domingo, 15 de septiembre de 2019

ALEXANDRIA OCASIO-CORTEZ


 La novata que electriza la política en Washington

La congresista de 29 años se convierte en un fenómeno de masas y consigue colocar el socialismo en el corazón del debate político estadounidense.

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El despacho de Alexandria Ocasio-Cortez llama a gritos desde el final de uno de los largos pasillos del edificio Cannon del  Congreso Un mural de post-it de colores a ambos lados de la puerta rompe la armonía en la hilera de oficinas uniformes por las que hay que pasar para llegar a la suya: la de Andy Levin, representante por Michigan; la de David Scott, por Georgia; o la de John Ractliffe, por Texas. Ninguno de ellos tiene ante su puerta tampoco a un grupo de chicas en viaje de estudios que este miércoles monta guardia para ver en persona a la inquilina del número 229 como quien aguarda a Madonna a la salida de un concierto. “Está allí… ¡A-O-C!”, grita de repente una de las muchachas. “¡Te queremos!”, exclama otra. En efecto, como si de una estrella del pop se tratara, Ocasio-Cortez ha salido por una puerta secundaria. Al oír sus iniciales, convertidas ya en una suerte de marca personal, se gira y saluda con una sonrisa del tamaño del Capitolio.


Desde su debut en la Cámara de Representantes el pasado 3 de enero, Alexandria Ocasio-Cortez ha puesto Washington patas arriba. Convierte en oro mediático todo lo que toca, arrastra a hordas de millennials y ha colocado las propuestas más izquierdistas del espectro ideológico americano en el centro del debate. Para entender la magnitud del fenómeno que supone esta mujer de 29 años, la más joven de la historia en llegar al Congreso estadounidense, hay que recordar que hace poco más de un año se ganaba la vida tras la barra de una taquería en Nueva York. Su victoria en las primarias el pasado verano, frente a una vaca sagrada del Partido Demócrata, fue como poner una pica en el cielo. Representante de un distrito muy progresista de la ciudad, Queen-Bronx, tenía atada la elección en noviembre. Ahora, desde el escaño, ha dejado de ser una anécdota curiosa.
En un país que aún asocia el término socialismo a las dictaduras comunistas, Ocasio se reivindica socialista demócrata, en la estela de Bernie Sanders, y reclama un impuesto de hasta el 70% para los ingresos superiores a los 10 millones de dólares, propuesta que ha sido alabada por economistas de corte progresista como el Nobel Paul Krugman. Y con el debate migratorio al rojo vivo, reclama el desmantelamiento de la policía fronteriza (ICE, en sus siglas en inglés), medida a la que después se han sumado otro demócratas, como la precandidata presidencial Kirsten Gillibrand. Todo, desde un altavoz monumental.


Su primer discurso en el pleno de la Cámara, de cuatro minutos, batió los récords de audiencia de la historia de C-SPAN, el canal que cubre la actividad parlamentaria. En apenas 12 horas ya lo había visto más de un millón de personas. Pero eso no es nada comparado con lo que pasó semanas después. Su interrogatorio en una audiencia sobre la financiación de campañas, en la que expuso todos los agujeros por los que se puede colar la corrupción de políticos y grandes empresas, ha roto parámetros en Internet con 37 millones de visualizaciones.
En las redes sociales baila claqué: ha creado una audiencia fiel en Instragram, donde cuenta el día a día menos conocido del Congreso, y su volumen de interacciones en Twitter supera al de cualquier gran medio informativo y cualquier otra figura demócrata, incluido Barack Obama, o republicana, con la excepción de Trump, el único que la supera, según un informe de Axios sobre un periodo que abarca del 17 de diciembre al 17 de enero.
“Ella produce una especie de efecto Oprah Winfrey. Oprah tiene un estatus de celebridad que hace que cuando presenta algo al público, una nueva crema, un nuevo libro, unas nuevas zapatillas de tenis… Todo el mundo se interesa, aquello se convierte en una fiebre. La política es diferente, pero está pasando algo parecido. Ocasio habla de cosas que a lo mejor se habían dicho antes, pero no habían logrado captar la atención de la gente de este modo”, explica por teléfono Stephanie Kelton, ex economista jefe de los demócratas para el Comité Presupuestario y ahora profesora de políticas públicas en la Stony Brook University.
“Lo consigue por una combinación de factores. Es muy dinámica, tiene sentido del humor, y es sobre todo muy auténtica, llega a la política sin haberse estado preparando años para hacerlo y tiene esa mirada fresca sobre lo que pasa en Washington. ¿Ha visto lo que acaba de escribir sobre los indigentes?”, añade Kelton. El miércoles la congresista publicó la foto de una fila de personas sin hogar en un pasillo del Congreso denunciando lo que es una vieja práctica en la capital: los lobbistas pagan a los pobres para que hagan cola por ellos antes de los comités o audiencias y así tener un puesto asegurado en la sala. “Shock no llega ni de lejos a describir esto”, dijo.
Una pregunta que sus críticos hacen a menudo es cuánto de esta fanfarria se traducirá en legislación. No se suele esperar tanto de un congresista novato, menos en sus primeros meses en activo, pero todo lo que envuelve a la joven y atractiva Ocasio es excesivo, incluidas las expectativas. Lo que sí parece evidente es su capacidad de agitar el debate político y obligar al Partido Demócrata a plantearse —una vez más— su ser o no ser. Si el camino a la victoria de la Casa Blanca en 2020 pasa por conseguir amarrar el centro o por el giro a la izquierda.

