequeño Mauricio, delincuente común, y otro de sus hermanos, Enrique, éste retrasado, fueron investigados.
Las pruebas que dieron con él fueron principalmente un papel médico que se encontró donde estaban los cadáveres. En este papel estaba el nombre de Enrique Anglés (hermano investigado de Antonio), e inicialmente se acudió a su casa para interrogarlo a él.

MIQUEL RICART

/Su amigo de fiesta y trapicheos, cuyo coche contenía pelo perteneciente a las niñas. Ricart llevaba años viviendo con la familia de Anglés y el día que le detienen iban a buscar a Enrique (el incial sospechoso) pero al ser preguntado si tenía un coche blanco y contestar que sí, la Guardia Civil se hace cargo de él como posible sospechoso.

Ese día en cuestión la Guardia Civil se presenta en casa de los Anglés, llaman a la puerta, no les abren, y además desde dentro atrancan la puerta. En ese momento Antonio Anglés sale huyendo por una ventana con, según su madre, dos millones de pesetas que había pedido prestados para comprar una casa. La Guardia Civil vuelve con una orden de registro, consigue que le abran la puerta y la madre, Neus, dice que está sorda y no había oído cómo llamaban antes a la puerta, pero confiesa que vio salir a su hijo huyendo con el dinero. Así fue como Antonio Anglés desapareció para siempre y Miquel Ricart se convirtió en el único encarcelado del triple crimen de Alcásser . VISTO EN:

Por cierto, Antonio Anglés "cometió" los delitos tras fugarse de la cárcel, es decir que la policía no le buscó -pues vivía en su casa con su familia- cuando estaba en "Busca y Captura", y teniendo en cuenta que los delitos en nuestro código penal prescriben a los veinte años y él ya está más de diez años desaparecido... si volviera a aparecer como Pepito Palotes y dijera "Soy Anglés" dentro de 9 años, este hombre no sería acusado de sus crímenes.

Y otro por cierto que nos hace dudar más... a Miquel Ricart se le concedió inicialmente el segundo grado cuando los informes de los profesionales de la penitenciaría eran contrarios a la concesión de estos privilegios.

Para quien tenga interés en conocer este caso profundamente y saber por qué hay quien cree que lo de Ricart y Anglés es una gran mentira, recomiendo visitar esta página de EL PALLETER.

http://webs.demasiado.com/elpalleter/

NOTA: Durante mucho tiempo me he negado a escribir sobre este caso porque no está nada claro y aún me hierve la sangre al ver que no está resuelto, sin embargo no encuentro mejor forma de luchar porque se siga investigando que volver a sacarlo a la luz. Cuento con muchos lectores, y confío en ellos para que hagan presión. Además, quisiera que los familiares de las niñas de Alcásser sepan que aún hay quienes no olvidamos que ellos sufren, y que ellas "existieron". Somos muchos quienes nos negamos a olvidarlas. Kruela



domingo, 15 de mayo de 2005

Nada de locura, es maldad

ARCHIVOS EN MEMORIA DE ...

Estamos asistiendo en España a unos horribles asesinatos a sangre fría, con unas técnicas más propias de la Edad Media ( martillazos, hachazos, etc.) que de los tiempos que vivimos, supuestamente más comedidos y dialogantes, que dejan un rastro de terror y de sangre, y que nos sirven de aviso: en cualquier momento podemos caer fulminados y relegados al olvido por algún asesino caprichoso desconocido.

ASESINOS EN SERIE

No existe criatura más temible que el criminal antojadizo cuya conducta ni tiene lógica ni sigue un método establecido. Cuando nos enteramos de actos violentos que parecen ocurridos al azar o que son totalmente gratuitos nos invade un sentimiento especial de pánico y de confusión. Inmediatamente tratamos de buscar una explicación de lo sucedido, la causa, el posible argumento, el contexto. Y nos sentimos reconfortados si, como ocurre al final de las fábulas de Esopo, el comportamiento incomprensible es parte de una trama, tiene algún sentido. Por eso, si los medios de información anuncian que el culpable es un enajenado con ideas delirantes de persecución o de grandeza, nos agarramos con alivio a la enfermedad mental como si fuese la Piedra Roseta que nos ayuda a entender finalmente la inexplicable tragedia.

