miércoles, 1 de junio de 2005

UN HECHO REAL [I]

Ø Fui una niña perdida de la guerra

-Un niño es lo más vulnerable del mundo. Sobre todo, en medio de una guerra. Esta carta pone de manifiesto muchas cosas que aún no se han explicado: lo que ocurrió con algunos pequeños que fueron separados de su familia y que nunca pudieron dar con ella. También se pone de relieve como se comporto el régimen con los vencidos y como colaboraba el estamento eclesial en el “ reciclaje” de los niños “rojos”-.


Huida. Llegada de niños españoles al puerto de Southampton (Gran Bretaña) durante la guerra civil
Me ha costado muchos años saber quién soy, quiénes fueron mis padres y por qué he vivido una vida que no era la mía . ahora que finalmente he conseguido recabar mi historia personal quiero compartirla.
Estoy a punto de cumplir 70 años y me he pasado toda una vida buscando mis raíces. Ha sido un proceso largo y he contado con la ayuda de muchas personas. Parece irónico que a mi edad, por fin, haya recuperado mi infancia. Por eso, quiero dar las gracias a todos los que me han ayudado en esta búsqueda. Y decir a los que tienen el poder que deberían poner más ayudas para que este proceso no fuera tan largo y costoso.,

Ø La Guerra Civil

Nací justo en 1936, cuando estalló la Guerra Civil española. Mis padres se habían casado hacía un año y, como muchos en aquel momento, pensaron que el alzamiento sería sofocado rápidamente.
Por lo que me ha explicado todo el mundo, mis padres eran muy buena gente y no eran militantes de ningún partido. Pero, cuando la guerra empezó, todo el mundo tuvo que posicionarse y ellos escogieron el bando republicano. Mi madre le dijo a una amiga suya que quería que su hija tuviera oportunidades y que estaba segura de que la vida sería más fácil si los republicanos acababan ganando la guerra.
Mi padre fue a la guerra. Como tenían estudios, rápidamente fue subiendo de grado en el Ejército. Mi madre lo pasó fatal, temiendo por la vida del hombre al que amaba y cuidando de una hija recién nacida. Estaba en Barcelona y conseguir alimentos en aquella época no era fácil. Por lo visto, de pequeña tuve muchas enfermedades típicas de la desnutrición. Mi madre temió perderme muchas veces, pero se las ingenió para que nada me faltara. Ella estaba esquelética y apenas tenía fuerzas.
Tras tres años de guerra, las esperanzas republicanas se esfumaron. Todos sabían que iban a perder la guerra y que los vencedores no serían piadosos con los vencidas. Ella era la mujer de un alto cargo del Ejército republicano y sabía que sería represaliada. Había tenido noticia de que mi padre había sido apresado y que, seguramente, lo fusilarían. Así que tomó una decisión. Sabía que su hermana y su marido iban a huir a Francia por los Pirineos. Ella intentaría huir más adelante, si no podía, al menos, sabría que su hija estaba a salvo.
Yo tenía tres años y no recuerdo nada de todo aquello. A veces me vienen a la mente imágenes del viaje, pero no sé si, de tanto explicármelo, lo he acabado reconstruyendo a de verdad me queda algún recuerdo real.
Mi tía consiguió llevarme hasta París, donde teníamos más familia. Nos acogieron en una casa en la que vivimos algunos meses. Yo de ahí sí que tengo algún recuerdo, pero muy vago.
Lo que nadie se esperaba es que en esos momentos París cayera en poder de Hitler y que tuviéramos que aguantar otra terrible guerra.
la letra con sangre entra. Esta escena era corriente en los colegios religiosos de principios del siglo XX, como refleja una fotografía anónma, tomada en Reus (Tarragona) EN 1910
Ø En Francia viví el horror nazi

Y volvió el hambre, la destrucción, la gente sin casa, las persecuciones... La guerra no se para ante nada: ni ante los niños ni ante la gente como mi familia, que sólo quiere vivir en paz.
Franco quería recuperar a todos los niños españoles que estaban en el extranjero( esto es algo de lo que los historiadores han hablado muy poco), pero estaba convencido de que teníamos “sangre roja” y que a la larga acabaríamos conspirando contra su Gobierno. Había incluso científicos que habían elaborado teorías sobre ello. Pretendían que volviéramos a España para “reeducarnos”.
Así que no sé cómo ocurrió, pero consiguieron deportarnos a España a mis tíos y a mí. Mi tía, que era muy buena persona, no quería que me separaran de ella. Así que dijo que yo era su hija. Tenía la esperanza de que en España la dejaran libre y pudiera encontrar a su hermana y devolverme a ella. pero el plan que nos esperaba era otro muy diferente. Continua en un hecho real [II]