Green New Deal frente a moderados

Un gran ejemplo es el Green New Deal, un ambicioso plan medioambiental de nombre rooseveltiano que presentó el pasado 7 de febrero junto a un senador por Massachusetts. Con forma de resolución, plantea toda una transformación de la economía que permita un 100% de energías limpias hacia 2050. El lanzamiento despertó escepticismo entre algunos demócratas. La líder en el Congreso, Nancy Pelosi, mostró desdén en una entrevista a Politico, aunque después rectificó. “Será una de las muchas propuestas que recibamos”, afirmó. “El green dream [sueño verde] o como se llame, nadie sabe lo que es, pero van a por ello, ¿no?”. De hecho, Ocasio-Cortez no forma parte del Comité sobre la crisis climática que Pelosi presentó el mismo día que el Green New Deal. En cambio, sí es miembro de uno de los comités más poderosos del Capitolio, el de servicios financieros, que aborda la regulación bancaria y la independencia de la Reserva Federal.
Para la cadena conservadora Fox, la joven ya se ha convertido en el gran anatema. Entre los demócratas, los escorados la adoran y los moderados temen su efecto. En lo que todos parecen ponerse de acuerdo es en que lo suyo no ha sido un accidente. Esta semana, por las normativas del Congreso, tuvo que retirar los post-it de colores de uno de los lados de la puerta. Dejó el otro. Uno de los mensajes, con letra redonda, dice: “Sigue luchando. Creemos en lo que haces".

INSEGURIDAD CIUDADANA

Atracos

La inseguridad ciudadana no es solo que te roben la cartera en el metro, es que te toque a Esperanza Aguirre como presidenta de tu comunidad o a Rodrigo Rato como jefe de Bankia


La inseguridad ciudadana no es solo que te roben la cartera en el metro, es que te toque a Esperanza Aguirre como presidenta de tu Comunidad o a Rodrigo Rato como jefe de Bankia. Pero si echamos la vista atrás, resulta que nuestra biografía colectiva está llena de Ratos y de Aguirres y de Ignacios González y de Franciscos Granados o Cifuentes, una nómina extensísima en la que ahora cabe incluir a Díaz Ayuso, empeñada en que liquidemos a escote un crédito que su padre no pudo devolver porque cambió la titularidad de las propiedades con las que lo había avalado, incurriendo presuntamente en esa figura criminal conocida como alzamiento de bienes (adivinen a nombre de quién las puso). Todo eso es inseguridad ciudadana, amigos. Los apuñalamientos también se dan y conviene perseguirlos con todo el peso de la ley, pero hay menos apuñaladores en las calles que delincuentes en los despachos políticos.



Las autoridades no dan tirones, ni asaltan a las ancianitas en los ascensores. Tampoco, salvo excepciones, hurtan cremas en los supermercados. Pero pueden fomentar la precariedad laboral o regalar a las mafias pisos de protección oficial. No se imagina uno a Ana Botella atracando una perfumería con la cabeza embutida en una media de nailon, pero la hemos visto echar de sus viviendas, a través de fondos buitre, a sus legítimos inquilinos. Inseguridad ciudadana es que el salario no te alcance para pagar la luz, para alquilar una habitación, para comprar unos pañales, para independizarte de tus padres, para crear una familia, para tener hijos, para planificar tu futuro. Hay muchas maneras de apuñalar al electorado, una de ellas consiste en apoyar Gobiernos como los formados en la Comunidad y en el Ayuntamiento de Madrid.

