domingo, 29 de octubre de 2017

"FURGOL" NO ES "FURGOL", "FURGOL" ES TELEVISIÓN

Siempre, en España, se llamó a ese juego que se juega con un balón y con los pies, balompiè o fútbol, pero llegó un señor que pusieron como presidente de la Federación , llamado Villar, y siempre que le hacían entrevistas lo llamaba “furgol”
Figurantes en los campos de fútbol
El Celta inaugura las sanciones de la Liga por ubicar incorrectamente al público en las gradas

                    Partido entre el Celta y el Alavés en el estadio de Balaídos.
La televisión manda. El fútbol ha dejado de ser un deporte pensado para esos aficionados incondicionales que compran religiosamente su entrada y acuden cada jornada al campo incluso en las condiciones meteorológicas más adversas para jalear a su equipo. Los hinchas se han convertido en meros figurantes que ocupan las gradas de los estadios a mayor gloria de las retransmisiones televisivas. Salirse del foco cuesta caro. Lo acaba de comprobar el Celta de Vigo, incomprensiblemente sancionado por no haber ubicado a los espectadores de Balaídos frente a las cámaras de televisión.
La Liga implantó la temporada pasada un catálogo de normas de obligado cumplimiento con las que aspira a “elevar los estándares de la producción televisiva”, “potenciar la marca” y lograr que “cuando alguien vea un partido de la Liga, sepa inmediatamente que es nuestro producto, con su identidad propia y una calidad máxima”. Estas normas afectan a las imágenes del juego, la iluminación de los estadios, la afluencia de público en las gradas, la indumentaria de los trabajadores del estadio, el color de las redes o la calidad del césped. El Reglamento para la Retransmisión Televisiva, un documento de casi 100 folios, fija una serie de sanciones a los clubes que lo incumplan. El Celta ha tenido el dudoso honor de inaugurar este delirante marcador por saltarse uno de los aspectos que más polémica han desatado: la ubicación del público.
La Liga defiende que la ocupación del estadio, para una óptima retransmisión, deberá apreciarse lleno. Y recomienda “encarecidamente” situar a los abonados y al público en general entre “córner y córner de la grada opuesta a la posición de la cámara principal”. Si la ocupación de esa grada es inferior al 75%, el club será sancionado (se anotará dos puntos negativos), aunque en menor medida que si no llega al 50% (cuatro puntos). Eso sí, si llueve o nieva, se perdonará que los hinchas no vayan al campo. Un consuelo para los seguidores del Numancia, que soportan en Los Pajaritos temperaturas bajo cero.
Para evitar que las gradas aparezcan desangeladas se contempla incluso la posibilidad de desplegar lonas. Aunque los clubes también podrían hacer como los italianos, que utilizaron olivos de cartón piedra para engañar a los inspectores que realizaban fotografías aéreas de los campos de cultivo y así aumentar fraudulentamente las subvenciones de Bruselas. En caso de urgencia, podrían colocar un croma con enfervorecidos hooligans.

Por exigencias de la función, podría llegar un momento en el que el respetable sea seleccionado y aleccionado al estilo de los figurantes de los programas de televisión, que aplauden o abuchean a las órdenes del regidor. La televisión vive del espectáculo, pero intentar trasladar el artificio a la vida real suena, como poco, a despropósito. A no ser que se pretenda equiparar el fútbol a Sálvame, un talk show de tercera división.
VISTO AQUÍ 
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sábado, 28 de octubre de 2017

