He
estado leyendo un artículo titulado “Las
diez claves de la educación en Finlandia ” .Al verlo uno se
queda atónito, qué sencillo parece enseñar en igualdad, con
excelencia y con buenos resultados. No son los mejores en el mundo,
pero su nivel educativo es de los primeros. Eso es lo que indican
todos los baremos estandarizados.
En
España no podemos decir lo mismo, y además, parece imposible
ponerse de acuerdo para tener un sistema que dure más de una
legislatura. Cada gobierno que toma posesión lo primero que dice es
que hay que modificar el programa educativo vigente. ¿Qué es lo que
se consigue con esta manera de actuar?: nada bueno a la vista de los
niveles de fracaso.
Habría
que copiar de los finlandeses varios puntos de sus programas. Que la
educación sea pública, que las competencias educativas
sean del Estado. Eso como base.
Luego poner en práctica una
serie de puntos en sus métodos muy recomendables. A saber:
“se evita la
competencia y las cifras. Los estudiantes no hacen exámenes ni
reciben calificaciones hasta 5º curso, 11 años y los informes que
el profesor elabora para los padres son descriptivos, no numéricos”.
Por algo será.
“Se
premia la curiosidad y la participación y se huye de las lecciones
magistrales que tenemos aquí y que dejan estáticos a unos alumnos
que están en su momento vital de mayor energía creadora y motriz.
El trabajo se hace en clase, no con interminables y cansinos deberes
que no redundan en ningún bien para la concentración de los niños,
muy al contrario lo que hacen es llevarlos a un aburrimiento escolar
que acaba muchas veces en abandono por falta de motivación”.
En España, el problema
para ponernos de acuerdo en tener un sistema que perdure en el tiempo
se debe, entre otras menos importantes, sobre todo a dos razones : La
educación concertada (eufemismo para entregar el dinero público a
la Iglesia) y la enseñanza de la religión, que cuenta para el
currículo, en las escuelas. La transmisión de las competencia
educativas a las autonomías no es un problema entre partidos. En
eso, aunque no es nada bueno para enseñar adecuadamente, si están
de acuerdo.
Se está promocionando por
parte de la llamada caverna mediática (prensa de sesgo derechista y
dicen que liberal) que, para arreglar la discusión entre escuela
pública y privada, lo mejor sería entregar un cheque escolar a los
padres. De esta manera, podrían llevar a sus hijos a recibir la
educación por ellos preferida. La excusa para demandar el cheque es
el artículo 27 de la Constitución que dice:
1. Todos
tienen el derecho a la educación. Se reconoce la libertad de
enseñanza.2. La educación tendrá por
objeto el pleno desarrollo de la personalidad humana en el respeto a
los principios democráticos de convivencia y a los derechos y
libertades fundamentales.3. Los poderes públicos garantizan el
derecho que asiste a los padres para que sus hijos reciban la
formación religiosa y moral que esté de acuerdo con sus propias
convicciones.4. La enseñanza básica es obligatoria y
gratuita.5. Los poderes públicos garantizan el derecho de todos
a la educación, mediante una programación general de la enseñanza,
con participación efectiva de todos los sectores afectados y la
creación de centros docentes.6. Se reconoce a las personas
físicas y jurídicas la libertad de creación de centros docentes,
dentro del respeto a los principios constitucionales.
O sea, debe haber una
educación igualitaria promovida por el Estado para todos, y si ésta
no es del gusto de los progenitores, tienen la libertad de escoger
una privada que les complazca más. Para mí está claro que debería
ser pagada por ellos, la Constitución no parece que diga por ninguna
parte que haya que dar un cheque a nadie. El artículo 19 de la misma
establece: “los españoles tienen derecho a elegir libremente
su residencia y a circular por el territorio nacional”, lo que
no implica que se tenga que dar un cheque por parte del Estado para
pagar tu residencia, ni que, te tenga que pagar el Estado el medio de
locomoción para circular.
Si fuésemos capaces de
llevar la enseñanza de la Religión a un conocimiento de la Historia
de las religiones, las doctrinas a cada templo, si el dinero de la
educación fuese a parar a una enseñanza pública de calidad y en
igualdad de condiciones, (evitando el “buitreo” a que se quiere
someter el presupuesto educativo con el “cheque”) y, muy
importante, las competencias educativas estuviesen sólo a cargo del
Estado, nos podría ir muchísimo mejor .
J.C.
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