La hegemónica ideología neoliberal ha intentado durante mucho tiempo hacernos creer que la gestión privada siempre es mejor que la gestión pública, y es evidente que ha conseguido convencer a muchos. A pesar de que la crisis económica actual es en buena parte consecuencia de haber dejado a nuestras comunidades llevarse por la lógica privada de la rentabilidad, hoy día todavía hay muchas personas que siguen recelando de lo público por su –nunca demostrada– inferioridad frente a lo privado. Esto se debe en buena medida a que los medios de comunicación, gobernantes, y académicos que mayor poder e influencia tienen nunca sacarán a relucir los estudios académicos que demuestran que la gestión pública tiene muchas más ventajas que la gestión privada. Para compensar modestamente esta asimetría en la oferta de información, en este artículo se recogen algunos estudios de este tipo en relación a la actividad bancaria, servicios públicos y sanidad.
Actividad bancaria
Un reciente estudio (Public Bank Lending in Crisis Times) sobre el comportamiento diferencial entre los bancos públicos y privados durante la crisis ha llegado a la conclusión, tras examinar 560 bancos en todo el mundo, que los bancos públicos, al no tener como único objetivo maximizar su beneficio, sino también impulsar la actividad económica, evitan parcialmente que la crisis financiera se extienda a la economía real y que su capacidad para generar crédito, incluso en tiempos de crisis, es mayor.
Un estudio realizado en 2008 por el Banco de Finlandia reveló que en Rusia los bancos privados son menos eficientes que los bancos públicos.
El Informe sobre Comercio y Desarrollo 2011 de la UNCTAD cita varios ejemplos de bancos de propiedad pública en Europa y el mundo en desarrollo que han tenido éxito y no han necesitado ayuda o garantías de los contribuyentes.
Ellen Brown, autora del libro La telaraña de la deuda, muestra cómo el “milagro económico” de Dakota del Norte -una tasa de desempleo del 3,3 por ciento, en contraste con más de siete por ciento en el conjunto de Estados Unidos, y el ritmo más rápido de crecimiento del empleo- se debe a su banco estatal.
Durante la crisis financiera global, las cajas de ahorros pequeñas, como la Sparkassen en Alemania, no tuvieron que recurrir al apoyo de los bancos centrales o del Tesoro Público.
Los vecinos de Alcázar de San Juan protestan en el Ayuntamiento contra la privatización del servicio de agua.
Servicios públicos
El Tribunal de Cuentas de España concluye en un informe que la gestión directa de los servicios públicos locales es más eficiente y más barata que la privada.
Según un estudio específico del grupo PIQUE financiado por la propia Unión Europea, la privatización de servicios esenciales tiene efectos negativos en el plano social, además de en el empleo.
Diversos estudios demuestran que los servicios de correos privatizados han empeorado su servicio, reducido puestos de trabajo, reducido salarios y aumentado precios. En algunos países, como Austria, el precio de los sellos para envíos ha llegado a subir el 90%. En algunos países la disminución en el número de empleos ha llegado a ser del 50% (Portugal) y en la mayoría de ellos la disminución se sitúa entre el 20% y el 30%. En España se calcula que, hasta que empezó la crisis, la caída salarial fue del 30%
Muchas ciudades que habían privatizado sus sistemas públicos de agua lo están volviendo a asumir, ante el fracaso del servicio privado. Casos emblemáticos son la ciudad de París o de Berlín.
Sanidad
Un estudio canadiense demuestra que los hospitales con ánimo de lucro son más caros (19% más de media que los hospitales sin ánimo de lucro). Además, los hospitales privados tienen mayor morbilidad y mortalidad, más deficiencias en la calidad, mayor mortalidad en diálisis y más insatisfacción en la enfermería. Los profesionales sanitarios tienen menor estabilidad laboral, trabajan un 10% más de horas, y los salarios son un 20% inferiores a los trabajadores públicos.
El informe “Un diagnóstico comparado de los sistemas públicos sanitarios de España y Reino Unido” ha evidenciado que la privatización de la Sanidad en Reino Unido ha encarecido de forma importante el gasto sanitario y ello además ha ido vinculado a un deterioro de la calidad de las prestaciones.
Un metaanálisis que englobaba unos 26.000 hospitales estadounidentese denunció que se podía esperar una mortalidad un 2% superior en los hospitales con gestión económica dirigida a la obtención de beneficios que los que realizan su labor sin estas presiones económicas.
Un estudio de la “Maternal and child health data base” realizado analizando 243 hospitales y más de 1,6 millones de pacientes concluyó que el riesgo de fallecimiento de niños en hospitales orientados a los beneficios empresariales era un 9,5% superior a los gestionados sin ánimo de lucro.
Otro metaanálisis estadounidense puso de manifiesto que la mayoría de los estudios individuales indicaban un mayor costo asociado a los tratamientos médicos realizados en hospitales de gestión económica ligada a los beneficios corporativos, con un valor medio total del 19% de sobrecosto.
Un metaanálisis similar enfocado a estudiar los cuidados de enfermería ofrecidos por ambos tipos de estructuras sanitarias indicó también que la calidad asistencial disminuye en las instituciones orientadas al lucro.
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