El pequeño gran poder del consumo consciente
La creciente sensibilidad por el bienestar animal y la tendencia a consumir menos carne amenazan el modelo de crianza intensiva
MILAGROS PÉREZ OLIVA
Un
pequeño gesto, el de alargar el brazo y tomar un producto de la
estantería de un supermercado, puede ostentar un gran poder en la
sociedad del consumo. Especialmente si ese gesto es susceptible de
ser emulado por otros consumidores. La industria cárnica española
lo ha comprobado estos últimos días a raíz de un reportaje del
programa Salvados sobre
las condiciones en que se crían los animales en las granjas y se
sacrifican en los mataderos, incluida la explotación de los
empleados. El eco del reportaje llevó a que dos grandes cadenas
belgas retiraran de su oferta los productos de El Pozo por las
tremendas imágenes que se vieron de una de las granjas proveedoras
de la firma. Al principio, los responsables de la compañía trataron
de desacreditar al mensajero, pero acabaron rompiendo su relación
con esa granja y anunciando su intención de colaborar con las
asociaciones animalistas.
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