sábado, 14 de mayo de 2005

INFLUENCIAS MARXISTAS

Un fantasma recorre España: el marxismo ( de Groucho Marx). En Cataluña, tras lo sucedido con el túnel del Carmel, vecinos de otros barrios de Barcelona se movilizaron:”No queremos AVE”. La situación no puede ser más marxista: “Oiga, pollo, ¿le interesa un tren de gran velocidad? ¿ Quiere que le haga yo mismo el túnel? Conteste primero a la segunda pregunta”. ( con todo, esto no es necesariamente malo. Las últimas campañas electorales habían alcanzado límites peligrosos, con la promesa de una estación del AVE cada cien metros, hasta tal punto que al anterior ministro del cemento( Francisco Álvarez Cascos) adelantado del marxismo con su invento del AVE tortuga, inauguraba palotes en los que ponía: AVE, y tenían que venir las Juntas Electorales a recordarle que si no hay tren no hay tren.

Maragall visitó el Carmel y dijo: “ Esto es como el Prestige”. Interpretar a Maragall no es fácil, menos aún cuando se le entiende, pero la oposición aceptó la comparación, agarrando por la parte de la incompetencia política. Piqué pidió cinco dimisiones. Probablemente con cuatro se conformaría. La actitud de Piqué podría parecer contradictoria, porque en la crisis del Prestige el PP no pedía dimisiones. Por fortuna Fraga es también un gran marxista, y consiguió dar coherencia al embrollo: “ La Xunta no siempre se sintió apoyada por el Gobierno central durante la crisis del Prestige”. La mar salada. Fraga le colgó un medallón a cascos para agradecer aquel escaso apoyo, pero en esto tampoco hay nada ilógico. De haberse sentido muy apoyado, Fraga le hubiera puesto dos medallas a Cascos. (creo que de todas la maneras se debiera haber dado dos medallas una por tonto y otra por si acaso se le pierde la primera).

Aznar no pilló el gang, y le escribió una carta a Fraga titulada: “No me lo puedo de creer”. Que solía decir una célebre concursante de Gran Hermano, en la cual le exige que rectifique sus palabras, y que proclame ante la historia que Aznar es el mejor. Alguno puede pensar que Aznar tiene el sentido del humor de un mejillón cebra. Falso. Aznar es marxista hasta la médula. En su carta, Aznar recuerda a Fraga que la hemeroteca es muy cruel con quienes “mudan” de opinión. Se lo dice a Fraga, nada menos, que fue ministro de Franco, y ahora le pasa por la izquierda.

Como sucedió en Galicia, en Cataluña ha habido intentos de control de la información, negativas a la investigación, políticos bajo la mesa y otros alardes marxistas, pero ha faltado lo principal: un ministro de Defensa que sobrevolara la zona en helicóptero para después proclamar: “He visto un barrio esplendoroso”. Trillo era mucho Trillo. El marxismo contemporáneo de debe mucho a Trillo.

En política no es tan importante hacerlo bien como que otro lo haya hecho antes peor, aunque esto vaya usted a explicárselo a alguien que estaba merendando en su salón cuando llegó una excavadora y le tiró la casa abajo. “Valor, amigo. Tiene usted suerte de que gobernamos nosotros. Los otros son mucho peores. Ya ve: excavábamos buscando el futuro y hemos llegado adonde siempre”.
Antonio Martínez. Extracto de artículo con algunas anotaciones del que transcribe.