No es nada nuevo atribuir los fallos morales a trastornos mentales. Muchos piensan que las personas que cometen atrocidades no tienen más remedio que haber perdido la razón, deben estar locas. Precisamente, a los ojos de los medios de información y de Hollywood, el enfermo psiquiátrico se ha convertido en el actor ideal de los crímenes más crueles y espectaculares que se escenifican cada día en noticiarios y en películas.

El problema es que esos estereotipos negativos, basados en una premisa falsa, marcan con un estigma indeleble a los hombres y mujeres que sufren estas dolencias, y a sus familiares.
El miedo de la peligrosidad del enfermo mental es el factor que más contribuye a su discriminación y a su rechazo social.

La verdad es que la gran mayoría de las personas que sufren enfermedades mentales no son violentas. De hecho, con mucha más frecuencia son víctimas de la violencia que autores de ella. Otra verdad es que para muchos incapacitados el mundo de los normales es una auténtica jungla amenazante plagada de aves de rapiña. No hay más que mirar a los millares de enfermos desamparados y sin techo que deambulan por nuestras calles para darnos cuenta de la arriesgada situación de abandono en la que se encuentran.

Los verdaderos protagonistas de las agresiones malignas no son producto de la locura, sino consecuencia de la maldad. Se trata de hombres y mujeres rabiosamente insatisfechos, resentidos, desmoralizados e incapaces de sentir culpa o remordimiento. Matan y no sienten nada. Superficiales y locuaces, son expertos en la evasión y en el engaño. Crónicamente hastiados, buscan experiencias destructivas que les distraigan momentáneamente del vacío y de la banalidad de sus vidas, mientras persiguen sin descanso el dominio narcisista a través de la explotación y el sufrimiento de otros. Alienados desconectados, sin lazos ni ataduras con nada ni nadie, terminan sus vidas absurdas de odio con una muerte violenta.

El drama sangriento de estas personas nos muestra lo que le sucede al ser humano cuando no desarrolla durante su infancia el aprecio por la existencia, la compasión hacia el dolor ajeno y la empatía, esa cualidad que nos permite situarnos genuinamente, con afecto y comprensión, en las circunstancias de nuestros compañeros de vida.


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sábado, 14 de mayo de 2005

INFLUENCIAS MARXISTAS

Un fantasma recorre España: el marxismo ( de Groucho Marx). En Cataluña, tras lo sucedido con el túnel del Carmel, vecinos de otros barrios de Barcelona se movilizaron:”No queremos AVE”. La situación no puede ser más marxista: “Oiga, pollo, ¿le interesa un tren de gran velocidad? ¿ Quiere que le haga yo mismo el túnel? Conteste primero a la segunda pregunta”. ( con todo, esto no es necesariamente malo. Las últimas campañas electorales habían alcanzado límites peligrosos, con la promesa de una estación del AVE cada cien metros, hasta tal punto que al anterior ministro del cemento( Francisco Álvarez Cascos) adelantado del marxismo con su invento del AVE tortuga, inauguraba palotes en los que ponía: AVE, y tenían que venir las Juntas Electorales a recordarle que si no hay tren no hay tren.

Maragall visitó el Carmel y dijo: “ Esto es como el Prestige”. Interpretar a Maragall no es fácil, menos aún cuando se le entiende, pero la oposición aceptó la comparación, agarrando por la parte de la incompetencia política. Piqué pidió cinco dimisiones. Probablemente con cuatro se conformaría. La actitud de Piqué podría parecer contradictoria, porque en la crisis del Prestige el PP no pedía dimisiones. Por fortuna Fraga es también un gran marxista, y consiguió dar coherencia al embrollo: “ La Xunta no siempre se sintió apoyada por el Gobierno central durante la crisis del Prestige”. La mar salada. Fraga le colgó un medallón a cascos para agradecer aquel escaso apoyo, pero en esto tampoco hay nada ilógico. De haberse sentido muy apoyado, Fraga le hubiera puesto dos medallas a Cascos. (creo que de todas la maneras se debiera haber dado dos medallas una por tonto y otra por si acaso se le pierde la primera).