miércoles, 3 de julio de 2019

EL NEGOCIO DEL SEXO CON NIÑOS

EL NEGOCIO DEL SEXO CON NIÑOS Y SUS LUCRATIVOS Y SUCIOS SECRETOS EN EEUU


Cientos de miles de niños desaparecen cada año en los Estados Unidos, y muchos de ellos caen en manos de depredadores que trafican con ellos a través de redes de pedofilia donde los niños sufren horrores inimaginables. Los niños y las niñas pequeñas, algunos de tan solo nueve años, se compran y venden para sexo en los Estados Unidos. La edad promedio para una mujer joven que se vende para tener sexo ahora mismo es es de 13 años. El pequeño secreto sucio de los Estados Unidos de América es que, como señala la periodista de investigación Amy Fine Collins: “Se ha vuelto más lucrativo y mucho más seguro vender adolescentes maleables que drogas o armas. Una libra de heroína o un AK-47 se puede vender una vez, pero una niña puede venderse de 10 a 15 veces al día, y un chulo ‘justo’ confisca el 100 por ciento de sus ganancias.”

El tráfico sexual, especialmente cuando se trata de la compra y venta de niños, se ha convertido en un gran negocio en los Estados Unidos. En 2011, fue el negocio de más rápido crecimiento en el crimen organizado y el segundo producto más lucrativo comercializado ilegalmente después de las drogas y las armas.
Como señala la periodista de investigación Amy Fine Collins:
“Se ha vuelto más lucrativo y mucho más seguro vender adolescentes maleables que drogas o armas. Una libra de heroína o un AK-47 se puede vender una vez, pero una niña puede venderse de 10 a 15 veces al día, y un chulo ‘justo’ confisca el 100 por ciento de sus ganancias.”

Rutherford.org ha advertido que:
TODO EN MENTE ALTERNATIVA  
DRIVE

jueves, 20 de junio de 2019

ELIZABETH WARREN


Elizabeth Warren: la senadora combativa tiene planes

Mientras Joe Biden y Bernie Sanders centran sus campañas en un mensaje anti-Trump, Warren propone. 




La gran dama de la izquierda norteamericana tiene más de un plan. Por ahora, casi 20. Elizabeth Warren(Oklahoma, 1949), senadora por Massachu­setts y aspirante a la nominación de los demócratas para las presidenciales de 2020, se diferencia de la plétora de candidatos de su mismo partido por la campaña de gran envergadura que está llevando a cabo: con propuestas que redefinen la economía; con un plan para luchar contra la epidemia de opiáceos; un plan para imponer una tasa a los que ella denomina “ultramillonarios”; un plan para acabar con la deuda de Puerto Rico; un plan para reducir la influencia de las grandes corporaciones sobre el Pentágono; un plan que garantice el acceso de todas las mujeres al aborto; un plan para acabar con las deudas que ahogan a los universitarios; un plan para promover manufacturas ecológicas; un plan que garantice que cualquier presidente de EE UU en ejercicio puede ser imputado… Sus propuestas son tantas que se han convertido en un eslogan de las camisetas que se venden en su web: “Warren tiene un plan para eso”.
La senadora no tiene sueños. Tiene proyectos que provienen de no haber recorrido en una perfecta línea recta el camino que le ha llevado desde su Oklahoma natal hasta el escaño en el Senado. Warren no supo de la palabra desahucio, de la fragilidad de las clases medias o del endeudamiento a través de un libro teórico de economía en Harvard, aunque acabase siendo catedrática en esas aulas. La senadora, de 69 años, comenzó a forjar su conciencia política tras la muerte de su padre cuando tenía 12, con lo que aquella pérdida supuso de aprendizaje vital. De la noche a la mañana, la familia Herring —el apellido Warren es el de su primer marido, del que lleva décadas divorciada— vio cómo el banco les despojaba de algunas preciadas posesiones y cómo su madre tenía que abandonar su papel de ama de casa para comenzar a trabajar en los conocidos almacenes Sears. A los 13 años, Warren servía mesas para ayudar a la economía familiar y a los 19 abandonaba los estudios para casarse. Mucho antes de ocupar en 2012 el escaño que fue de Ted Kennedy durante cuatro décadas, la senadora había regresado a la universidad ya siendo madre, para especializarse en Harvard en una tediosa materia que más tarde ha constituido la espina dorsal de su mensaje.

