El
catedrático de Ciencia Política Joan Subirats ha ofrecido durante los Cursos de
Verano de la UPV/EHU la charla 'El movimiento social de las personas mayores y
su articulación'.
"Las
personas mayores que participaron de buena fe en todo el proceso democrático se
sienten víctimas de un engaño", asegura.
"Casos
como el de Pujol van a tener unos efectos devastadores, para muchos es la
muerte del padre", sostiene.
Subirats
asegura que el País Vasco y Navarra "son de las sociedades más organizadas
que existen, lo que ha hecho que el colchón de la crisis haya sido un poco
mejor que en el resto de España".
Paola Fernández - San Sebastián 04/08/2014 -
Joan
Subirats durante su intervención sobre 'El movimiento social de las personas
mayores y su articulación'
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- ETIQUETAS: yayoflautas, cursos de verano upv, personas mayores, Pujol
En muchas
culturas, las personas mayores son fuente de experiencia y de información, son
un elemento clave para la sociedad. En teoría sabemos que son importantes en
muchos sectores de la nuestro país. Incluso son el sustento y el colchón para
muchas familias en una economía gravemente dañada por la crisis. Pero en la
práctica tienen la sensación de que no se les hace caso. Sin embargo, de unos
años aquí su participación en los movimientos sociales ha ido en aumento,
haciendo escuchar su voz. El catedrático de Ciencia Política de la Universidad
Autónoma de Barcelona Joan Subirats ha participado en los Cursos de Verano de
la UPV/EHU, en donde ha asegurado que en el futuro las personas mayores
"podrían exigir generar un proceso de producción de política".
Hasta el
momento, el movimiento social de las personas mayores se había orientado hacia
el voluntariado, pero ¿ha cambiado esa concepción?
En algunos
casos en los que se ha pretendido hacer así, muchas personas han dicho “bueno
déjame decidir a mí que es lo que yo quiero hacer, si quiero ser voluntario o
no”, porque hay muchas personas mayores que son voluntarias también en sus
familias, que cuidan de los nietos. No solo pueden canalizar su capacidad de
intervención a través del voluntariado, también puede ser a través del trabajo,
a través de entornos de auto-organización y de proyección personal. Lo que veo
es que dentro de poco el gran debate será la capacidad de continuidad o no del
trabajo. Cada vez hay menos trabajo por lo tanto es más difícil, pero al mismo
tiempo esa vinculación entre continuidad del trabajo y pensión va a ser
discutible.
Durante
esta crisis se ha visto como las personas mayores son más activas, ¿qué ha
pasado en esta crisis en comparación con otras para que esto ocurra?
Yo creo que
en muchos casos la sensación de que están siendo víctimas de un gran engaño y
una gran estafa, esto es, que todos los valores y todas las ideas que les
vendieron y que ellos se creyeron y asumieron, resulta que luego esa gente no
era de fiar. Desde Pujol hasta Bárcenas, pasando por los pelotazos o las
preferentes, hay una cantidad de elementos en los últimos años que les han
hecho ver que eran víctimas de un engaño. Entonces ellos, que habían
participado de buena fe en todo el proceso de construcción de la democracia y
habían tenido mucha esperanza en ello, ahora resulta que están siendo víctimas,
ven que todo aquello era un espejismo, que esta gente solamente iba a
aprovecharse. Todo esto les ha hecho recuperar una idea que era muy típica del
franquismo, de que la política era algo sucio, en lo cual no podías entrar.
Casos como
el de Pujol va a tener unos efectos devastadores. Esto es, una persona que dice
que no ha encontrado el momento durante 34 años de revalorizar su fortuna en el
extranjero, cuando nos había hecho creer a todos que era una persona decente,
esto para muchos es la muerte del padre. Tú vas repasando todos los mitos de la
transición y vas viendo que hay una especie de engaño colectivo. Esto afecta a
ese sector y les hace estar indignados. Por lo tanto, favorecen a Podemos y al
15M, básicamente no porque acaben de saber muy bien lo que es, simplemente
porque son los jóvenes que demuestran que ya no pueden más y tienen razón.
