martes, 5 de septiembre de 2017

"SI SIGUES CUMPLIENDO AÑOS ACABARÁS POR MORIRTE"

Huérfanos de Groucho

Julius Henry Marx juró “vivir para siempre o morir en el intento”. Cuarenta años después de su muerte, nadie ha podido llenar el vacío dejado por su humor destructivo y su corrosión del lenguaje convencional desde la lógica más rigurosa
Para el subconsciente de muchos de sus seguidores, la muerte de Groucho fue una frustración. Tenía vocación de inmortalidad, como queda de manifiesto en una de sus frases para la posteridad en la que supuestamente pensaba vivir cómodamente instalado: “Tengo la intención de vivir para siempre o morir en el intento”. Una afirmación de tal calibre resume la lógica implacable y dislocada de su Weltanschauung, feliz y agresivamente inmadura. No es muy diferente de esta felicitación de su puño y letra: “Si sigues cumpliendo años acabarás por morirte. Besos, Groucho”. Incluso mencionó en Groucho y yo que alguien por la calle le había implorado encarecidamente “No se muera usted nunca”, como si Rufus T. Firefly conociera la pócima de la eternidad. Con su querencia burlesca hacia la inmortalidad, Groucho invertía brutalmente esa condolencia trillada, propia de tarjeta postal o de galletita china de la suerte, que proclama hipócritamente: “¡Vivirá siempre en nuestro recuerdo!”. La tontuna no convenció a Unamuno y tampoco a Groucho. Bien sabían los dos que no existen los controles de memoria y que, en todo caso, se pueden falsificar. Por ejemplo, con el timo de los aniversarios.





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