CUIDADO CON LA CARNE

Antibióticos: una desidia que pagaremos cara
España es el segundo país de la UE, después de Chipre, que más contribuye a las resistencias bacterianas por el abuso de fármacos profilácticos en las granjas
     Desinfección de una granja de cerdos en la localidad de Hsichiou (Taiwan). AFP
Cada vez que compramos carne hemos de saber que la forma en que se ha criado el animal del que procede puede llegar a ser la causa de nuestra muerte algún día. Y no porque la carne tenga un efecto tóxico de efecto retardado, sino porque por cada kilo de carne que se produce en España se emplean 402 miligramos de antibióticos. El abuso de los antibióticos como profiláctico para evitar infecciones en la cría de animales es una de las principales causas de las resistencias bacterianas por las que algunas afecciones comunes como la neumonía o la infección de orina, ya no respondan a los tratamientos disponibles.
Numerosos informes han alertado de las graves consecuencias del aumento de las resistencias bacterianas. Se estima que cada año mueren ya ahora en Europa 25.000 personas —2.500 en España— por bacterias y otros microorganismos resistentes a los antibióticos. De seguir en esta progresión, algunos expertos vaticinan que las infecciones bacterianas pueden volver a ser un azote para la humanidad como lo eran antes del descubrimiento de la penicilina, es decir, una causa frecuente de muerte a cualquier edad. Perder el tesoro que representa el arsenal de antibióticos con los que curar infecciones sería el peor de los desastres. Y lo peor es que eso puede ocurrir no porque sea inevitable, sino como consecuencia de una lamentable desidia que abarca a toda la cadena productiva, desde las autoridades que tienen la misión de vigilar la correcta prescripción de los fármacos, a los veterinarios que los prescriben y los ganaderos que los administran.
España es el segundo país de la UE, después de Chipre, en el que más antibióticos se usan en la crianza de animales, según un informe emitido por la Agencia Europea del Medicamento. Usamos cuatro veces más antibióticos que Alemania y seis veces más que Francia, por citar dos países con importantes cabañas ganaderas. Las consecuencias de esta imprudencia no las pagan solo quienes comenten la infracción. Las pagamos todos. Aunque se observa una mayor incidencia de resistencias bacterianas en los países con mayor consumo de antibióticos, a la larga el problema se extenderá, pues las bacterias no se paran en las fronteras. Por esa razón, algunos países como Bélgica han amenazado con denunciar a España por el incumplimiento de los patrones de prescripción, tanto en animales como en humanos.
El uso de antibióticos en ganadería descendió en el resto de Europa un 13% entre 2011 y 2015. En España ni siquiera hay datos de ese periodo. En 2014 se aprobó un plan estratégico para reducir el consumo de uno de los antibióticos más utilizados en la cría de cerdos, la colistina. Es un antibiótico de último recurso para los humanos que se utiliza para prevenir infecciones en las granjas debido al hacinamiento de los animales. El plan está basado en la voluntariedad y, aunque se han adherido formalmente el 70% de las empresas cárnicas, el consumo apenas ha descendido un 3% en el último año. Puesto que la persuasión no funciona, habrá que recurrir a lo que recomienda la OMS: la prohibición como profiláctico.


miércoles, 4 de octubre de 2017

YO SOY ESPAÑOL (LETRA Y MUSICA)