La crisis
ha activado a las personas mayores, pero ahora que la situación económica
parece que empieza a dar una tregua, ¿quiere decir que ya no se va a dar tanta
movilización como antes?
Yo creo que
se va a seguir dando porque la recuperación económica no va a tener efectos
desde el punto de vista redistributivo como antes, es decir, va a haber más
gente que trabaje y que mientras trabaje será pobre. Antes trabajar era salir
de pobre, ahora trabajarás y serás pobre. Esto es un factor de precarización,
de vulneración de derechos brutal. Y los mayores van a tener en poco tiempo van
a tener el problema de la sustentabilidad de las pensiones. Esto hasta ahora no
les había afectado, pero ya se han quejado de que están metiendo la mano en el
fondo de continuidad de las pensiones. El aprovechamiento del sistema financiero
con el tema de las preferentes también ha sido traumático.
En
Euskadi, en comparación con otras comunidades, ¿hay diferencias en los
movimientos sociales, hay mayor organización?
En Euskadi
hay una tradición organizativa. Por ejemplo, el famoso ‘Auzolan’ o la tradición
cooperativa. Incluso hubo una época que el partido que tenía una proporción
mayor de militantes y de votantes era PNV. Era el único partido en España que
tenía 34 militantes por cada 100 votantes, aunque ahora ha bajado. El País Vasco
y Navarra son de las sociedades más organizadas que existen, lo que ha hecho
que el colchón de la crisis haya sido un poco mejor que en el resto de España.
Esta organización es un capital que no puede perderse, es decir, que una
sociedad que cuida sus estructuras de reciprocidad y de solidaridad, es una
sociedad mejor preparada para el futuro.
¿Cuál es
el mayor freno para la participación de las personas mayores en los
movimientos, las instituciones, la propia sociedad o ellos mismos?
Las
resistencias vendrían determinadas por la rigideces institucionales y por la
propia vulnerabilidad de un sector social que hasta hace poco llegaba muy
deteriorado a esa tercera edad y que por lo tanto eran objeto de
administración. Ahora lo que pasa es que están llegando nuevas generaciones con
condiciones de salud vitales y con conocimientos mayores. Yo si veo a mi
hermano mayor que tiene 74 años, no tiene nada que ver con mi padre de 74 años.
Esto va a hacer que seguramente en el futuro las personas mayores hagan oír más
su voz porque no llegan tan deterioradas. El futuro podría ser esa exigencia de
las personas mayores de generar un proceso de producción de política, esto es,
que las políticas que les afecten a ellos que puedan coproducirlas, que estén
al mismo nivel, que no piensen por ellos.
¿Y a las
instituciones les interesa canalizar que participen más activamente en la
sociedad?
Yo creo que
a las instituciones lo que les interesa es seguir controlando el tema. La
política está pensada para controlar y todo lo que sea autónomo les pone
nerviosos. Entonces cuanto más adulto, más fuerte, más autónomo sea un
movimiento, más tensión va a generar con las instituciones. El éxito del
movimiento social tendrá una correlación con el nerviosismo
institucional, a no ser que las instituciones cambien, que de momento no lo
hacen.
Los
movimientos sociales las redes sociales tienen un papel destacado. ¿Cómo
encajan las personas mayores en esta red?
Está claro
que hay una correlación entre menor uso de las redes sociales cuanta mayor es
la edad. Pero si nos fijamos en últimos informes el sector de edad que más ha
entrado directamente con los smartphones es el de 40 a 60 años, donde se ha
producido un salto más bestia, mucho más que los jóvenes que ya son nativos
digitales. En el sector de los mayores de 65-70 años son pocos los que están
muy activos en las redes, pero los que están llegando a las edades de
jubilación van a ser personas igual de activas que las personas jóvenes.
Además, los entornos son mucho más amigables y facilitan que la gente se
enganche al uso de la red. El ejemplo claro son los ‘yayoflautas’ de Cataluña,
que están presentes en Internet, en Twiter y en Facebook.
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