Hace 10 años, durante una crisis financiera como no se había conocido otradesde la década de los treinta, Warren saltó a la fama por sus fulminantes interrogatorios a los banqueros facinerosos que habían llevado al país al abismo de la Gran Recesión. La jurista de Harvard con retórica combativa y un progresismo de vieja escuela se convertía en la gran dama de la izquierda de EE UU. Pero Warren optó por no competir con Hillary Clinton y dejó vía libre a su compañera de partido en 2016 para que fuera la primera mujer en optar a la Casa Blanca. Tras la brutal derrota de la antigua primera dama, Warren anunció, cuando llegó la ocasión, que sí aspiraría a ser candidata en 2020.
A los 13 años, servía mesas para ayudar a la economía familiar y a los 19 abandonaba los estudios para casarse
En lo que parece ser una frívola campaña dedicada a ver qué candidato demócrata detesta más a Donald Trump, la senadora ha elevado el tono del discurso aportando ideas que desglosa en profundidad, aunque sean ambiciosas y en ocasiones poco convencionales. Hace años que Elizabeth Warren está en la escena política y de alguna manera, en términos ideológicos, era la figura más influyente en un partido que todavía está digiriendo el final de la era de Obama y el desastre de la derrota de Clinton.
A la única candidata mujer a la Casa Blanca que ha tenido Estados Unidos, Warren la conoció a finales de los noventa cuando llegó a Washington para luchar contra una ley de bancarrota que ella consideraba que penalizaba a las familias. Mientras la entonces primera dama se comía una hamburguesa, Warren le expuso a Clinton por qué esa ley no debía aprobarse. Para cuando Hillary había acabado su comida, la primera dama estaba convencida y vendió el argumento de Warren a su marido, que retiró el apoyo al proyecto legislativo. La ley moría y Warren se apuntaba la que sería su primera victoria política.
Durante una crisis financiera saltó a la fama por sus fulminantes interrogatorios a los banqueros facinerosos
Hoy, con un discurso con el que podrían identificarse estadounidenses moderados de izquierda y derecha —Tucker Carlson, de Fox News, le ha dedicado elogios—, tanto Joe Bidencomo Bernie Sanders la adelantan en todas las encuestas. Respecto a los medios de comunicación, hubieron de pasar meses de campaña y numerosos anuncios de políticas económicas y sociales por parte de Warren para que Time le dedicara su famosa portada. Antes, y con mucho menos en sus alforjas, fueron reyes de la estratosfera mediática candidatos como Beto O’Rourke o Pete Buttigieg.
Nada de eso parece importar a una mujer que esta última semana ha gozado, según los medios de comunicación, de su “momento”. Warren sigue su camino presentando cada día un nuevo plan. Uno de ellos consiste en una inteligente estrategia para publicitar su campaña de forma gratuita. La candidata se hace selfis de forma infatigable con aquellos que acuden a sus mítines. La campaña anima a los seguidores a subirlos a las redes sociales para crear así una onda expansiva en la Red de rostros sonrientes al lado de Warren. En mayo se alcanzaron los 20.000. Un éxito indudable resultado de un plan.

domingo, 26 de mayo de 2019

LA CARIDAD MAL ENTENDIDA DEL MUCHIMILLONARIO. CARTA A BERTÍN OSBORNE

Me ha llegado un mail que me ha emocionado. La madre de un niño con una enfermedad rara, responde a las declaraciones de Bertín Osborne sobre las donaciones de Amancio Ortega. Con el permiso de R. y de S., la madre del niño, os pego aquí el mensaje. Te deja con un nudo en la garganta pero es un ejercicio de dignidad que debería hacernos reflexionar a todos.
Las donaciones no pueden servir para lavar la cara de la elusión y la injusticia fiscal
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Hola Pablo,
No te conozco pero eres parte de nuestra casa desde tus inicios ...pero esto es solo una pequeña presentación ya que en realidad te escribo para hacerte llegar un texto de mi amiga, compañera de andanzas, hermana de corazón, S., que tiene un peque con la enfermedad rara de Duchenne en relación a las declaraciones de Bertín Osborne sobre las donaciones de Amancio Ortega que creo debes conocer...
Un abrazo
R.

