jueves, 2 de abril de 2015

HISTORIA DE UNA CHAQUETA


La chaqueta de su padre, que en realidad era de su abuela, era una copia de la que llevaba el pianista de ABBA



Es azul marino, con solapas de esmoquin de raso, el borde recto y toda la superficie bordada con lentejuelas pequeñitas de reflejos plateados.
Es vieja. En 1976, una señora con más ínfulas que dinero se la encargó a una modista de su barrio para lucirla en la boda de una sobrina suya. Era la época dorada de ABBA, aquel grupo sueco de extravagante vestuario que a cualquier señora bien, elegante de verdad, le parecían una pandilla de horteras. Ella, en cambio, recortó con disimulo una foto del pianista de un número de ¡Hola! que había estado ojeando en la peluquería.
–Esto quiero que me hagas, pero blanca no, de otro color…


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