SER ESPAÑOL

Laura Moreno de Lara
No cariño, tú no eres español. Ser español no es llevar la bandera, ni gritar como un berraco frases de odio que espero que no sientas. Tampoco lo es ponerse una pulserita en la muñeca, ni cantar el cara al sol. El concepto de ser español es algo totalmente distinto, o al menos lo debería ser, porque a estas alturas de la historia yo ya no sé qué decirte.
Como española que soy, te voy a contar lo que para mí es ser español:
Ser español es arder cuando arde Doñana o temblar cuando tembló Lorca; es sentarte a escuchar historias de meigas en Galicia y llegar a creértelas; es ir a Valencia y no sentir rabia por leer un cartel en valenciano, sino que te agrade poder llegar a entenderlo y es presumir de que las Canarias nada tienen que envidiarle al Caribe.
Sentirse español es sufrir por no haber podido vivir la movida madrileña, enamorarte del mar al oír Mediterráneo de Serrat, es pedirle borracha a tu amiga catalana que te enseñe a bailar sardanas, querer ir a Albacete para comprobar si su feria es mejor que la de Málaga y sorprenderte al ver lo bonita que es Ceuta.
Para mí ser español es presumir de que en Andalucía tenemos playa, nieve y desierto; sentir casi mérito mío que un alicantino esté tan cerca de un Nobel, pedirle a un asturiano que me enseñe a escanciar la sidra y morirme de amor viendo las playas del País Vasco en Juego de Tronos.
También es española la cervecita de las 13.00, el orujo gallego, la siesta, el calimotxo, la paella, la tarta de Santiago, las croquetas de tu abuela y la tortilla de patatas. Lo son las ganas de mostrarle lo mejor de tu ciudad al que viene de fuera y que tú le preguntes por la suya; es hacerte amiga de un vasco y pedirle que te enseñe los números en euskera, por si pronto vuelves a por 2 ó 3 pintxos; es enorgullecerte de ser el país ejemplo a nivel mundial en trasplantes, de formar parte de la tierra de las mil culturas y de ser los del buen humor.
No hay nada más español que se te pongan los vellos de punta con una saeta o con una copla bien cantá, atardecer en las playas de Cádiz, descubrir casi sin querer calas paradisiacas en Mallorca, hacer el camino de Santiago en septiembre maldiciendo el frío o que Salamanca y Segovia te enseñen que no hay que ser grande para ser preciosa.
Así que, acho, picha, miarma, perla, tronco, tete, mi niño… eso es ser español, lo otro es política. Pero si de política quieres impregnar este concepto, también te vuelvo a decir que te equivocas: porque ser español no es desear que le partan la cara a nadie, es sufrir la situación de paro de tu vecino o el desahucio que has visto en la tele; ser español no es oprimir el SÍ o el NO de toda una comunidad autónoma, es indignarte cuando nos llaman gilipollas con cada nuevo caso de corrupción; ser un buen español es querer que en tu país no haya pobreza, ni incultura, ni enfermos atendidos en pasillos del hospital y, joder, querer quedarte aquí para trabajar y aportar todo lo que, durante tanto tiempo, precisamente aquí has aprendido.
Eso es ser español, o al menos, eso espero.
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Más cosas que se pueden leer en el sitio de ISABEL MORENO 
16 horas
stos últimos esté todavía por ahí metido en el Govern. OK. LO SABEMOS. "A LA HOGUERA" CON ELLOS.
Dicho lo cual, amigo español con cerebro, te pido que valores y entiendas que, en el 99% de los casos (aquí tb tenemos nuestra cuota de gilipollas, como en todos laos), los catalanes que queremos la independencia, NO LE TENEMOS NINGÚN ODIO A ESPAÑA, Y MUCHO MENOS A SUS GENTES DE BIEN (que serán la mayoría, seguramente). Simplemente sucede que, con la independencia -y entendiendo que ello conllevaría también, probablemente, algunas cosas negativas-, aspiramos a pertenecer a un país en el cual:
-No gobierne un partido de origen franquista.
-No se subvencione a la fundación F. Franco con el dinero de todos.
-No ostente el poder un partido (presuntamente) plagado de corruptos. *En una Catalunya independiente mandaría ERC, un partido con 86 años de historia y ni un solo caso de corrupción. Ni uno.
-No nos mande un señor llamado Rey, que lo es simplemente por haber nacido del co*o de una señora llamada Reina, y así sucesivamente.
-No gobierne un person que ya no es que no sepa idiomas, sino que se hace la picha un lío con el castellano.
-No esté permitida la tauromaquia.
-No exista un impuesto al Sol para beneficiar a las eléctricas.
-No se rescate a los bancos diciéndonos que no nos costará ni un solo euro, y luego nos cueste 40.000 millones de euros.
-No se precarice el empleo a base de reformas laborales indecentes y abusivas.
-No se nos meta en guerras estúpidas y luego se nos mienta sobre la autoría de atentados terroristas derivados de ellas.
-No se le meta el miedo en el cuerpo a la gente mayor diciendo que una Catalunya independiente no podría pagar las pensiones, cuando tú te has pulido TODA la caja de la seguridad social destinada a las mismas.
-No se despilfarre el dinero en trenes y aeropuertos fantasmas por un puñado de votos,
-No se gaste el dinero de todos los españoles en mandar Policía Nacional y Guardia Civil a Cataluña con órdenes de pegar palos y cargar indiscriminadamente como si de una guerra se tratase,lo cual solo había el pueblo con una papeleta en mano....y en cambio no haya dinero para luchar contra la violencia de género o para ayudar a las personas dependientes...
Por todos estos motivos y muchos más, amigo español con cerebro, entiende por favor que muchos, AUN DESEÁNDOLE LO MEJOR A ESPAÑA, nos planteemos la posibilidad de irnos y empezar de cero. GRACIAS.
Copia y pega si estás de acuerdo....

QUÉ POCO HEMOS CAMBIADO

El día que volvimos a entender lo que somos
Por
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2 octubre, 2017
2815