Carta de S. A Bertín Osborne👇🏼
Cuando se habla de solidaridad, es muy fácil caer en demagogias. Sobre todo en hipocresías, pero lo que si que clama al cielo, es usarla para ser cruel.
Cuando alguien dice: Ojalá no tenga que pasar x esto o aquello...en realidad lo estamos deseando con todas nuestras fuerzas. Ya hay que ser cruel y carecer de argumentos, para atacar a tu oponente de esta forma.
Sr. Osborne. ¿Porqué se queda en el iceberg del asunto? ¿Porqué no le conviene, indagar sobre lo que hay debajo?
Creo tener la respuesta. Porque indagar en lo que usted llama solidaridad, termina acabando en algo que en realidad es limosna y caridad. Y claro...mantener escondidos estos dos conceptos debajo de la capa de la solidaridad, le vienen muy bien a usted y a su casta. Sí. A su casta. A su clase.
Con ambas (limosna y caridad) calman su conciencia, reducen impuestos y ganan buena reputación social. Es fantástico.
A estas alturas supondrá que estoy hablando de la consabida donación (limosna) del dueño de Inditex, y de su deseo de sufrimiento de una determinada enfermedad al grupo de gente (según usted mamarrachos) que analizan desde la justicia social, tal donación.
Su admirado Sr. Ortega, en otro país, no tendría que dar limosna, puesto que sobre los grandes beneficios que obtienen fortunas como la suya, se le imputaría el llamado impuesto de la solidaridad, que administraría el Estado.
La salud, la educación...son bienes tan básicos en la vida de un ser humano, que debe ser el Estado y no un particular quien las regule.
Verá, le explico.
Usted y yo, Sr. Osborne tenemos algo en común. Tenemos un hijo que sufre una enfermedad grave. La de mi hijo se llama síndrome de Duchenne, baja esperanza de vida y altamente invalidante (silla de ruedas a los 12 años, a los 20 asistencia 24 horas y respirador artificial, a los 30, muere)
Supongo que como yo, sabrá lo difícil que es conseguir financiación para investigar una enfermedad rara.
Porque curar el cáncer, es caro, pero la sociedad se encuentra sobradamente concienciada con esta enfermedad. Todos tenemos familiares y amigos que lo sufren, lo han sufrido o han fallecido. No hace falta que nos diga que ojalá nunca lo padezcamos, porque ya lo hemos visto de cerca
El análisis que hacemos sobre la caridad de Ortega, no es desde la envidia del progre, es, como ya le he dicho antes, desde una visión de justicia social.
El Estado debería administrar ese dinero a través de cargas fiscales.
¿Quién es Don Amancio para decidir qué enfermedad debe curarse y cual no?
Sr. el cáncer no es la única enfermedad que mata, que inhabilita los juegos de un niño, o que les hace llorar por no poder jugar al futbol, o que hace que los dolores requieran de fuertes analgésicos, que hace que una madre no pegue ojo....
Somos más Don Bertín y usted lo sabe de primera mano.
VISTO AQUÍ


jueves, 9 de mayo de 2019

GINÉS MORATA

"Dios no nos ha creado a nosotros: los humanos hemos creado a Dios"

El investigador es uno de los dos únicos españoles que pertenecen a la Royal Society del Reino Unido y a la Academia Nacional de Ciencias de EE UU


En la década de 1950, Ginés Morata era un niño aficionado a jugar al fútbol con una pelota de trapo en las calles de su pueblo, Rioja, una pequeña localidad almeriense golpeada por la posguerra y la emigración. Hace dos años, sin embargo, Morata viajó a Londres para firmar, con pompa, boato y tinta indeleble, en un libro inaugurado en 1660, junto a las rúbricas de Charles Darwin, Isaac Newton, Rita Levi-Montalcini y Albert Einstein. Había sido elegido miembro de la institución científica más antigua del mundo, la exclusiva Royal Society del Reino Unido. Y este sábado, con 74 años recién cumplidos, será presentado también como miembro de la prestigiosa Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos, en una ceremonia que se celebrará en Washington. Morata y su primer maestro, Antonio García Bellido, son los dos únicos españoles que han sido invitados a los dos templos de la ciencia mundial.

Lo que ocurrió en las décadas transcurridas tras aquellas pachangas en las calles almerienses forma parte de la historia de la ciencia. Morata era nieto del practicante del pueblo. “Hablamos de Almería en los años cincuenta y sesenta. La gente era muy pobre. Cuando se ponían a parir las señoras, el único que podía ayudarlas era mi abuelo. Vivían en cuevas y él volvía lleno de chinches”, recuerda. El joven Ginés decidió matricularse en Biología en la Universidad Complutense de Madrid.

