Decálogo de Pedagogía Política Pre-bélica
01- Nada como identificar al supuesto enemigo, del que
se quieren obtener pingues beneficios, y acusarlo reiteradamente, en todos los
medios, a todas horas, y de todas las formas, de dictador, asesino y, si algo
falla, de contrabandista o ladrón.
02- Difundir las noticias que mejor puedan cristalizar
la imagen deseada, mentir hasta la saciedad, inventar cuantas más atrocidades
mejor, y hacer de la prensa y la televisión el lugar perfecto para ello.
03- Crear situaciones insostenibles en los territorios
que se desea conquistar. Esto pasa por introducir agentes secretos, militares,
grupos terroristas, violadores y, a ser posible, rebeldes con causa. Éstos
últimos como los verdaderos buscadores de la resolución del conflicto que ellos
mismos generan.
04- Ante coyuntura tan sobrecogedora y dramática,
responder desde altas instancias para acabar cuanto antes con semejante
panorama, dando paso a organizaciones no gubernamentales para narrar los
acontecimientos en su primera persona y, después, abrir las puertas de los
cielos para que la OTAN haga justicia con sus bombas amigas.
05- Nuevamente valerse de la propaganda mediática para
informarnos debidamente de que todo lo que está aconteciendo, es decir, una
invasión, se realiza para defender a la población civil, castigada
indiscriminadamente por sus propios mandatarios.
06- Recordar que no se quiere la guerra, pero que la
situación requiere de una urgente determinación, y tal es así que incluso un
buen número de intelectuales y artistas reclaman que no se puede esperar más y
que es hora de entrar en acción. (La sociedad no puede permanecer callada y
convocamos una manifestación)
07- Después de tan ardua defensa, instalar un nuevo
poder amigo de los liquidadores, que vaciará las arcas de los bancos y dejará
al país en una merma de difícil solución.
08- Saquear hasta el agua, privatizar los bienes
básicos, adjudicar los contratos de reconstrucción a las empresas del país
invasor, vender medio país a las grandes multinacionales, y hacernos creer que
ya queda inaugurada una nueva democracia.
09- Dejar en la cuneta todos los cadáveres sin
distinción, y comenzar la rehabilitación de la mano del olvido y la compasión.
10- Los grandes periodistas, con más de un premio
todos ellos, hacen las maletas y nos trasladan con sus grandes reportajes a un
nuevo foco de atención.
Y del mismo modo que pueden trasladarnos, no viene mal
recordar que este decálogo, lo que viene a hacer no es sino ratificar las
cuatro coordenadas que guían a la mayoría de los medios de in-comunicación;
mentir, ocultar, censurar e inventar.
No a la OTAN, no a las Guerras
joséluis vázquez domènech, sociólogo
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