Después, a algunos les trae consecuencias y a otros pues nada, a quién no se le ha perdido alguna vez algo, y total por unos 60000 euros de nada, si es que la gente cuando le da por protestar es que protestan por cualquier cosa, hay gente de la que no se puede dudar hombre, gente intachable que con las solas armas de su inteligencia, su bata negra, perdón, toga negra, y su alto grado de sensatez y cintura jurídica, han llegado a lo más alto de las Instancias judiciales, hay gente malévola que a esta última arma no le llaman cintura jurídica, le dan otro nombre pero es mejor no transcribirlo aquí pues este otro nombre que le dan procede de ese tipo personas que nunca se conforman con nada a la que no hay que dar pábulo y que su ilusión es insultar por insultar. Juzguen por si mismos.
Hace muy ben el mundo en no ponerlo en primera página pues no es una noticia de gran relevancia y es de esa clase de noticias de las que hay que hacerse eco,cómo no, un periódico tan serio, pero ya digo, es mejor ponerla por ahí en el centro del periódico pues les podía dar a los perroflautas, como siempre de desviar la atención de lo importante, la inminente salida de la brutal crisis en las que nos habían metido y que, estos guerreros del Gobierno, siempre tan respetuosos con el Poder Judicial, y que con gran valentía, gallardía y pundonor, poco a poco pero sin retroceder un paso, nos están sacando
Las cuatro denuncias perdidas contra Lesmes: caso cerrado
La Audiencia de Madrid archiva la querella de un empresario contra el presidente del TS
Los documentos se extraviaron en los pasillos del Alto Tribunal
- Él nació bastante después, pero no habría sido descartable queKafka escribiera El proceso pensando en José Vicente Lucas. Cuatro quejas presentadas por este empresario ante el Tribunal Supremo contra Carlos Lesmes, actual presidente de la institución y del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), desaparecieron en los pasillos del Alto Tribunal.Lucas puso después otra queja por estos hechos ante el Ministerio de Justicia, derivada al CGPJ, con nulo resultado. A continuación, y esta es la noticia ahora, se querelló contra la secretaria judicial por la que habrían pasado los documentos evaporados. Sin fortuna: laAudiencia Provincial de Madrid acaba de archivar la querella por no hallarle fundamento.Todo parte de una multa de 60.000 euros de la Agencia de Protección de Datos a Saberlotodo Internet, una de las sociedades de Lucas. La sanción se le notificó el 2 de enero de 2008, más de seis meses después de abrírsele expediente, pero en el recurso ante la Audiencia Nacional la Sala de lo Contencioso-Administrativo confundió la fecha y certificó que se le había notificado a Lucas el 7 de diciembre. Es decir, dentro de esos seis meses. Por lo tanto, Saberlotodo debía pagar.El presidente de esa sala era entonces Lesmes. Lucas recurrió, volvió a recurrir, y Lesmes, pese a que se puede comprobar de forma muy sencilla el error y la verdadera fecha, según el recurrente, archivó. Lucas incluso halló un documento, que aporta a este diario en el que el entonces director de la Agencia de Protección de Datos,Artemi Rayo, se dirigiía a Lesmes y admitía que la multa se notificó fuera de plazo.La carta es de febrero de 2008. Lesmes dictó sentencia el 1 de abril de 2009. En junio negó que hubiera ningún error en una aclaración de sentencia a solicitud de Lucas.El empresario se querelló contra el juez, ya en el Supremo, por prevaricación. El magistrado Luciano Varela archivó el caso el 7 de septiembre de 2010. Lucas consiguió en 2012 la carta de Rayo dirigida a Lesmes evidenciando el error. La prevaricación parecía más clara: no sólo había un folio de las actuaciones en que constaba la fecha correcta en que la multa fue notificada, sino que había una evidencia de que el director de Protección de Datos le comunicó dicha fecha al juez. Lucas intentó la reapertura. Sin resultados.Fue en ese momento cuando interpuso las quejas ante el Supremo, con Lesmes, curiosamente, ya presidente del Alto Tribunal y también del Consejo General del Poder Judicial. Los cuatro escritos se presentaron el 27 de junio y 5 de diciembre de 2012, y el 26 de febrero y 25 de abril de 2013. Todos ellos registrados y fotocopiados. Sin embargo, los cuatro desaparecieron en esta suerte de Triángulo de las Bermudas judicial. Ahora, la Audiencia Provincial madrileña ha archivado también la querella contra la funcionaria en cuyas manos, según el empresario, desaparecieron los documentos.Lucas, al habla con este diario, considera el asunto un «atropello» y planea reescribir la querella de inicio. Fuentes judiciales refieren la condición fronteriza de los negocios del empresario, dedicado al muy delicado negocio de los datos, con varias sociedades radicadas fuera de España y conflictos constantes con las autoridades. El abogado de la secretaria judicial querellada, Adolfo Prego, se apoya en la sentencia de la Audiencia para aseverar que no hay evidencia de que las quejas presentadas llegaran a manos de su representada, y de paso para criticar las técnicas «muy poco jurídicas» utilizadas por la parte contraria. Prego mantiene que esas quejas jamás fueron presentadas.
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