Aznar no pilló el gang, y le escribió una carta a Fraga titulada: “No me lo puedo de creer”. Que solía decir una célebre concursante de Gran Hermano, en la cual le exige que rectifique sus palabras, y que proclame ante la historia que Aznar es el mejor. Alguno puede pensar que Aznar tiene el sentido del humor de un mejillón cebra. Falso. Aznar es marxista hasta la médula. En su carta, Aznar recuerda a Fraga que la hemeroteca es muy cruel con quienes “mudan” de opinión. Se lo dice a Fraga, nada menos, que fue ministro de Franco, y ahora le pasa por la izquierda.

Como sucedió en Galicia, en Cataluña ha habido intentos de control de la información, negativas a la investigación, políticos bajo la mesa y otros alardes marxistas, pero ha faltado lo principal: un ministro de Defensa que sobrevolara la zona en helicóptero para después proclamar: “He visto un barrio esplendoroso”. Trillo era mucho Trillo. El marxismo contemporáneo de debe mucho a Trillo.

En política no es tan importante hacerlo bien como que otro lo haya hecho antes peor, aunque esto vaya usted a explicárselo a alguien que estaba merendando en su salón cuando llegó una excavadora y le tiró la casa abajo. “Valor, amigo. Tiene usted suerte de que gobernamos nosotros. Los otros son mucho peores. Ya ve: excavábamos buscando el futuro y hemos llegado adonde siempre”.
Antonio Martínez. Extracto de artículo con algunas anotaciones del que transcribe.


sábado, 7 de mayo de 2005

Árboles con Historia. (I) El pino de Fuente Piña

el Pino de FUENTEPIÑA

La tumba de Platero
Juan Ramón Jiménez “enterró” al famoso burro bajo un pino.

Ficha técnica:

Nombre popular: el pino de Fuente Piña.
Nombre científico: Pinus Halepensis
Localidad: Moguer (Huelva)
Acceso complicado sin señalizar preguntar en la casa-museo
Edad aproximada: unos 200 años, Altura: 19 metros, Perímetro: ( a 1,30 metros): 3,65 m.
Diámetro copa: 27,80,
Mejor época para verlo: primavera y otoño

Tu, si te mueres antes que yo, no irás, Platero mío, en el carrillo del pregonero, a la marisma inmensa ni al barranco del camino de los montes, como los otros pobres burros, como los caballos y los perros que no tienen quien los quiera(...) . Vive tranquilo Platero. Yo te enterraré al pie del pino grande y redondo del huerto de la Piña, que a ti tanto te gusta”

No podía ser de otra manera. En su magistral libro Platero y yo, Juan Ramón Jiménez también soñó con un entierro muy especial para su querida mascota. En la solitaria casa de campo, a cuatro kilómetros de su Moguer natal, donde el escritor pasó melancólicas temporadas de descanso e inspiración, poco ha cambiado. Allí sigue la sencilla edificación de amplio pórtico abierto al pinar, todavía hoy rodeada por los mismos setos de geranios que tanto la embrujaban. Y a un lado, el gran pino, como un inmenso parasol de protectora sombra. ¿ estará bajo él su tumba? Todos los especialista coinciden en que Platero fue un animal imaginario. Una idea no compartida por Pepe Quintero, que fue guía desde hace muchos años de la casa-museo de Juan Ramón en la localidad onubense y que conoció personalmente al escritor. “Por supuesto, nosotros pensamos que es cierto, que bajo ese pino está enterrado Platero” afirmaba categórico.

La casa de Fuente Piña fue adquirida hacia 1900 por los padres del futuro Nobel de Literatura, de acomodada posición económica, en un intento por ayudarle a superar la depresión en la que con apenas 20 años estaba sumido.
Ahora pertenece a la familia Hernández Pinzón- los hermanos Pinzón que acompañaron a Colón en su primer viaje a América- pues Juan Ramón Jiménez no tuvo hijos, y una hermana suya se casó con un descendiente de los descubridores.