El equipo de Morata acabó iluminando “el conjunto de hechos más sorprendente y enigmático que la genética ha descubierto en toda su historia, porque revela que toda la deslumbrante diversidad animal de este planeta, desde los ácaros de la moqueta hasta los ministros de Cultura pasando por los berberechos y los gusanos que les parasitan, no son más que ajustes menores de un meticuloso plan de diseño que la evolución inventó una sola vez, hace unos 600 millones de años”, según resumió el biólogo y periodista de EL PAÍS Javier Sampedro en su libro Deconstruyendo a Darwin (editorial Crítica).

Morata y sus colegas, en concreto, demostraron que el cuerpo de todos los animales se desarrolla en compartimentos estancos, limitados por fronteras invisibles que las células respetan: por aquí un brazo, por allí una pierna. El ritmo lo marcan una decena de genes denominados Hox, presentes en todos los animales. Y lo más increíble es que estos genes son intercambiables entre especies. “Si haces una mosca mutante sin alas, le puedes introducir un gen humano homólogo y, efectivamente, la mosca desarrollará unas alas”, explica Morata en su laboratorio del Centro de Biología Molecular Severo Ochoa (CSIC), en Madrid, rodeado por botes con millones de moscas de la fruta, los animales a los que ha dedicado toda su vida científica.

jueves, 2 de mayo de 2019

UN ASUNTO MARGINAL

Catalanes todos

Patriotas de uno y otro lado dicen que ser reaccionario es en realidad ser revolucionario, y que lo rancio es audaz


La idea de catalanizar España viene de antiguo. Un somero rastreo cibernético revela que la esgrimieron Miguel de Unamuno en 1905, José María Carrascal en 1978 y Esperanza Aguirre (sí, ella) en 2013. En todos los casos se hizo referencia al “espíritu dinámico y emprendedor” de Cataluña. El tópico es viejo. Yo soy catalán y no tengo nada de dinámico ni de emprendedor, pero dudo que valga como ejemplo porque seguramente soy un mal catalán. En cualquier caso, nunca me pareció necesario catalanizar o españolizar a nadie. ¿Para qué?


Recuerden lo que hizo la directiva del FC Barcelona en 1954, cuando el diario francés L’Équipe se puso a organizar una cosa llamada Copa de Europa. Los franceses invitaron al Barcelona de Kubala, pero los dirigentes del club dijeron que no porque preferían disputar la Copa de Ferias (en la que competían ciudades con Feria de Muestras), cuyo futuro era mucho más prometedor. L’Équipe acudió entonces al Real Madrid. El resto de la historia es bien conocido: en 1960, el Madrid sumaba ya cinco trofeos continentales; el Barcelona tuvo que esperar hasta 1992 para obtener uno. ¿Quién actuó a la española? ¿Quién actuó a la catalana? Son preguntas absurdas, ¿verdad? Pues eso.
Unos quieren mantener viva la esencia amenazada de la nación. Los otros, lo mismo. Unos y otros aman las fronteras y aspiran a encerrarse con sus juguetitos tradicionales, sean éstos un toro ensangrentado o un “trabucaire” recién comulgado. Los patriotas de uno y otro lado dicen que ser reaccionario es en realidad ser revolucionario, y que lo rancio es audaz. Propugnan la igualdad, pero entre ellos: los ajenos a su concepto de la patria son, digamos, desiguales, además de enemigos. No pueden equivocarse, porque para ellos la patria es el bien supremo y siempre la tienen en cuenta antes de hacer algo. No son mayoría, aunque lo parezca en las redes sociales y aunque logren impregnar el debate público.
Hay diferencias en los detalles. El programa social de Esquerra Republicana no se parece al de Vox. Pero tal como van por la calle, cubiertos con el sayo de la aflicción nacional y luciendo con orgullo una banderita roja y amarilla, resulta fácil confundirlos.
En el peor de los casos, acaban saltándose la ley porque la patria, valor supremo, lo exige. En el mejor, conducen el país a un diálogo para besugos. Cuando se les habla de pensiones, responden que el pueblo está con ellos; prefieren el gesto simbólico a la medida práctica; solo soportan la prensa entregada; detestan el escepticismo. Incluso cuando pierden, ganan. Siembran mentiras para cosechar enfrentamiento. Acaban contagiando al vecino. Ni gobiernan ni dejan gobernar. Son una auténtica pesadez.
En fin, paciencia. Unidos en la tabarra de los salvapatrias, ya somos españoles todos y catalanes todos.
visto en el País