Ha sucedido. Ha llegado la primavera catalana a Hispanistán, y con ella han florecido los extensos prados de resentidos, envidiosos, catetos y fascistas (valga la pluriredundancia). Esos mismos prados que parecían yermos pero que sabíamos vivos porque daban explicación a los muchos millones de votos de la derecha y parte de la pseudoizquierda de este país.
Tenía que ocurrir tarde o temprano. Solo esperaban a que les diera el sol para ponerse otra vez de cara a él y poder soltar toda su bilis. Y así, cara al sol, las redes se han visto saturadas de estupideces mayúsculas y perversiones mentales como no se había visto nunca, que ya es decir. Parece que se ha conjurado todo el arco de la idiocia patria. Ese que va de los guturales “a por ellos, oe” hasta la “España una” o “yo soy español”. Aunque de todos ellos los que en realidad producen mayor vergüenza ajena son los que además quieren justificar sus desvaríos, porque al intentarlo hacen evidentes sus problemas a la hora de simultanear la contención de esfínteres con la expresión oral o escrita, y no es agradable. Estos son los que han oído campanas y, en lugar de soltarte directamente una hostia, antes te sueltan lo del respeto a la ley, la inconstitucionalidad, el egoísmo, el embauco de la burguesía, el internacionalismo excluyente, los ‘pujoles’, las nuevas fronteras, y cualquier otra simpleza que dentro de sus estrechos límites dé sentido crítico a sus perniciosas pulsiones religioso-nacionales.
Las dos Españas de siempre. Nada ha cambiado. Bueno, o quizá sí, porque ahora también tenemos nuevos especímenes: paletos con titulación académica y comunistas de la indivisibilidad de la patria (antes izquierda centralista). Todo un logro de esta España de la tercera restauración. Por lo demás, seguimos siendo el mismo pueblo servil, rastrero y ponzoñoso que adora sus ‘caenas’, y que no perdona que otros siquiera intenten librarse de ellas.
Nada ha cambiado, no. Y nada va a cambiar, porque en España solo hay política de partidos, y no política desde la sociedad. Y política de partidos, pero además con una particularidad: de partidos dinásticos, porque es algo que ya dejó muy bien atado el dictador. Democracia a la franquista: solo si no se sale del guión.
Seguro que en este momento alguien estará pensando que ahora está Podemos, y que Podemos no es de esos. Y bueno, en parte sería verdad y en parte no. Porque Podemos pudo ser algo importante. El caso es que no creyó en esa otra España sensata, que también existe y en la que también estaban muchos catalanes, y ahora es esa otra España la que ya no cree en ellos. Es lo que tiene, por buena intención que destiles, no ir de cara y vivir intentando calcular lo ajeno sin calcular tu propia arrogancia.
Por si faltaba algo, ahora con el tema de Cataluña también se han confundido. Ninguno de sus potenciales votantes no dogmáticos puede sentirse cómodo cuando escucha hablar de patriotismo a alguien que sabemos que como nosotros también escuchaba el “Cara al Culo”. O cuando dice eso de: “Yo no quiero que Cataluña se vaya”, porque es el momento en el que te preguntas… ¿y se puede saber específicamente por qué te importa tanto eso de las territorialidades pasionales? O cuando personas que apoyaban (cuando no financiaban) actos de desobediencia te vienen ahora con eso otro del “referéndum con garantías”.
En fin, esto es por simplificar, porque un poco más en serio, sé que comparto con Iglesias, Monedero, Errejón y compañía más de una lectura, influencias, e incluso algunos amigos, y sé que a nivel patriótico-sentimental e intelectual les importa una mierda si Cataluña, Andalucía o La Rioja deciden ser un estado propio. Pero, por no ser malpensado, voy a decir que creo que  llegaron a la conclusión de que sin integrar a parte del sistema entre sus filas y filias nunca podrían acceder al poder, o que lo harían de forma efímera; lo cual no es ni mejor ni peor, pero creo sinceramente que se equivocaron, como en tantas otras cosas. En cualquier caso lo mismo da, porque ya es tarde. Y de todas formas todavía son lo mejor que nos podía pasar, a pesar de que ciertas declaraciones, como las últimas del presunto revolucionario Monedero equidistante entre represores y reprimidos, me produzcan urticaria.
Así que sí, que si teníamos alguna duda, ahora ya ha quedado claro que no hemos cambiado nada. Que se volvería a llenar la Plaza de Oriente. Que los grises solo han cambiado de color. Que las reuniones ‘legales’ ya no son de cuatro sino de veinte, y que en lugar de purgas te meten un multazo, que casi duele más. Y que, como con ‘la Pirenaica’, hoy también tiene que ser la prensa extranjera, o algun digital de tercera como este, desde donde nos informen con alguna objetividad de lo que ocurre en el régimen de Rajoy (y de Sánchez, Rivera, Atresmedia, Mediaset, la AN, el Constitucional, el TS, Ricardo Blázquez, y un largo etc.).
De esta forma, y de cualquier otra, mucha suerte con vuestra república, catalanes. Y huid. A pesar de todas las dificultades huid como alma que lleva el diablo de este decepcionante país, y ni se os ocurra mirar atrás.
VISTO EN INICIATIVA DEBATE